En Portugal junto a Penalva do
Castelo, a 25 kilómetros de la ciudad de Viseu, está situada la primera
franquicia de la prestigiosa cadena española de Paradores de Turismo. Y en mi
opinión ha sido todo un acierto.
Es un sitio estupendo, perfecto
para una escapada y disfrutar de la antigua casa del Gobernador de la Capitanía
de Mato Grosso “Selva Espesa” en Brasil. Luís de Albuquerque de Mello Pereira y
Cáceres (1739-1797) fue un personaje relevante del siglo XVIII, noble de la
Casa Real Portuguesa que ostentó el
cargo de Capitán General.
El palacete, de estilo barroco, tiene una imponente fachada
y en ella un gran escudo de armas nos recibe a nuestra llegada.
Uno de los grandes atractivos de
este nuevo Parador son sus magníficos jardines. El Jardín Francés tiene setos
perfectamente recortados con formas geométricas. Está primorosamente cuidado,
los parterres se adornan con rosas,
dalias y camelias además de otras flores. Hay gran variedad de plantas y árboles como bambú y magnolias, una de
ellas plantada en 1842. El estanque con cisnes, patos y peces, y una fuente con
flores de loto añaden espectacularidad al recinto.
El Jardín Inglés contrasta con el
Francés por la diferencia de especies y en la forma de su trazado.
Desde su monumental terraza hay
una panorámica maravillosa de los jardines y la campiña.
Paseando por la gran finca hay
campos de manzanos, de cardos y de frambuesas. Y nos encontraremos con
encantadores rincones como el Estanque de los Jarros o el Cruce de las Cuatro
Virtudes.
La mansión recrea un ambiente
extraordinario. En las salas-museo se conservan pinturas, porcelana, muebles y
recuerdos pertenecientes a la familia Albuquerque.
Se puede entrar a la Capilla; y tiene otra parte de los edificios dedicada a
exposiciones en las que hay mapas y láminas de la fauna y flora de Mato Grosso,
así como utensilios de caza y pesca de los indígenas brasileños.
También se puede visitar la
antigua herrería, el puesto de transformación eléctrica, y la fábrica de hielo, la única que existía por
aquel entonces en la región y desde la cual se transportaba durante la noche el
hielo al hospital de Viseu.
La planta de generación de
energía además de dar servicio a las instalaciones de la finca proporcionaba
servicio a los pueblos de Ínsua y Penalva do Castelo, siendo los primeros
sitios en el país en tener suministro de electricidad.
Casa da Ínsua contaba con caballerizas,
garajes y almacenes, además de un molino de agua, incluso tenía una escuela para los hijos de los trabajadores
del Palacio y de la Finca.
Las habitaciones del Parador son
acogedoras, amplias y muy agradables. Algunas dan al Patio de la Fuente, al Ala
del Claustro o a la Bodega. Las habitaciones superiores están en el propio
Palacio y tienen unas increíbles vistas a los jardines.
El Parador tiene instalados en la
Casa da Quinta unos coquetos apartamentos de 1 y 2 dormitorios con cocina.
El personal, tanto en la dirección como en el restaurante y recepción es muy atento, cercano y amable,
brindando un servicio de calidad.
El restaurante es estupendo con
un alto nivel en su cocina. Tuvimos la
oportunidad de probar varios platos de su carta y nos gustaron mucho, se nota
que están elaborados con mimo e interés: carpaccio de pulpo, arroz con cabrito, castañas y setas, arroz de bacalao con
verduras y pastel
de cardo con helado de queso local fueron algunas de sus acertadas sugerencias.
En la carta de vinos hay caldos de la Regiao Demarcada do Dao, incluyendo los producidos en la finca del propio Parador. En el completo buffet del desayuno se pueden probar los quesos y mermeladas que se elaboran aquí mismo. Después de haber visto a las cabras y ovejas en los pastos es una gozada tomar estos quesos de producción limitada. Así como saborear las mermeladas y compotas artesanales hechas con los productos que crecen en estos terrenos.
Estas elaboraciones gourmet (quesos,
mermeladas y vinos) pueden comprarse en el mismo establecimiento y así nos
llevaremos, a casa o para regalar, algo único.
Inma
He alucinado con este nuevo parador franquiciado en Portugal. Impresionante la finca que lo rodea con unos jardines espectaculares. Un lugar para relajarse, pasear y degustar magníficos platos. Enhorabuena Inma por tu minucioso trabajo el que has realizado sobre este fantástico alojamiento, dan ganas de coger carretera y manta, presentarse allí y olvidarse de todo.
ResponderEliminarMe ha parecido un Parador muy agradable para pasar una agradable estancia, en un entorno precioso con unos jardines impresionantes. Las instalaciones en general muy acogedoras, es sin duda un auténtico rincón para disfrutar de la paz, el sosiego y el ambiente que proporciona el lugar.
ResponderEliminarUn parador muy acogedor, ubicado en un edificio interesante. Lo que más me ha gustado son los impresionantes jardines que tiene.
ResponderEliminarUna buena propuesta de Paradores, para dar a conocer el patrimonio artístico que hay fuera de nuestras fronteras.
Impresionante el nuevo establecimiento de Paradores en territorio portugués. Es todo un hotel de 5 estrellas. Me han encantado tanto las instalaciones comunes como las habitaciones o el entorno en el que se encuentra este nuevo Parador, un espectacular parque rodeado de vegetación. Estamos deseando conocerlo. Un acierto este artículo, Inma. Felicidades.
ResponderEliminar