jueves, 17 de febrero de 2022

Ragusa , Sicilia

 


   Ragusa está reconocida  como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En 1693, toda la región sufrió un fuerte terremoto,  sus villas y pueblos llegaron casi a desaparecer. 



    La ciudad de Ragusa se volvió a levantar sobre una montaña frente a la antigua localidad. Pero aún así, la nobleza siciliana se resistió a abandonar sus palacios y la parte vieja se reedificó sobre su trazado medieval. Ambas se caracterizan por su particular estilo barroco.

   Construido en el siglo XVIII, este barroco, llamado “tardío”, desarrolló una gran libertad creativa reflejada  en las columnas, capiteles, frisos y estatuas de sus numerosas iglesias.



   Sus preciosos palacios están decorados con angelitos, caras grotescas, animales y seres mitológicos. Llamando también la atención las curiosas rejas con forma curva de los balcones.

   Ragusa Superiore, la ciudad nueva, cuenta con calles amplias y largas. Corso Italia es la avenida principal. 



     Tiene tres puentes, uno de ellos peatonal, y durante el recorrido pasaremos delante del Palazzo Vescovile,  Zacco y Palazzo Bertini.



          La catedral de la nueva Ragusa es la de San Giovanni Battista. En su monumental fachada hay un curioso reloj solar.  Durante su visita se puede subir al  Campanile, con su torre de más de 50 metros, desde ella la panorámica es deslumbrante.






   La Via Mazzini conecta la parte nueva con la antigua, llamada Ragusa Ibla.



      Al llegar a la iglesia de Santa María delle Scale, la visión de Ragusa Ibla parece irreal. Como sacada de un cuento, la colina está abarrotada de calles estrechas con  edificios y casas apiñadas sobre el accidentado terreno.






    De visita obligada es Santa María delle Scale.  Fue reedificada después del terremoto, aún así conserva varias capillas y un relieve en terracota policromada.



        En el casco antiguo hay diecisiete iglesias,  de las cuales nueve son Patrimonio de la UNESCO. Y cinco Palacios: Palazzo Consentini, La Rocca, Battaglia, Sortino Trono y Palazzo della Cancelleria, también declarados Patrimonio de la UNESCO. 



    Para coger fuerzas ante tanto prodigio monumental a recorrer, hay que tomar algo en los múltiples restaurantes por la zona. Uno de los  que más nos gustaron fue “Agli archi trattoria”. Ofrece deliciosos platos locales en su terraza con vistas a la bonita iglesia conocida como  Anime Santa del Purgatorio.



    

En la parte más elevada de Piazza Domo está la Catedral de San Giorgio. Es uno de los templos barrocos más importantes y  bellos de Sicilia. Su exterior tiene una enorme cúpula y una  verja de hierro que rodea una espectacular escalinata. 

 





    A la entrada de Giardini Iblei está la iglesia de  San Doménico. Y  en el interior de estos apacibles jardines, San Giacomo y el Convento de los Capuchinos. Hay que llegar a uno de sus extremos donde hay un gran mirador sobre el Valle de San Leonardo y sus cañones.






   Por la noche, Ragusa Ibla es aún más impactante. Pasear bajo la tenue  iluminación y cuando la mayoría de turistas se han marchado, resulta algo tan encantador que nos llevaremos en la memoria imágenes fascinantes.




                                                                                                                           Inma


                                                                                                                                      


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