La Fortaleza de Vyšehrad está situada al sur de la ciudad a orillas
del río Moldava, un lugar estratégico
donde se concentró el poder de príncipes y reyes.
El origen de Vyšehrad se remonta al
siglo VI-VII. Fue la residencia de la dinastía reinante en Bohemia y Moravia. Esta
fortificación fue utilizada por la corte hasta que se trasladó al Castillo de Hradcany en 1140
Según la leyenda la princesa Libuse profetizó, desde lo alto de esta colina, la fundación de una gran ciudad llamada Praga, que sería conocida en el mundo entero.
Libuse no escogió a un príncipe para
casarse, si no que eligió a un campesino llamado Premysl. Juntos crearon la
primera dinastía que gobernó en Bohemia y que se mantuvieron en el poder más de
400 años.
Del "Castillo en las
alturas" hoy en día sólo queda la muralla, un gran parque, la iglesia de San Pedro y San Pablo y tres puertas: la de Tabor, la de Leopoldo I
y la Puerta del Ladrillo.
Entrando por la Puerta Tábor y junto a la Rotonda de San Martín, nos encontramos con el edificio románico más antiguo de Praga.
En el parque de Vyšehrad era donde estaba el palacio, ahora es una zona para el disfrute de los praguenses. Las grandes esculturas que rodean este verde espacio representan figuras históricas, entre ellas no podían faltar las de Libuse y Premysl.
La iglesia de San Pedro y San Pablo destaca por sus esbeltas torres. El templo fue reconstruido en el siglo XIX, tras un incendio, en estilo neogótico. Su interior está decorado con bellas pinturas.
En un espacio anexo a la iglesia se encuentra el cementerio de Vyšehrad. En él descansan destacadas personalidades de la cultura y la ciencia. La Tumba Monumental de Slavín es un gran mausoleo nacional. Si lo visitamos podremos encontrar numerosas personas que pasean por él admirando las tumbas, como las que pertenecen a los compositores Smetana y Dvořak, al pintor Alfons Mucha, al poeta Jan Neruda y al director de orquesta Rafael Kubelík.
Continuando nuestro camino también
vimos la primera estatua ecuestre de San Wenceslao, antiguo príncipe y patrón
de los checos.
Dando la vuelta a la muralla las esplendidas panorámicas nos dejarán sin palabras. Las increíbles vistas de la ciudad y del Moldava hacen de Vyšehrad un sitio encantador. Es un lugar enigmático y legendario que a la vez posee un gran valor histórico.
Inma
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