Las Barrancas de Burujón sobre el Tajo |
Quizás no era la mejor época del año porque al comienzo del verano el sol pega de plano en la meseta toledana pero fue un paseo de lo más agradable una vez que dimos con el camino pues no fue fácil.
Embalse de Castrejón |
Las Barrancas de Burujón están dentro del término municipal de Burujón, muy cerca del embalse de Castrejón, en el río Tajo así que nuestra idea inicial fue dirigirnos hacia el río en este punto y una vez en los alrededores del pantano buscar el sendero. Para el que no lo sepa, las Barrancas de Burujón o Cárcavas de Castrejón son una formación arcillosa de unos 25 millones de años de antigüedad que el río Tajo ha causado por la erosión de sus aguas y el arrastre de sedimentos.
Burujón es un pequeño pueblo justo al lado del de mi madre, a escasos 30 Kms. de Toledo. Tras atravesar el pueblo nos fijamos en un cartel que indicaba que las Barrancas estaban a unos 3,5 Kms. en la dirección que llevábamos que era hacia Polán, con lo que nos cercioramos de que íbamos por buen camino.
Tras cruzar la carretera CM-4000 (Talavera - Toledo) seguimos dirección Polán hacia el Tajo -desde el cruce la carretera se estrecha y no está en muy buenas condiciones- y llegamos al pantano. Nos percatamos de que las barrancas se veían a lo lejos y que debíamos habernos pasado de largo el camino hacia ellas pero la falta de señalización nos despistó. Aparcamos justo en el muro del embalse que es casi natural y observamos el paisaje. Había mucha agua y patos y peces y hacía mucho calor.
Volvimos sobre nuestros pasos con el coche y justo antes de llegar otra vez al cruce de la carretera vimos un camino que salía hacia la derecha y que habíamos pasado por alto y decidimos que por el lugar donde se encontraba debía de ser el acceso. Tras unos 700 metros con fincas al lado derecho el camino desembocó en un pequeño arroyo que se podía cruzar con el coche y avistamos un aparcamiento de tierra y, por fin, la primera indicación a las Barrancas. Bien! Estábamos de suerte. Desde allí ya todo fue sencillo. Subimos por la senda ecológica y tras pasar varias curvas llegamos a lo alto del barranco donde nos esperaba un mirador.
Vistas desde el mirador |
Mirador de los Enebros, al fondo los Montes de Toledo |
Me llamó mucho la atención cómo un lugar tan bello como este es tan desconocido. No figura en las guías de turismo ni está indicado para los visitantes. Sólo lo conocen los lugareños y sus familiares y amigos. Por un lado es mejor para su preservación pero, por otro, es una pena que muchos visitantes no lleguen a verlo y a disfrutarlo en su esplendor como lo hemos hecho nosotros.
Susana
Tienes razón, algunas veces no se explica como lugares interesantes, por un motivo u otro, sean tan poco conocidos o no se haga publicidad de ellos. También tiene su encanto que haya poca gente cuando se va por primera vez a un sitio.
ResponderEliminarEs un descubrimiento esta zona de la que nos hablas, no me imaginaba que fuera tan bonito, con esas preciosas vistas desde el mirador.
Desconocía este interesante lugar, nunca había oído hablar de él, parece el Cañón del Colorado a la española. Me lo apunto para visitarlo cuando tenga tiempo, me parece un lugar tranquilo, lejos del ruido y de la rutina diaria.
ResponderEliminarYo tampoco lo conocia , cuantos lugares tan interesante hay por conocer .
ResponderEliminarGracias Susana por traernos interesante lugar .
Un paisaje casi lunar, árido y espectacular. El contraste de las cárcavas arcillosas con el agua debajo es impresionante. Gracias Susana por enseñarme este lugar, aunque la verdad nos costó encontrarlo, quizá debería estar mejor indicado para que se pueda disfrutar de unas magníficas vistas sobre el río Tajo.
ResponderEliminar