Nuestra ruta continúa y dejamos atrás la pequeña localidad de Geiranger y su impresionante fiordo, para internarnos en un estrecho valle rodeado de altas montañas salpicadas por hermosos lagos. Ponemos rumbo a Lom, donde conoceremos una de las pocas Stavkirke, o iglesias de madera, que quedan en Noruega.
Ascendiendo por una carretera bastante empinada y con un montón de curvas, iremos encontrando paisajes de contrastes. Al principio, veremos prados y bosques donde las cascadas caen por las laderas de las montañas hasta entrar en una zona más alpina con nieve a la vista.
Noruega es un país donde la naturaleza es protagonista indiscutible y los desplazamientos por carretera en ocasiones son complicados, así que no os sorprenda si recorrer una corta distancia se convierte en una auténtica aventura.
La carretera nos lleva hasta el lago Djupvatnet donde haremos una parada. Estamos a unos 1.030 metros de altitud y junto al lago se encuentra un pequeño refugio-cafetería, llamado Djupvasshytta donde se puede tomar algo y hacer noche, si hay disponibilidad.
Desde este refugio se tienen unas vistas impresionantes de las cumbres cubiertas de nieve reflejándose en las aguas cristalinas del lago. Aquí el aire es puro y lo único que escuchas es el silencio. Nos contó el guía que este lago, de origen glaciar, tiene unos 200 metros de profundidad y se llega a congelar incluso en los meses de verano.
La verdad es que el paisaje que rodea el pequeño refugio es sobrecogedor. Me hubiera gustado quedarme allí mucho más tiempo y explorar este imponente entorno prácticamente inalterado, pero teníamos que seguir nuestro viaje.
La bajada hasta la localidad de Lom, nos permite disfrutar de unas vistas espectaculares. Poco a poco iniciamos el descenso casi continuo y cada curva nos ofrece nuevas vistas de cimas salpicadas de nieve y pequeños lagos a sus pies, cuyas aguas reflejan las montañas circundantes.
Noruega es un país con una increíble riqueza paisajística donde se disfruta de una naturaleza en estado puro, paisajes indescriptibles y donde no se necesitan grandes aglomeraciones para sentirte bien.
La tortuosa y lenta subida al lago Djupvatnet, nos permite la contemplación de un entorno privilegiado en el que se contemplan las cimas nevadas sobre los lagos, haciendo que el paisaje sea bellísimo.
ResponderEliminarUn recorrido perfecto e inolvidable.
Qué bonito los reflejos de la nieve en el lago, y el hielo sobre el agua.
ResponderEliminarUn paisaje precioso y una excelente ruta de naturaleza.
Sin duda es una una ruta espectacular la que realizasteis ese día. Subir las empinadas montañas hasta alcanzar lagos de aguas prístinas y nieves casi perpetuas es una maravilla de la naturaleza. El refugio no podría estar mejor situado para viajeros que se topen con mal tiempo, siempre viene bien algo de cobijo en la montaña. Los paisajes hasta Lom me han resultado increíbles.
ResponderEliminar