domingo, 10 de mayo de 2020

Monasterio de Armenteira - Pontevedra






   El Monasterio de Armenteira está situado en Meis, concretamente en la parroquia de Santa María de Armenteira, en la Comarca del Salnés de la provincia de Pontevedra.

   Ero de Armenteira fue un caballero de la corte de Alfonso VII. Desalentado por no conseguir tener hijos, la Virgen se le apareció y le prometió una gran descendencia espiritual. Después de tomar la decisión de abandonarlo todo, fundó un pequeño cenobio en sus propias tierras junto a cuatro monjes. Cuenta la leyenda que un día salió a orar y escuchando el canto de un pájaro se quedó dormido. Cuando despertó habían pasado 200 años. Al volver no reconoció el monasterio pues había crecido y vivían allí  un gran número de monjes. Al morir Ero pasó a ser  el "abad santo"




   Cuando llegamos al Monte Castrove sorprende ver este gran monasterio cisterciense. Se accede al recinto pasando un arco. La entrada a la iglesia (XII-XIII) tiene  una portada románica y un gran rosetón, su interior también es muy sobrio como corresponde al Císter. En el altar hay una talla de madera policromada de la Virgen de las Cabezas.

   El austero claustro (XVI) sin apenas decoración tiene una bonita bóveda de estrella.




   Quedó abandonado tras la Desamortización, hasta que la Fundación Amigos de Armenteira se encargó de su restauración y conservación.

   En la actualidad hay un grupo de monjas que han devuelto la vida cisterciense al monasterio, y que regentan una sencilla hospedería asegurando descanso y tranquilidad. Son famosos los jabones que ellas mismas hacen con productos naturales y  de diferentes aromas, siendo su especialidad el que elaboran con aceite de camelia.




   Cerca de la abadía sale un camino que se conoce como Ruta da Pedra e da Agua.

   Esta senda junto al río Armenteira pasa por los ayuntamientos de Ribadumia y Meis.

   La ruta completa es de alrededor de ocho kilómetros y de dificultad baja, aunque hay algún tramo de subida un poco más complicado.




   Entre robles, castaños y pinos, escuchando el sonido del agua, se pasa junto a varios molinos utilizados hace años para moler el maíz.




   Nos pareció un lugar mágico en un entorno precioso donde  encontrarse con la naturaleza en estado puro.






                                                                                                                                                  Inma
                            

No hay comentarios :

Publicar un comentario

"