Resulta difícil llegar a conocer todos los lugares y paisajes de Cantabria pues es una "tierruca" con multitud de parajes naturales y pueblos muy bellos, algunos de difícil acceso. El pasado verano hemos vuelto al Parque Natural Collados del Asón, esta vez para remontar el río en sus inicios y llegar hasta la cascada donde nace y se precipita corriente abajo. Lo teníamos pendiente desde hace algunos años que pasamos por allí y lo vimos desde la carretera.
Cascada del Asón desde la carretera |
En nuestro camino hacia el parque, dejamos la autovía A8 en Solares y nos dirigimos hacia Liérganes para subir el puerto de Alisas hasta alcanzar el municipio de Arredondo, también conocido como la "Capital del mundo". Este sobrenombre deriva de su gran prosperidad durante el siglo XIX y comienzos del XX, gracias a la cantidad de lugareños que emigraron a América a hacer fortuna. A su regreso al pueblo todos ellos poseían mucho dinero, lujosos coches y grandes y novedosos ingenios que asombraban a propios y extraños. Los indianos construyeron enormes mansiones y paseaban con los últimos modelos de automóviles del mercado.
En la actualidad Arredondo ha perdido gran parte de sus casas señoriales y de su población. Algunas de las mansiones muestran un aspecto descuidado y el pueblo está muy envejecido debido a la marcha de sus habitantes a lugares mejor comunicados y prósperos.
En la entrada al pueblo se encuentra la iglesia de San Pelayo construida en estilo neoclásico en el siglo XIX. Cuenta con una alta torre exenta que parece un faro y desde la que, según cuenta la leyenda, se podía ver Santander. Dimos un paseo, tomamos café en el bar Americano y compramos unos bocadillos para la caminata remontando el curso del Asón " el único río que va pa'rriba". No, no nos hemos vuelto locos, se trata sólo de un juego de palabras. Efectivamente, a pocos kilómetros de aquí el Asón pasa por el pueblo de Riba, en el municipio de Ruesga.
Cascada de Cailagua |
Durante el recorrido atravesamos verdes praderas con cabañas de pastores, oscuros senderos cubiertos de hayas y espinos, extrañas plantas, saltamos piedras para cruzar el río en varias ocasiones y nos dejamos atrapar por un bosque cubierto de musgo y hojas, con rocas de formas caprichosas y helechos por todas partes. Una preciosidad, como de cuento de duendes y hadas. Estuvimos haciendo fotos y deteniéndonos a cada paso, en cada rincón.
Hacia el final la ruta se divide en 2 senderos que van a parar a la cascada por lo que decidimos tomar el de la derecha, muy empinado y lleno de rocas donde tuvimos incluso que vadear el río (afortunadamente en verano lleva poca agua) y volver por el otro que da un rodeo pero es mucho más fácil de transitar. El primer sendero no es recomendable en época de lluvias, invierno o primavera. Enseguida escuchamos el sonido del agua y vemos el salto de la cascada, también denominada "Cailagua" por la que el Asón se precipita desde unos 70 metros de altura. En la cascada encontramos bastante gente descansando de la caminata y todos aprovechamos para hacernos fotos y sentarnos a comer el bocata que ya era hora.
Bosque de musgo |
Era el momento de regresar sobre nuestros pasos y aunque empleamos menos tiempo en volver, las nubes comenzaron a alcanzarnos. Caían ya algunas gotas cuando llegamos al coche.
Nuestro siguiente destino ese día era La Gándara, un municipio muy próximo donde hay un centro de interpretación del parque y una zona recreativa al final de la cual se halla un mirador colgante desde el que se contempla una excelente panorámica del valle de Soba pero el día continuó empeorando y apenas veíamos ya nada ascendiendo el puerto de la Sia a causa de la niebla por lo que pusimos rumbo a Santander por la carretera hacia Ramales de la Victoria y regresando ya por la autovía donde cruzamos el puente sobre el río Asón que desemboca, dejando atrás Ampuero, en las marismas de Santoña.
Susana
Me ha perecido curioso lo que comentas de Arredondo "la capital del mundo" por la gran prosperidad que llegó a tener el pueblo.
ResponderEliminarUna excursión perfectamente explicada y detallada, Susana, si alguien se pierde después de leer esto no tendría perdón. Muy bonita la cascada y el bosque de musgo.
Una ruta de esas ni cortas ni largas, de las que te quedas con muy buen sabor de boca, porque tiene mucho en poco espacio, preciosos bosques y prados, un río al que vadeas en varias ocasiones, plantas curiosas y únicas y como colofón a la ruta una cascada de impresionantes dimensiones. Fue un gran día aunque no en lo meteorológico, pero merece la pena aunque esté nublado, volveremos con sol si o si. Gran post Susana, seguro que cuando lo lean la gente se animará a conocerlo.
ResponderEliminarEn mis viajes a Cantabria pase cerca de esta cascada en dos ocasiones, siempre me llamó la atención por el peculiar paraje en el que se encuentra cuando la veía desde la carretera. Un buen día volví a pasar junto a ella y decidí dejar el coche en la cuneta para acercarme sin saber bien por donde a la cascada. Encontré un pequeño sendero entre un impresionante bosque que me dejo en menos de media hora caminando bajo la cascada.
ResponderEliminarUna buena propuesta Susana por estos paisajes y pueblos de ensueño.
Muy interesante la propuesta para cuando uno viaje a Cantabria. Me parece un sitio precioso, un bosque donde no importa perderse por un tiempo con un final en una asombrosa cascada donde refrescarse en días calurosos.
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