lunes, 31 de diciembre de 2012

La Cava Baja de Madrid



Durante muchos años un par de veces al día, recorría esta calle tan castiza y popular para ir al colegio. Por aquel entonces mi paso era más veloz, de lo que es hoy en día, todavía sigo recorriendo siempre que puedo esta calle tan antigua como hace años, una calle que me invita a pasear, pero ahora mi destino lo dejo al azar. 


Los edificios de esta calle no han variado mucho, sólo algunos negocios permanecen como recuerdo del pasado y testimonio de lo que fue esta calle en siglos anteriores. Hoy en día la Cava Baja es un lugar de encuentro, buena zona para tomar cañas y tapear, una calle donde abundan bares y restaurantes, frecuentada por madrileños y turistas. Aunque esta abarrotada de gente, sobre todo durante los fines de semana, me encanta ir con mi familia o amigos a comer por esta zona que me trae tantos recuerdos de mi niñez.


Madrid comenzó siendo un pequeño enclave musulmán amurallado que protegía a Toledo de las incursiones de los castellanos. Bajo el dominio cristiano a principio del siglo XII, se construyó una muralla que servía para defender la antigua villa castellana. La Cava Baja era el foso que rodeaba por esta zona la muralla cristiana, para evitar los asaltos por sorpresa.  Discurría desde la Puerta Cerrada (plaza de Puerta Cerrada) y llegaba hasta la Puerta de Moros (plaza del Humilladero).
Cuando se derribó la Puerta Cerrada por considerarse peligrosa, debido a su estrechez y muchos recovecos, donde los ladrones se escondían y asaltaban a los viajeros que la cruzaban. Conocida antiguamente como (Puerta de la Culebra, debido a la figura de una culebra o dragón que había esculpido en la parte más alta). Se empieza a tapar la antigua cava convirtiéndose su trazado en la calle que actualmente podemos contemplar. Se construyen casas adosadas a la vieja muralla, gran parte de las mismas se utilizan como cimientos, desapareciendo de la vista para siempre.


Entre el siglo XVI y XIX en esta calle, se establecieron la mayoría de las posadas y tabernas que recibían a viajeros, labradores y artesanos que acudían a Madrid para vender sus productos. Entre las posadas y mesones que todavía quedan y aún puedes contemplar, se encuentran la Posada de San Pedro o Mesón del Segoviano (actualmente es el restaurante Casa Lucio), la Posada del Dragón, la Posada del León de Oro, la Posada de San Isidro (en la actualidad apartamentos) o la Posada de la Villa (convertida en restaurante).


Aunque hay una gran variedad de posadas y restaurantes, todos muy recomendables, quiero hablarte de la Posada del León de Oro, uno de los últimos superviviente y una de la más representativas de aquellas antiguas posadas de la Cava Baja. Una antigua joya del Madrid más castizo, el edificio en el que se encuentra es la construcción más antigua de esta calle que como ocurre con muchos edificios de este barrio encierran entre sus muros muchas historias. Esta posada fue el lugar elegido para la última reunión de Unos Amigos de Paradores donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de este magnífico establecimiento.


Antiguamente por este lugar pasaban un número importante de aventureros, comerciantes y viajeros que para poder alojarse en la Posada tenían que respetar unas normas: no se podía llegar borracho ni más tarde de las 23:00 horas y si entraban juntos un hombre y una mujer tenían que entregar el libro de familia para confirmar que eran matrimonio.
En el año 2001 cierra sus puertas porque el negocio ya no era tan rentable como antes, después de iniciarse un largo proceso de renovación y rehabilitación del edificio en una excavación salen a la luz parte de la muralla cristiana en bastante buen estado de conservación, que quedo oculta al levantarse el edificio. En el 2010, abre de nuevo sus puertas, convertido en un hotel singular. Me encantan estos sitios históricos que vuelven a ponerse en funcionamiento.


Traspasada la puerta de acceso en el vestíbulo donde antiguamente se encontraba las cuadras, te encontrarás con el bar, ideal para tapear, acompañados de un buen vino. Al fondo se encuentra la vinoteca con 300 etiquetas nacionales y el restaurante, que nos depara una sorpresa en el suelo, las mesas están sobre un cristal que permite la contemplación nada más y nada menos que parte de los restos de la antigua muralla cristiana que recorría Madrid. Además la posada cuenta con 17 habitaciones en torno a una corrala.
No es el único sitio de esta calle donde puedes encontrar restos de murallas, también se han encontrado en diversos edificios y patios de viviendas particulares a las que es más complicado acceder. Espero y deseo que poco a poco salgan a la luz más restos de esta muralla que forma parte de la historia de Madrid, sean restaurados y cuidados como merecen.
No dejes de visitar la Cava Baja, una de las calles gastronómicas más interesantes de Madrid. Una calle con solera, llena de contrastes y sobre todo muy animada.

                                                                                                                                                     Rafa       

6 comentarios :

  1. Madrid tiene muchos rincones que invitan a pasear y a perderse y este es uno de ellos. Desconocía los orígenes históricos de esta zona. Gracias por acercárnosla.

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  2. Es un lujo contar contigo como guía, Rafa. Te entusiasma Madrid y conoces un montón de anécdotas e historias. No creas que suela ir a menudo por esta zona del Madrid antiguo, por eso nos encantó poder ir a nuestra reunión, con muchos de los colaboradores y amigos de este blog, lo pasamos realmente bien. Nos dio tiempo para hacer muchas cosas, visitar varios museos, charlar, pasear, incluso ver cosas que no conocía, como los restos de la muralla y la exposición dentro de la estación del Metro.
    La Posada del León de Oro, lugar que escogiste para la comida, me pareció estupendo, con un trato muy amable y con el detalle que tuvieron con nosotros después, al enseñarnos parte de sus instalaciones.
    Me encantará ver fotos de algunos de los sitios en los que estuvimos, y espero que nos sigas contando cosas de estos lugares que tan bien conoces y que nos muestras siempre de una manera muy amena e interesante, gracias.

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  3. Me encanta pasear por la cava baja, esta zona es imprescindible cuando uno viene de visita a esta ciudad. Tiene restaurantes de todo tipo siempre con mucho ambiente ya sea día o de noche. Además siempre es un lujo hacerlo contigo, contándonos tantas historias y leyendas de esta bonita ciudad. Ese domingo fue un día especial al compartirlo con los amigos.

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  4. La Cava Baja es uno de esos rincones que transportan al paseante a otra época con esa mezcla de pasado y presente, de añejo y moderno que sólo lugares como Madrid dejan en el viajero. Un regusto a barquillos y a sobremesa de domingo en familia con un café o un aguardiente en la mano. Gracias Rafa por ese domingo tan entrañable en nuestro querido Madrid.

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  5. Esta zona de Madrid tiene un encanto especial, pasear esta calle y sus alrededores es una lección de historia. Rafa fue un lujazo tenerte de guía. Creo que te podrías dedicar a e ello en tus ratos libres. Fue un día estupendo compartirlo con vosotros. Madrid tiene rincones fantásticos por descubrir, y tu fascinación por la capital, enriquece este blog. En cuanto a la comida en la Posada del León de Oro fue fantástica poderla compartir con todos vosotros, comer encima de la muralla, y que nos enseñaran las habitaciones del lugar fue un puñetazo. Gran artículo Rafa.

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