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Postdamer Platz, antes y después de la 2GM |
Viene de Ruta Todo Berlín - 1ª parte
Necesitábamos un respiro tras 2 horas de ruta por el centro de Berlín, nuestros pies nos lo pedían así que, tras el receso, seguimos recorriendo el itinerario histórico que Ricard nos había trazado.
Nos habíamos quedado en
Checkpoint Charlie uno de los puestos fronterizos diseminados alrededor del perímetro del muro donde se controlaban las entradas y salidas de los habitantes del Berlín occidental. Sí, resulta curioso que la creencia popular sea pensar que eran los habitantes del este de Berlín los que estaban rodeados por el muro de la vergüenza cuando, en realidad, los que habían quedado cercados eran los aliados - con la diferencia de que ellos disponían de su aeropuerto para poder volar a cualquier lugar del mundo o con salvoconductos atravesar Alemania y moverse con libertad. Tras perder Alemania la 2ª Guerra Mundial, Berlín quedó repartida del siguiente modo:
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División sectorial de Berlín en 1949, la línea rosa sería el muro |
Cada uno de los 81 puestos fronterizos distribuidos a lo largo de la línea rosa se denominaban siguiendo el alfabeto internacional: alfa, bravo, charlie, delta, echo..... Por tanto, el tercer punto de control era Checkpoint Charlie. En la actualidad unos actores ataviados con uniformes rusos y americanos a cada lado del puesto respectivamente se hacen fotos con los turistas y sellan pasaportes en la garita por 5 euros. A pocos pasos se encuentra el Museo Checkpoint Charlie que está dedicado al muro y a los puestos de control. Nosotros continuamos el paseo sin entrar al museo. Para los interesados, el museo está abierto a diario de 09:00 a 20:00 y cuesta 12,50 euros la entrada. La exposición se queda un poco pequeña para todo el material que se encuentra expuesto y suele estar repleta de gente, así que paciencia.
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Un Trabant, el coche de la RDA |
En la misma calle Zimmerstraße, un poco más adelante, se encuentra el
Museo del Trabi. Un museo dedicado al único coche que una familia de la RDA podía comprar en toda su vida. Las familias lo solicitaban y esperaban a que el estado se lo concediera. Había una larguísima lista de espera, a veces más de 20 años, para conseguir este vehículo de fabricación rusa. Los que tengan curiosidad pueden dar una vuelta en uno de estos coches en el Trabi World, situado enfrente, donde se organizan rutas en Trabi por Berlín o a lo largo del antiguo recorrido del Muro. Un pintoresco modo de conocer la ciudad.
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La triada del terror: Goebbels, Göring y Hitler |
Ricard nos dirige ahora hasta un trozo casi intacto de muro en un enorme solar. Tras él se encontraba el sitio donde los sospechosos de colaborar con los aliados en Berlín oriental eran a menudo llamados a declarar. Uno de los lugares más temidos de la ciudad, el cuartel general de la Gestapo. Su nombre actual es
Topografía del Terror, lo que nos permite intuir lo que vamos a encontrar allí. Se trata de una exposición levantada sobre los restos del cuartel de la Gestapo que cuenta la sórdida y escalofriante historia de la policía secreta de Hitler durante los años 1933-1945. Los que se oponían al régimen nazi eran interrogados primero y después detenidos y torturados en uno de los lugares más terribles de Berlín. Los paneles informativos están en alemán e inglés aunque no hace falta saber ninguna de estas dos lenguas para entender el alcance de los hechos que allí se perpetraron. La entrada es gratuita y abre todos los días de 10 a 20. Tras un paseo de unos 15 minutos salimos espantados y con los pelos de punta. Era como estar viendo una película de terror.
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Exposición Topografía del Terror, al fondo el edificio de la Luftwaffe |
Justo enfrente de este lugar permanece en pie, intacto, el edificio de la
Luftwaffe, las fuerzas aéreas alemanas, que se libró milagrosamente de los bombardeos. Es una mole de hormigón gris y horrenda, llena de ventanitas. Quizás la suerte evitó que fuera destruido por las bombas sin embargo, existen otras teorías acerca de por qué sigue en pie. Los berlineses tienen mucha manía al edificio por razones históricas pero también porque en la actualidad es la sede del Ministerio de Hacienda.
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Placa conmemorativa del Muro |
Nuestro guía nos dice que aún nos queda por conocer una de las plazas más importantes de Berlín, sobre todo antes de las dos grandes guerras, Postdamer Platz. Hacia ella nos dirigimos mientras unas marcas en el suelo de la calle llaman nuestra atención. Son unas placas que indican el recorrido que seguía el muro. Ahora es muy sencillo cruzar de un lado a otro, ¿verdad?
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Réplica del primer semáforo instalado en Europa |
Por desgracia Postdamer Platz quedó completamente arrasada durante la 2GM y posteriormente partida en dos por el muro. Nadie caminaba ya por esta plaza que, a comienzos del s. XX, llegó a situar a Berlín entre las ciudades europeas más populosas y modernas, llegando incluso a contar con el primer semáforo de Europa. Se ha colocado una réplica del mismo en el centro de la plaza que ha sido totalmente rehabilitada y está plagada de edificios de diseño. En ella también encontraréis algunas secciones de muro que se han dejado para el recuerdo. Hoy en día la construcción que más llama la atención es el Sony Center, un moderno complejo arquitectónico formado por altos edificios que rodean una plaza llena de locales de ocio, comercios y cines, cubierta por una enorme cúpula que cambia de color. Resulta espectacular visitarla de noche iluminada mientras tomáis una cerveza en la plaza.
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Complejo Sony |
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Cúpula del Sony Center |
Estamos muy próximos ya al final de nuestro recorrido cuando llegamos a una de las partes más tristes de la visita, el
Monumento al Holocausto. A medio camino entre Postdamer Platz y la Puerta de Brandeburgo se encuentra una enorme explanada que alberga 2711 bloques de hormigón de distintas alturas. Desde su inauguración hace 10 años ha sido un lugar controvertido que no ha dejado indiferente a nadie. A mi me pareció un sitio solemne de visita obligada que debe recorrerse sin prisa antes de formarse una opinión. Cada cual puede entrar y encontrar su propio camino de salida entre los bloques. Para completar la visita os recomiendo acceder al centro de información que se encuentra debajo para entender lo que ocurrió durante el holocausto en toda su magnitud. Eso sí, mentalizaos antes de entrar porque lo que allí se expone no es agradable.
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Monumento al Holocausto |
Una de las salas más impactantes es la que muestra sus paredes cubiertas con los nombres y años de nacimiento y muerte de las víctimas del holocausto. Me impresionó mucho el ambiente que se respiraba en la exposición, todo el mundo permanecía en silencio escuchando sus audio-guías o leyendo los paneles y, de verdad, la atmósfera resulta agobiante. La visita guiada de Ricard no contemplaba la entrada al centro de visitantes y por eso, lo dejamos para el día siguiente que dispondríamos de más tiempo.
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Centro de Información del Holocausto |
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Hotel Adlon, Pariser Platz |
Hace ya más de cuatro horas que comenzó el paseo cuando, finalmente, alcanzamos
Pariser Platz, la plaza donde desemboca la avenida Unter den Linden y sobre la que se levanta la conocida
Puerta de Brandeburgo. Tras la victoria de Prusia sobre las tropas de Napoleón esta plaza pasa a denominarse Plaza de París. Por ella han desfilado desde las tropas de los Hohenzollern, hasta las de Hitler o el ejército de la RDA. Todos los edificios que la rodean han sido reconstruidos en los 90, solo la puerta permaneció en pie después de los bombardeos. La puerta de Brandeburgo data de 1791, construida en estilo neoclásico y trata de imitar el estilo del Partenón de Atenas. Tiene 26 metros de alto y está coronada por una escultura de cobre que representa a la diosa Victoria sobre una cuádriga. La cuádriga no es la original sino una copia hecha en la RFA en 1969 ya que la anterior fue destruida durante la 2GM. Hoy en día esta puerta, por la que no volvieron a circular personas hasta el año 1989 ya que quedó en tierra de nadie al levantar el muro, ha recuperado todo su esplendor y simboliza la unión del pueblo alemán. Es, con diferencia, el lugar más fotografiado de Berlín.
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Puerta de Brandeburgo |
Y bajo la Puerta de Brandeburgo termina nuestra completa ruta por Berlín. Estamos cansados, hambrientos y está empezando a llover. Nos despedimos de nuestro guía, encantados con la visita, en busca de un sitio para comer y refugiarnos del aguacero. Han sido algo más de cuatro horas trepidantes y llenas de historia y emociones. Berlín no oculta su pasado y esperemos que no lo olvide.
Susana
Hasta 20 años de espera para que el estado te concediera tener un coche de fabricación rusa ¡! Vaya ¡!
ResponderEliminarNo me extraña que salierais horrorizados de la exposición montada sobre los restos de lo que fuera el cuartel de la Gestapo. Sin palabras…
Y no es por nada pero ya podrían haber puesto en otro lugar el Ministerio de Hacienda.
Uno de los lugares que me gustaron en Berlín, fue la puerta de Brandeburgo, uno de los símbolos de la ciudad. Una zona siempre llena de turistas.
Interesante ruta, Susana, y muy bien contada. Seguiremos leyendo lo próximo que nos relates de vuestro viaje, gracias por compartirlo.
Fue un acierto realizar esta ruta, muy muy recomendable. Conocer un poco de la historia de Berlín te ayuda mucho para saber donde te encuentras. La capital de Alemania, 25 años después de la caida del muro, sigue en reconstrucción, y lo que queda. A mi modo de ver lo están haciendo con criterio y están consiguiendo que sea una referencia cultural y turística en Europa. Susana has contado muy bien esta ruta, fue genial y te ayuda mucho para después conocer a posteriori los lugares visitados. Por cierto conocer la Puerta de Branderburgo fue un lujazo, un símbolo del siglo XX. Un gran trabajo Susana, enhorabuena.
ResponderEliminarTiene que ser sobrecogedor adentrarse entre los bloques de hormigón de diferente tamaño, un lugar que seguro te hace recapacitar y recordar a todas las víctimas del holocausto. Me está resultando un excelente tour, muy bien explicado, un recorrido histórico y didáctico. Aunque imaginaba la Puerta de Brandeburgo un poco más grande, aún así, me parece un monumento, maravilloso y grandioso.
ResponderEliminarLa verdad que es muy interesante lo que nos estas contando sobre Berlín y este recorrido a pie nos da la oportunidad de ir viendo todo detalladamente porque hay mucho que ver. Aunque he de decir que me ha dejado mal sabor de boca la sala que muestra los nombres y fecha de nacimiento de las victimas del holocausto, imagino que es una visita indispensable y forma parte de la historia.
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