Ieronimus, es el nombre latino del famoso obispo de origen francés Jerónimo de Perigeaux, fundador de la Catedral Vieja de Salamanca. Pero además, Ieronimus es también el nombre que recibe la exposición permanente que nos permite hacer un interesante recorrido por distintas estancias de las dos catedrales la vieja y la nueva, subir a las terrazas y recorrer parte de los tejados, ofreciéndonos una perspectiva diferente esta maravillosa ciudad.
La visita a las Torres de la Catedral comienza por la puerta de la torre, donde compraremos las entradas. A través de unas escaleras estrechas y pasadizos de baja altura, pasamos por diferentes salas como la Sala del Alcaide. Desde donde tendremos la posibilidad de contemplar desde lo más alto, a través de un espacio abierto el interior de la Catedral Vieja y el magnífico retablo. Seguimos ascendiendo hasta llegar a la Torre Mocha donde nos cuentan a través de paneles, la historia y el proceso de construcción de las Catedrales y valiosos documentos auténticos, como el documento de Carlos V. Autorizando el paso de carretas por la ciudad cargadas de piedras para la construcción de la Catedral Nueva. En la exposición, además de admirar espacios verdaderamente sorprendentes, encontraremos varios objetos antiguos y planos referentes a la construcción de las catedrales. Vamos ganando altura, hasta llegar a una terraza, el esfuerzo de subir tantas escaleras empinadas da su resultado. Las vistas son impresionantes, veremos las dos catedrales desde lo más alto: la sorprendente Torre del Gallo de la Catedral Vieja y la Cúpula de la Catedral Nueva, veremos también el río Tormes con su puente romano. Una experiencia que recomiendo para todos los que quieran tener una perspectiva distinta de esta ciudad, unas vistas que sólo desde las alturas se pueden apreciar.
Pasamos a la Catedral Nueva, desde un balcón a 25 metros del suelo se encuentra uno de los miradores más privilegiados, una forma distinta de ver la catedral desde lo más alto, desde donde casi podremos tocar las bóvedas. Observaremos unas enormes grietas, son del terremoto de Lisboa producido en 1755. A pesar de que parece que se van a derrumbar los muros, parece ser que no afectan a su estructura. Seguimos subiendo y de nuevo salimos al exterior, disfrutando de las mejores vistas de la zona antigua de Salamanca.
Ieronimus, la exposición que te regala unas vistas únicas de esta incansable ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Loli
Es una interesante y original propuesta, Loli. Me encanta subir a la parte alta de las construcciones, se tiene otra perspectiva de los edificios, y si es una catedral, esto se convierte en un privilegio.
ResponderEliminarSalamanca cuenta además con dos catedrales, o dos en una, y tanto su interior como el exterior, impresiona por su gran belleza. Por cierto, me encanta el nombre que tiene este proyecto, muy sugerente, histórico y representativo
Recuerdo mi viaje a Salamanca y cómo me asombró poder visitar sus dos catedrales, la nueva y la vieja. Son espectaculares aunque durante el proceso de restauración del acceso principal un artesano se permitió hacer alguna licencia (el astronauta). Tiene que haber sido todo un lujo poder disfrutar de las vistas de la ciudad desde sus alturas y de esta exposición sobre el proceso de construcción de la catedral. Imagino que te habrás sentido un poco como el protagonista de la novela Los Pilares de la Tierra. Sin duda un gran artículo, Loli.
ResponderEliminarConozco Salamanca y es una maravilla, pero si además con esta exposición permanente se puede recorrer ambas catedrales y verlas desde las alturas, tiene que resultar impactante. Gracias Loli por enseñárnoslo Unas fotos espectaculares.
ResponderEliminarPoder pasear por los tejados de las dos catedrales y admirar la ciudad y sus alrededores desde las alturas es todo un privilegio. Tengo buen recuerdo de Ieronimus me gusto mucho contemplar de cerca la Torre del Gallo. Salamanca es una ciudad sorprendente y con muy buen ambiente.
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