lunes, 14 de mayo de 2012

Las Médulas, un paisaje espectacular




En la comarca de El Bierzo, provincia de León, las antiguas minas de oro donde los romanos extrajeron toneladas de oro componen hoy un paisaje sobrecogedor, declarado "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO en 1997.


El paraje de las Médulas es un lugar que realmente sorprende cuando lo ves por primera vez. Era una explotación de oro a cielo abierto, la mayor de todo el Imperio Romano donde se explotaron durante siglos grandes cantidades de este material. Lo hacían de una manera muy inteligente e ingeniosa. Emplearon el método conocido como "ruina montium, destrucción de los montes". Traían agua de los ríos y arroyos transportada a través de canales hasta el lugar de la explotación donde se almacenaba en la parte más alta, para más tarde abrir una compuerta en el momento preciso. A continuación, enormes cantidades de agua arrastraban cuanto se encontraba por delante e inundaban todos los túneles y galerías, derrumbando la montaña, debido a la enorme presión ejercida. Luego los obreros en el fondo del valle filtraban el agua para extraer el oro.


Fue una obra gigantesca, donde miles de hombres dejaron sus vidas trabajando como esclavos. Se calcula que los romanos pudieron extraer aproximadamente más de 1500 toneladas de oro según nos cuenta Plinio el Viejo, administrador de la mina, trabajaron 60.000 obreros que colaboraron en la extracción del preciado metal.
Plinio comenta en sus escritos la dureza del trabajo: "Las montañas están repletas de pasillos y galerías. Durante meses, los mineros no pueden ver la luz del sol y muchos de ellos mueren dentro de los túneles". Los trabajos mineros en Las Médulas concluyeron a comienzos del siglo III.
Las Médulas hay que decir que no es un paisaje natural, es un paisaje artificial. Fue la mano del hombre quien provocó la transformación del entorno. Los efectos sobre el paisaje fueron catastróficos, se crearon lagos artificiales donde lavar el oro que aún pueden verse hoy en día. Terminada la explotación romana la zona empezó a revestirse de vegetación: encinas, robles y sobre todo castaños centenarios.
El paisaje que puede observarse en la actualidad corresponde a los restos de esas explotaciones mineras. Lo que más me sorprendió de este maravilloso lugar fue los tonos rojizos y anaranjados de las colinas que contrastan con el verde de la abundante vegetación, un paraje de enorme belleza.


Hay varios recorridos que te llevan a distintos puntos de las antiguas minas. Pero antes de adentrarnos recomiendo una visita al aula arqueológica, en la que nos van a explicar con sencillez cómo era una mina romana y qué métodos utilizaron para la excavación. Así comprenderemos el motivo de estos paisajes y la razón de lo que veremos a continuación.
El recorrido más utilizado por los visitantes es la Senda de las Valiñas, ya que es muy sencilla. Una ruta circular que conduce a los puntos del interior de las Médulas como la Cuevona y la Encantada. El paseo es fácil y de dificultad baja.


Otra opción de contemplar este impresionante paisaje es acercarse hasta el mirador de Orellán, que se encuentra a un par de kilómetros de este pequeño pueblo. El último kilómetro es una cuesta arriba bastante empinada y hay que realizarlo a pie, puesto que no se permite el acceso de vehículos. Pero merece la pena el esfuerzo que supone superar ese repecho porque la recompensa es grande. Desde ese mirador el visitante contemplará una sobrecogedora e inolvidable panorámica de las Médulas. También aquí encontramos un acceso a una galería excavada en la montaña, ayudados de linternas y cascos, descenderemos hasta un pequeño balcón desde el que obtendremos unas esplendidas vistas de este paisaje.


Mi visita fue muy gratificante, por un paisaje mágico y espectacular.


Loli

5 comentarios :

  1. Loli, tengo que decirte que me ha gustado mucho tu artículo porque hace 2 veranos pasamos en este paraje una semana y fueron unas vacaciones estupendas.
    La verdad es que los romanos llevaron a cabo una obra espectacular que transformó extraordinariamente el aspecto de este lugar y, aunque no comparto sus métodos, no deja de asombrarme la capacidad de superación de este pueblo en aquellos tiempos tan duros.
    Visita muy recomendable de realizar a tan sólo un paso del Bierzo y de Ponferrada. Gracias por tu relato.

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  2. Un lugar espectacular, tanto desde abajo como desde arriba. Es un de esos parajes que se te quedan en la retina para toda a vida. Estos romanos estaban un poco locos, como decía Obelix, pero siempre dejan huella por donde pasan. A parte de este lugar patrimonio de la humanidad, toda la zona es una paravilla. Villafranca del Bierzo, Ponferrada, El Valle del Silencio, Los Ancares, Cacabelos y muchos otros. Para ir en pareja o con familia es una zona que te dejara poso. Gracias Loli por recordarnos esta maravilla que no hay que perderse. Seguro que volveré por allí algún día, quedé fascinado.

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  3. Es un paisaje diferente y fascinante.Es increíble pensar en esta obra de ingeniería y en los romanos que destruyeron toda la montaña para obtener pequeñas cantidades de oro incrustado en ellas.Sorprendente los tonos anaranjados que dependiendo las distintas horas del día, la luz y el sol, hacen que se vean diferentes. Muy recomendable la visita.

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  4. Recuerdo haber hecho esta excursión desde el parador de Villafranca del Bierzo.
    Como tu dices, es un paisaje que sorprende por esas formas y por los colores.
    Debió ser impresionante esta mina y como llevaron a cabo el transporte del agua a través de los montes.
    Coincido contigo, es una zona que me gustó mucho.

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  5. Un paisaje artificial que modificó para siempre el paisaje pero, como casi todo lo que los romanos emprendían, una obra de ingeniería fascinante: imaginarles trabajando, a pesar de la dureza y el precio en vidas humanas que se cobró la explotación, es un gran entretenimiento... Igual que llegar hasta el Mirador de Orellán: merece la pena afrontar la cuesta! Además, siempre se pueden cargar las pilas con algún plato local (en Cacabelos, Villafranca o Ponferrada, por ejemplo!) ;D Muy buena sugerencia la de iniciar la visitar por el centro de interpretación, ¡¡buscad a los Medulines!!

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