lunes, 6 de mayo de 2013

Madinat Al-Zahra


"Cuenta la leyenda que era tanto el amor del Sultán hacia su favorita al-Zahrá que prometió construirle la más magnífica ciudad que los ojos hubieran visto. Una ciudad que llevaría el nombre de Madinat al-Zahrá, Ciudad de Azahara, ciudad brillante, ciudad de la flor. Para ello utilizarían los más valiosos materiales: ébano, mármol, marfil y piedras preciosas.
La más bella ciudad de occidente nacería gracias al amor. Un lugar donde convivirían el placer y la belleza con el poder del califato."

Esta es la romántica leyenda del nacimiento de la más hermosa ciudad de occidente del siglo X. No obstante, diversos estudios demuestran que es tan sólo una leyenda y que Medina Azahara fue mandada construir por el califa Abderramán III como muestra del gran poder y esplendor del Califato en esos momentos. Un lugar que impresionaría tanto y demostraría claramente la superioridad del califa sobre sus enemigos. 
Yo prefiero quedarme con la versión romántica de la fundación de la ciudad. Sin embargo, Medina Azahara, tal vez la más hermosa de las ciudades andalusíes, parecía estar condenada a desaparecer pues apenas se mantuvo en pie durante 75 años debido a las intensas luchas internas que provocaron la caída del Califato Omeya y su desmembración en los Reinos de Taifas

El yacimiento arqueológico de Medina Azahara se encuentra en una ladera a los pies de Sierra Morena y a tan sólo 8 kms. de Córdoba.

Vistas de Medina Azahara desde la terraza superior
La ciudad en ruinas permaneció enterrada durante más de 8 siglos bajo los campos sembrados hasta que a comienzos del siglo XX fue descubierta y comenzada a excavar. Fue y, continúa siendo, un lugar espléndido por la magnificencia de sus edificaciones, sus jardines, su mezquita y la ordenación de sus calles. Hoy en día únicamente se ha excavado el 10% de sus 112 hectáreas que se disponían en terrazas debido al desnivel del terreno. 
En la parte superior, como no podía ser de otro modo, se encontraba la vivienda del Califa, el Palacio Real. Este era el sector privado con los aposentos del monarca en torno a amplios patios cuadrados. Una calle separaba al Palacio del llamado Cuerpo de Guardia, donde soldados se encargaban de controlar el acceso al reciento palaciego, de las comunicaciones y se ubicaban las Caballerizas.
Rampa de acceso a la zona del Cuerpo de Guardia
Descendiendo a la terraza inferior nos encontramos con los restos del Palacio de Ya'far, el visir del califa. Este cargo equivalía al de Primer Ministro hoy en día. El visir se encargaba de recibir a los embajadores y ciudadanos, legislar e impartir justicia. Aquí se pueden apreciar parte de los suelos de mármol que cubrían las habitaciones privadas del Visir, restos de la decoración de las paredes, así como las fuentes y aljibes que adornaban sus patios. Pero, sin duda, el elemento que nos dejará boquiabiertos es la portada de acceso a la vivienda, lugar en el que Ya'far recibía sus visitas y que debía mostrar el poder del ministro y del Califa al visitante, ricamente adornada con un "ataurique".


Portada de Ya'far
Jardín Alto de la Ciudad
Enfrente del Palacio de Ya'far nos topamos con los restos de otro edificio conocido como la Casa de la Alberca. Está a medio excavar pero se han descubierto trazas de un bello jardín situado en un patio interior ocupado por una gran alberca y atravesado por un puente. Desde este lugar se gozan de unas excelentes vistas sobre los jardines de la ciudad. El Jardín Alto tenía en su centro un edificio ya desaparecido llamado Pabellón Central que estaba rodeado por 4 albercas y una serie de estancias pavimentadas con mármol blanco. El conjunto se dotaba de unos baños para uso personal del Califa junto al Salón Rico.
El Salón de Abderramán III, también llamado Salón Rico, fue reconstruido en las primeras excavaciones del conjunto. Destinado a las recepciones políticas del califa constaba de una exuberante decoración de piedra representando motivos vegetales en sus muros que está siendo restaurada en estos momentos por lo que se encuentra cerrado al público. Una verdadera lástima, ya que hubiera sido el colofón a nuestra visita a la ciudad. Sin duda, este era el referente simbólico de la ciudad que impresionaba a todo aquel que era digno de contemplarlo.

Alberca y entrada al Salón Rico


Acceso a la Basílica
Continuando en paralelo al corredor del Cuerpo de Guardia y en dirección este nos topamos con un edificio de grandes dimensiones repleto de arcos y columnas. Se trata de la Basílica que fue un gran salón de 5 naves rodeado de varias habitaciones con decoración muy austera donde se recibía en un primer momento a los embajadores y mandatarios que visitaban la ciudad. Se abría delante de él, un extenso patio a un nivel más bajo para hacer más fácil la descabalgadura de tan ilustres visitantes. Para alcanzar este nivel los embajadores habrían accedido a través de 2 rampas a cuyos lados se distribuía la guardia del Califa en señal de respeto hacia la comitiva pero también para mostrar el poder militar y defensivo de Medina Azahara.


Arcos del edificio basilical


Hay que reseñar que la visita al yacimiento se realiza en el sentido inverso al que se hacía en el siglo X, por eso, en último lugar, encontraremos una enorme entrada monumental y protocolaria al Alcázar. De los 14 arcos que la componían hoy se conservan apenas 4 pero es sabido que en la parte superior existía una galería por la que el Califa podía observar la llegada de las embajadas a su ciudad y disfrutar de las paradas militares que se llevaban a cabo en su honor en la plaza de armas.

Arco del Pórtico principal de acceso a Medina Azahara


Restos de la Mezquita, en el exterior del reciento amurallado
Hasta aquí el interior de la ciudad amurallada pero no podemos olvidar la importancia de la mezquita en  las ciudades musulmanas y, Medina Azahara no podía ser menos. Saliendo por el majestuoso pórtico de la ciudad y a pocos metros se encontraba la Mezquita Aljama a la que se acudía a rezar 5 veces al día y cuyo alminar fue el precursor del actual alminar de la Mezquita de Córdoba. Desde el paseo sobre la muralla podemos admirar los restos del edificio que al parecer se construyó en apenas 48 días. Hay indicios de la existencia de un pasadizo cubierto por el que el califa acudía al rezo.








La visita al conjunto arqueológico no puede finalizar sin recorrer el museo de Medina Azahara en donde un audiovisual nos ayudará a hacernos una idea de lo que hemos contemplado en el recinto y en donde se exponen distintas piezas halladas durante las excavaciones a pesar del expolio sufrido durante los años de abandono en los que la ciudad se utilizó como cantera. Resulta curioso saber cómo algunas piezas ornamentales como columnas o capiteles han ido a parar a otros edificios como los Reales Alcázares de Sevilla, el cercano Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso o a lugares tan remotos como Irán.


Museo del conjunto arqueológico de Medina Azahara
La visita a la magnífica ciudad de Madinat al-Zahra es totalmente gratuita en la que sólo hay que abonar el importe del billete de autobús de traslado al yacimiento desde el museo.
No os lo perdáis.

Susana

5 comentarios :

  1. Sin duda Medina Azahara es un atractivo más cuando se visita Córdoba. Me impresionó cuando recorrí los restos de esta ciudad, debió ser una maravilla rodeada de jardines y con todos esos preciosos arcos y edificios.
    Un artículo muy bien escrito, en él nos explicas con todo detalle lo que debió ser la ciudad en la que convivían el placer y la belleza, según la romántica leyenda que la envuelve. Enhorabuena, Susana, me ha encantado.

    ResponderEliminar
  2. Medina Azahara son de estos sitios que me gustaría retroceder en el tiempo pero solo por un día para ver todo su esplendor y lujo. Me gustó mucho en las dos ocasiones que lo he visitado pero hay un detalle que no sabia y es la existencia de un pasadizo cubierto.
    Estupendo artículo y magnífica las fotos .

    ResponderEliminar
  3. Imprescindible cuando se visita Córdoba. Aunque en ruinas, da la idea de lo que fue esta ciudad que aún conserva resquicios de su esplendor. Gracias a los trabajos de excavación y restauración quedan muchos años donde saldrán grandes sorpresas. La visita al museo es muy interesante con gran cantidad de información sobre el conjunto arqueológico.
    Interesante artículo Susana.

    ResponderEliminar
  4. Esta ciudad te cautiva según la vas recorriendo, te atrapa. Aunque esta en ruinas vas imaginando el esplendor que alcanzo por sus dimensiones y materiales. Deseo que se pueda seguir excavando y que afloren más tesoros en este enclave. Una pena que solo estuviera en pie 75 años. En definitiva no hay que perdérselo si se visita Córdoba. Un artículo muy completo y escrito con maestría.

    ResponderEliminar
  5. Medinat al-Zahra la ciudad hecha por amor. Estupendo reportaje. Saludos.

    ResponderEliminar

"