Después de la derrota del último
emperador bizantino, el sultán Mehmet II ordenó levantar esta mansión dominando
El Bósforo, entre el Cuerno de Oro y el Mar de Mármara. Con sus 700.000 metros cuadrados
el Palacio de Topkapi fue la sede del Imperio Otomano y la residencia de los
sultanes hasta el siglo XIX
Inaugurado en 1465, fue ampliado
por los diferentes gobernantes de la época imperial, por lo que cuenta con
varios edificios, suntuosos pabellones, terrazas de mármol, patios y jardines.
Una de las zonas más visitadas es el Harén, el lugar donde residía la familia
del sultán y sus concubinas, además de un gran número de distinguidas mujeres
que formaban la corte y otro grupo de bellas jóvenes que trabajaban como
sirvientas. De la organización de esta parte tan especial del palacio se
encargaban los eunucos.
En la Sala del Consejo Imperial, el
sultán, tras una rejilla dorada, escuchaba las propuestas de los ciudadanos,
recibía a los mandatarios extranjeros y aprobaba las leyes.
Las estancias donde se expone el
Tesoro guardan valiosas colecciones de cuadros, tronos, armas y joyas,
como el famoso diamante de 86 quilates,
uno de los más grandes del mundo, y el
puñal Topkapi con empuñadura de oro y 3 enormes esmeraldas.
Cruzando la puerta de La Felicidad, en el tercer
patio, custodiadas por su guardia personal, estaban las dependencias privadas
del sultán que era atendido por influyentes y fieles eunucos. En el
guardarropa imperial se puede ver una
curiosa colección de túnicas, kaftanes y uniformes.
Después de visitar Topkapi, donde
tuvieron lugar numerosas intrigas, romances y privilegios, queda la sensación
de haber recorrido un lugar mágico con una subyugante atmósfera.
El Palacio de Dolmabahçe se construyó en 1843 en una superficie de 15.000 metros cuadrados.
Entre las dependencias oficiales y las estancias privadas tiene 285
habitaciones, y se utilizó como residencia de los sultanes sustituyendo al
palacio Topkapi. Seis sultanes residieron en este palacio que es una
combinación del estilo tradicional otomano junto con el neoclásico, barroco y
rococó. Ha estado habitado hasta 1924.
En su interior durante la visita
guiada no está permitido hacer fotografías. Posee una recargada decoración,
como la impactante Escalera de Cristal de Baccarat. La Sala Ceremonial
tiene una alfombra de 124 metros cuadrados y un candelabro de cristal
de 4 toneladas. El Salón del Trono impresiona por sus dimensiones, 2000 metros cuadrados.
Todo el palacio refleja una ultima exhibición de poder ante lo que sería el
inminente declive del imperio otomano.
En Dolmabahçe falleció, en 1938, el fundador y primer presidente de la República, Mustafa Kemal Atatürk, se puede ver su habitación y la cama cubierta con la bandera turca. El presidente utilizaba parte del palacio cuando permanecía en Estambul.
Lo que me parece más excepcional
de este palacio es su ubicación justo al borde del Bósforo, el estrecho que
divide la ciudad de Estambul y a la vez une Europa y Asia, como si fuera una
metáfora ante los cambios que ha experimentado Turquía.
Inma
Impresionantes las imágenes de estos 2 palacios. Son ejemplos del poder y la pujanza que tuvo Estambul y cómo llegó a dominar el Mediterráneo. Desde luego que su situación a orillas del Bósforo servían a la vez para atemorizar y sorprender a los enemigos y visitantes que alcanzaban estas costas. Estoy segura de que disfrutaste muchísimo recorriendo las hermosas salas adornadas con azulejos e imaginando a las princesas y reyes que allí habitaron. Gran trabajo.
ResponderEliminarNos pasamos a comentaros que os hemos nominado a los premios Liebster Awards! Podéis verlo en nuestro blog! Un saludito viajero!
ResponderEliminarBonito viaje del que me llama la atención todo, tiene que ser una experiencia muy enriquecedora convivir con una cultura tan opuesta a la nuestra en un país que tiene mucho que ofrecer, sobre todo en estilos arquitectónicos con tantos contrastes. Me encantan los palacios son preciosos.
ResponderEliminarLeyéndote y viendo las fotos descubro nuevos rincones que dan unas ganas tremendas de conocer.
Qué variedad de estilos arquitectónicos tiene esta increíble ciudad. Me han gustado mucho la suntuosidad de estos palacios y el entorno donde se encuentran ubicadas. Por lo que estoy viendo Estambul es una ciudad con muchos contrastes que aún conserva el encanto de épocas pasadas.
ResponderEliminarVaya despliegue de medios, qué grandiosidad. Visitando este lugar te puedes imaginar lo que fue el imperio otomano. Es un lujo que llegue a nuestros días y podamos admirarlo. Estambul es de esas ciudades que son historia en sí misma. Gracias Inma nuestra reportera internacional más dicharachera. Gran trabajo.
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