Los Tres Reinos de Corea,
manteniendo características sociales y geográficas diferentes, fueron Baekje,
Goguryeo y Silla; éste último conquistó todo el territorio y unificó la península en el año 676. La ciudad de Gyeongju
fue la capital del Reino de Silla durante 1000 años.
Las Áreas Históricas de
Gyeongju fueron nombradas Patrimonio
Mundial Cultural de la
UNESCO. Entre los restos históricos destacan las Tumbas
Reales de la Dinastía
Silla. Se construyeron según los principios del confucionismo
basándose en el “pungsu”, el equivalente a la doctrina feng sui en China. En
aquella época a los reyes, reinas y grandes personajes se les enterraba en
espacios con forma de túmulos. Son como pequeñas colinas hechas de piedra con
una cavidad en su interior. Sobre las piedras se añadía tierra para que
creciera hierba, por eso son tan verdes; tienen un aspecto muy peculiar,
bastante bonito y curioso.
Repartidos por toda la zona hay
más de 200 túmulos pero sólo uno de ellos está abierto a los visitantes, la
tumba del Caballo Celestial o Cheonmachong. Fue excavada en 1973, en su
interior se encontraron más de 15.000 tesoros, entre ellos la corona que se
exhibe en el Museo Nacional de Gyeongju.
El enterramiento en Gwaereung del
rey Wonseong se diferencia de las demás por las estatuas talladas que a modo de
centinelas se encuentran en la explanada de acceso al túmulo real.
La excepción a estos enterramientos
es la tumba subacuática del Rey Munmu situada frente a la playa de Bonggil.
Entre unas rocas formando un pequeño islote se instaló un bloque de granito
para depositar las cenizas del monarca, aunque también se cree que fue
incinerado y sus restos se ofrecieron al mar. Guardo una serena impresión de
este lugar, en la playa había muy poca gente y la bruma cubría el agua, el
murmullo de las olas se mezclaba con los acordes de la música de un sencillo
ritual que se estaba celebrando en la arena frente a la tumba. Fueron unos
momentos muy relajantes sintiendo el aire suave, oliendo a mar y escuchando la
variedad de los sugerentes sonidos.
El estanque Anapji, construido
por el rey Munmu en el año 674, era el lugar que utilizaba como zona de ocio la
familia real, y el rey para su descanso. Al salir de este agradable recinto
ajardinado, hay un inmenso parque de flores de loto, las más grandes que he
visto en mi vida. Las hojas de estas plantas no se pueden abarcar con los
brazos y las flores me parecieron una autentica maravilla. Cerca de aquí está
el Museo Nacional de Gyeongju que guarda la famosa corona de oro de
Cheumgwanchong. En sus salas se contemplan numerosos tesoros del Reino de
Silla.
World Culture Expo Park, es la exposición universal de Gyeongju. Es un parque temático con grandes zonas verdes, juegos infantiles, y ofrece variadas actuaciones. En sus pabellones hay exposiciones que recuerdan la historia del Antiguo Reino y muestras de colecciones centradas en la naturaleza. La Torre Gyeongju, icono de la Exposición Cultural, tiene un original diseño que me gustó mucho, un moderno edificio que perfila la silueta de una pagoda.
La Aldea Tradicional
Yandong está construida sobre una montaña junto a un río. Las casas nobles,
Yangban, con la cubierta de tejas se mezclan con los techos de paja de las
viviendas campesinas. Las casas tradicionales, conocidas como “Hanok” tienen
pilares y suelo de madera, paredes de arcilla y un patio o jardín. Contaban con
una habitación para las mujeres y otra para los hombres, las más grandes tenían
también habitaciones para los huéspedes y para los criados además de un
estanque con flores de loto. Las aldeas se empezaron a formar durante la Dinastía Joseon y
estaban clasificadas por clanes. Algunas de estas casas aún están
ocupadas, sus habitantes mantienen viva
la historia conservando las costumbres.
La Gruta Seokguram, fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995. Era un santuario para el culto privado del rey. Fue construido en el siglo VIII, es una cueva artificial con antecámara y cámara interior. Tiene una cúpula de granito con una imagen rodeada por bodhisattvas “los que buscan la Suprema Iluminación”. El Buda central, custodiado por ocho deidades guardianas, está hecho de una sola pieza de granito sentado sobre un trono de loto, representa “La Encarnación de La Verdad”.
También es Patrimonio de la Humanidad el Templo Bulguksa, uno de los más famosos de
Corea. Construido hacía el año 700 sobre terrazas de piedra, se tardaron 23
años en terminar la obra que se destinó al culto publico. Escaleras, puentes,
pagodas y varios templos budistas se sitúan en una colina al pie de la montaña.
Durante el recorrido se puede ver el Puente de la Nube Azul, el Puente de la Nube Blanca, la Sala del Paraíso, la Pagoda de los Tesoros
Abundantes, el Puente de los Siete Tesoros, y la Puerta hacia el Nirvana.
No me extraña nada que Gyeongju,
la capital ancestral de Silla, sea una de las ciudades más visitadas y
reconocidas de Corea del Sur. Es un lugar fascinante con un encanto muy
especial.
Inma
Un país verdaderamente fascinante. Gran trabajo.
ResponderEliminarSimplemente espectacular. Siempre he dicho que no pensaba que este país tuviese tantos lugares tan interesantes. Me ha sorprendido la forma de enterrar a sus gobernantes en esas especies de montículos, muy curioso.
ResponderEliminarExcelente trabajo Inma y magníficas fotos.
Me ha parecido muy interesante todo lo que nos has ido contando de este sorprendente país. Gracias a ti, hemos ido aprendiendo y conociendo gran parte de su cultura y tradiciones.
ResponderEliminarEspectacular el reino de Silla, los enterramientos en túmulos resultan sorprendente y los templos son una maravilla, todo tan bien cuidado. Gracias por darnos a conocer este país asiático que mezcla tan bien tradición y modernidad. Has realizado un trabajo fantástico, mi más sincera enhorabuena.
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