martes, 13 de marzo de 2018

Toulouse, la ville rose

¿Es posible realizar una escapada de dos noches en Toulouse con un presupuesto ajustado de 115 euros por persona? Planificando bien la escapada y con vuelos low cost, sí es posible. Me explico. Para empezar, siempre he creído que estos chollos no existían. De hecho, cuando alguien me decía que había comprado unos billetes de avión por 20 euros le miraba con cierto aire de incredulidad y decía: ¿Te estás quedando conmigo? Eso es imposible.
Bueno, pues tengo que tragarme mis palabras porque recientemente he conseguido un vuelo a la ciudad francesa de Toulouse por 16 euros. Sí, amigos, como lo leéis. He de admitir que estos vuelos no reúnen las mejores condiciones para disfrutar de un confortable viaje de placer pero cumplen su cometido. Así que un sábado a las seis de la mañana despegaba nuestro avión rumbo a Francia para pasar un estupendo fin de semana en Toulouse. Tras poco más de una hora de viaje, un poco soñolientos y con sólo 16 euros gastados llegamos a la capital de Midi-Pyrénées que aún dormía. 

Soportales de la Plaza del Capitolio

Después de un ligero desayuno nos dirigimos a conocer el centro de esta bonita ciudad del sur de Francia, llamada por sus habitantes "la ville rose", la ciudad rosa. Y es que la gran mayoría de sus edificios están levantados en ladrillo de ese color.
El centro de la vida de Toulouse se halla en la Plaza del Capitolio donde se congregan los habitantes para todo: quedar con los amigos, manifestarse, tomar un almuerzo, ir de tiendas... El suelo de la plaza está adornado con una enorme cruz occitana o del Languedoc, una rueda solar con doce rayos rematados por una bola cada uno que representan los doce signos zodiacales.

Le Capitole, el ayuntamiento de la ciudad

En uno de los lados de la plaza, bajo los soportales de la galería, se encuentran unos techos decorados con pinturas al fresco que narran los acontecimientos históricos más importantes de la ciudad.
Enfrente se halla el magnífico edificio del ayuntamiento, del siglo XVIII, cuyo interior no debéis perderos pues en la primera planta se pueden admirar algunos salones ricamente decorados con murales de ilustres pintores impresionistas como Henri-Martin y lienzos de otros autores como Benjamin Constant o Henri Rachou.

A espaldas del ayuntamiento de Toulouse se encuentra el acceso al Teatro del Capitole, templo del Bel Canto y la torre del Donjon, una antigua torre defensiva del siglo XVI que albergaba los archivos de la ciudad y en la actualidad es la oficina de turismo desde 1946.

Le donjon, la oficina de turismo
Abandonamos la plaza con ganas de recorrer un poco más de la bella Toulouse y nos perdemos por las estrechas calles que nos dirigen a la basílica de Sant Sernin. La calle Taur es una típica calle tolosana con comercios de vistosas fachadas de ladrillo entre los que destaca la curiosa, estrecha y original espadaña de la iglesia de Notre-Dame-du-Taur, llamada así en honor al primer obispo de la ciudad, San Sernin, que sufrió martirio por un toro en el siglo III.

Rue du Taur, con la fachada de la iglesia del mismo nombre
La basílica de Saint Sernin es un monumento excepcional construido en el siglo XI en ladrillo y piedra y etapa fundamental del Camino de Santiago en Francia. Forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO por ser uno de los mayores edificios románicos en pie de Occidente. Su larga nave de 115 metros de longitud y 64 de ancho dan una sensación de inmensidad por lo que no es de extrañar que sea uno de los templos más bellos de Francia.

Basílica de Saint Sernin
Su altísimo campanario de estilo octogonal puede verse desde muchos puntos de la ciudad y en su interior puede visitarse también la cripta con multitud de reliquias como los restos de San Sernin. Poseía un magnífico claustro y una abadía, hoy desaparecidos, aunque se pueden admirar algunos de sus restos en el Museo de los Agustinos de la ciudad.

Al lado de Saint Sernin se encuentra el Museo Saint-Raymond, ubicado en una escuela  del s. XVI. Posee una increíble colección de más de mil piezas escultóricas romanas y celtas para los amantes de este tipo de arte.

La palmera de los Jacobinos
Otro de los imprescindibles de Toulouse es, sin duda, el Convento de los Jacobinos (1229). Se trata de un convento dominico en el corazón de la ciudad con ocho siglos de historia. Destacan, cómo no, su edificación en ladrillo de estilo gótico meridional y las enormes y espléndidas vidrieras que adornan el templo, que le aportan una gran luminosidad. Pero el elemento estrella de los Jacobinos es la conocida como "palmera", una columna de donde salen multitud de nervaduras a 28 metros del suelo que soportan las bóvedas de la iglesia. 

Consta también de una torre octogonal de cuatro pisos y 45 metros, un bellísimo claustro con capiteles de mármol y decoración floral y animal, así como varias dependencias en torno al claustro como la sala capitular, la capilla de San Antolín con pinturas del s. XIV o el refectorio, que nos dejaron realmente impresionados.

Pont Neuf
Muy cerca de aquí se encuentra el río y el antiguo puerto de Toulouse a cuya orilla se puede acceder descendiendo una rampa. Se ha habilitado la zona como un parque y un paseo recorre la ribera del Garona desde donde se obtienen unas fantásticas vistas de La Grave, el antiguo hospital de la ciudad con su reconocible cúpula, o del Pont Neuf, el puente nuevo, curiosamente el más antiguo de la ciudad, que se construyó para soportar las continuas crecidas del Garona que habían asolado los anteriores puentes levantados para cruzar el río como el Pont de la Daurade del que apenas queda un pilar al lado del Hospital de peregrinos.

Junto al puente no dejéis de entrar a la basílica de la Daurade, en la que se venera la imagen de una virgen negra. La fachada que da al río asemeja a un templo romano y se cree que bajo sus cimientos había un realidad un templo del siglo III dedicado al dios Apolo. En su interior existían unos mosaicos recubiertos de oro, de ahí el peculiar nombre de la iglesia.

Animada calle del centro histórico
Siguiendo con nuestro paseo por la ciudad rosa nos topamos con otros magníficos ejemplos de esta arquitectura tan personal como el Hôtel d'Assézat, un edificio renacentista de mediados del s. XVI, proyectado por el afamado arquitecto Nicolas Bachelier. Traspasar su enorme puerta de madera nos adentrará en un bello patio con tres alturas donde veremos columnas de los tres órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio. Merece la pena admirar el fantástico patio y, si disponéis de más tiempo, acceder al museo Fundación Bemberg, donde un coleccionista de arte argentino ha cedido su colección a la ciudad por un plazo de 99 años.

Hôtel d'Assézat
Pero, en Toulouse, el museo que guarda los mayores tesoros artísticos de la ciudad es el Museo de los Agustinos. Este espectacular museo de bellas artes se encuentra situado en un convento (s. XIV-XV) que ha sido declarado Monumento histórico. Lleva funcionando como museo la friolera de 224 años, poco después de la creación de Museo del Louvre de París y entre sus obras más relevantes destacan los capiteles de los edificios religiosos más importantes de Toulouse del siglo XII. Sus estancias y su claustro gótico son impresionantes y tiene también varias salas dedicadas a pintura de los siglos XVII al XX.


Musée des Augustins
A no mucha distancia del museo os toparéis con la catedral de Toulouse. Después de haber visto la basílica de Saint Sernin y los Jacobinos parece que ya no podemos impresionarnos más pero no os perdáis la magnífica Cathédrale de Saint-Étienne, cuyo estilo arquitectónico la hace única, por un lado veremos la nave principal, la Raymondine, en gótico meridional y al lado un añadido en estilo nórdico donde se ubica el coro. El interior es igual de sorprendente con sus vidrieras, sus altos techos, el retablo, el órgano a 17 metros de altura, las numerosas capillas y el inmenso rosetón. Su construcción duró 5 siglos ni más ni menos por lo que ha sufrido numerosas transformaciones.

Catedral de Toulouse
Finalmente Toulouse también es conocida por el Canal du Midi, una ingente obra de ingeniería que une el río Garona a su paso por la ciudad con el Mar Mediterráneo. Esta obra hidráulica de 241 kilómetros de longitud construida en el siglo XVII, servía tanto para el transporte de mercancías como de pasajeros y funciona con un sistema de esclusas que lo hacen navegable hoy en día. Existen varias posibilidades de recorrerlo: en bicicleta por los senderos que discurren paralelos al canal, en barco de recreo o a remo.

Canal du Midi
Estas son algunas de las actividades y visitas que la ciudad de Toulouse ofrece al visitante. ¿Te las vas a perder?



Susana

3 comentarios :

  1. Un gratificante paseo por esta acogedora ciudad francesa donde la historia y los monumentos están presentes por todos sitios. Me ha encantado este lugar.

    ResponderEliminar
  2. Pues no conocía a nadie que hubiese volado por 16 euros, ni nada parecido, a ninguna parte. Ahora os conozco a vosotros dos, pero yo tampoco me lo he creído nunca.
    Desde luego Toulouse tiene muy buena pinta y muchas cosas interesantes para visitar. Me ha gustado mucho el campanario de Saint Sernin, la columna de los Jacobinos y el precioso sitio donde está instalada la Oficina de Turismo.
    Una propuesta de escapada estupenda para un fin de semana o un puente.

    ResponderEliminar
  3. Desde luego Toulouse es una visita imprescindible. He visto una arquitectura maravillosa con algunos edificios excelentes además recorrer sus calles tiene que ser un placer, disfrutando de tantos monumentos.

    ResponderEliminar

"