Durante nuestra estancia en Nerja
nos propusimos hacer una excursión para pasar el día, y nos decidimos por
recorrer parte de La Axarquía y visitar Frigiliana.
Dejando la costa nos adentramos
por pequeñas carreteras, cruzamos montes
y valles viendo un paisaje salpicado de pequeños pueblos, cortijos, casas
rurales y árboles de aguacate.
Al norte de la Comarca de La
Axarquía, en las laderas de Sierra Tejeda, llegamos a Canillas de Aceituno,
pueblo de origen morisco. En el municipio está la montaña más alta de esta
Sierra, La Maroma. Desde Canillas parten rutas para llegar a su cima (2.069
metros de altitud)
Paseando por sus calles se pasa
por rincones pintorescos y por la Casa de la Reina Mora, incluida en la Ruta
Mudéjar de la zona.
Nos acercamos hasta aquí en busca
de la gastronomía local. Comimos en el Restaurante "La Sociedad":
potaje de hinojo, calabaza moreada, croquetas de morcilla canillera y chivo al
horno de leña. Resultó una comida sabrosa y bien hecha. Las elaboraciones con
una gran influencia de la cocina andalusí me resultan deliciosas.
Ya de vuelta a Nerja, nos dirigimos antes a Frigiliana, considerado uno de los pueblos más bonitos de España y de los más visitados en Málaga y, en general, en Andalucía. Está en un enclave privilegiado entre la montaña y el mar.
Con una entidad propia, las empinadas
calles y casas de esta localidad son su mayor atractivo. Su casco histórico es
de trazado árabe y está Declarado Conjunto Histórico Artístico. A pesar de la
gran cantidad de turistas que recibe, sobre todo durante el verano, se mantiene
limpio, cuidado y está muy bien conservado.
En algunas paredes y fachadas de
las viviendas hay mosaicos de cerámica en los que se van relatando sucesos que ocurrieron entre moriscos y
cristianos.
Nos encontraremos con un edificio
que destaca por su tamaño, la antigua Casa de los Condes de Frigiliana, popularmente
conocida como "El Ingenio". Este caserón del siglo XVI es en la
actualidad la única fábrica en Europa de miel de caña.
Aunque hoy en día ha descendido la producción, ésta era una zona con grandes
plantaciones de caña de azúcar.
Las sencillas casas encaladas y
los pequeños pasajes que comunican los callejones crean un entramado
laberíntico que invita a perderse por cada recodo.
Inma
Inma
Hace algunos años que recorrí la costa tropical y me maravillé con la naturaleza de la zona, sus bonitas playas y pequeños pueblos. Sin embargo, en aquella ocasión no tuvimos tiempo de conocer la Axarquía y en particular, el precioso pueblo de Frigiliana. Créeme que sus calles y casitas me han parecido fascinantes, incluso el mosaico de su pavimento. Todo me recuerda a un antiguo escenario de alguna obra de Lorca. Es una excelente propuesta, Inma.
ResponderEliminarInteresante visita a este pueblo maravilloso. La ubicación es magnífica con calles muy cuidadas y agradables para dar un paseo y perderse por todos sus rincones.
ResponderEliminarHace unos años estuvimos en Frigiliana y me encantó. Recorrer sus estrechas calles es un placer, cada rincón te sorprende con sus casas tan blancas, me pareció que era de postal. Un pueblo muy bonito!!
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