Busan, situada en el valle
del río Nakdong, está rodeada por un
lado de montañas y por el otro del Mar del Japón. Tiene el puerto más importante de Corea y es la
segunda ciudad más grande del país.
Situado en el mismo muelle donde
los barcos descargan su captura, está el
mercado de pescado más grande de Corea, el Mercado de Jagalchi. En él hay una gran variedad de
productos marinos, algunos de ellos desconocidos para el turista occidental,
por lo que un recorrido por él resulta llamativo. Es un gran edificio de varias
plantas en las que además de vender marisco y pescado se puede tomar cualquiera
de ellos en los innumerables restaurantes de esta inmensa lonja. Nos apetecía
probar esta experiencia y lo primero que hay que hacer es adaptarse a sus
costumbres. Descalzos y sentados sobre tarimas se puede escoger lo que quieres
tomar de comida, aunque es difícil saber finalmente lo que te van a servir, no
sólo preparan el pescado y marisco escogido si no que las guarniciones son tan
variadas que los platos no caben en la mesa. Rodeados de un ambiente
bullicioso, mirando el mar, ha sido una de las comidas más curiosas que hemos
hecho en Corea, aunque realmente cada una siempre ha tenido sus peculiaridades.
La playa Gwangalli, en pleno centro urbano, es uno de los sitios preferidos por las familias y los grupos de amigos para reunirse, en ella muchos jóvenes pasan su tiempo de ocio. En el paseo frente a la playa hay gran cantidad de restaurantes, tiendas y cafeterías. Por la noche las luces del puente Gwangandaegyo enmarcan el horizonte, desde la orilla y a lo largo de esta costa se disfruta de un impresionante espectáculo.
Los grandes almacenes Lotte están
situados en muchos lugares de Corea; el de Busan es un edificio inmenso, cuando
se lleva un rato dentro ya no sabes ni donde estás, pero tiene un gran
atractivo, subiendo a la azotea hay unas vistas estupendas. Me llamó la
atención la cantidad de niños y jóvenes que había en esta terraza. En ella hay cafeterías
y mesas al aire libre, juegos infantiles, incluso un zoológico.
Uno de nuestros objetivos en Busan era visitar Haedong. El Templo Haedong Yonggungsa está situado frente al mar sobre las rocas. Se fundó en 1376 durante el reinado del monarca Gongmin. Siempre hay muchas personas visitándolo ya que es uno de los pocos santuarios levantados en un acantilado, la mayoría de ellos se encuentran en las montañas o en bosques.
El gran espacio que envuelve al templo tiene varios niveles unidos por escaleras y puentes. Una hilera de faroles de piedra marcando el camino de entrada nos acoge, y a partir de aquí por cada explanada o rincón encontramos esculturas y piezas budistas con diferentes formas y por supuesto con sus particulares significados. Cuando el sol comienza a iluminar el agua, desde las rocas se puede contemplar un mágico amanecer absolutamente inolvidable.
Inma
Qué bonito el templo a orillas del mar. Resulta un lugar curioso para ubicarlo, me ha encantado. Sin duda debe resultar interesante elegir tu propio pescado y marisco para que te lo preparen en el mismo mercado y además sin saber cómo te lo van a presentar. La materia prima es fresquísima y tiene muy buena pinta. Ummm ¡Qué hambre! Está fenomenal que podamos conocer otras culturas y costumbres a través del blog con estos artículos tan amenos.
ResponderEliminarUn precioso templo con unas vista al mar , su ubicación le hace tener a un más su encanto, desconocía por completo este pais y veo que es una maravilla .
ResponderEliminarGracias Inma por acercarnos y enserñanos su cultura .
Las fotos muy bonitas .
Corea del Sur es un país poco conocido y por lo que voy leyendo tiene mucho que ofrecer. Me ha encantado el templo frente al mar, le da un toque especial y muy curioso el mercado de pescado.
ResponderEliminarUn viaje impresionante, seguro que ha sido toda una experiencia.
Me ha encantado el templo junto al mar, es una maravilla. El Mercado de Jagalchi tuvo que ser una experiencia única, muy curioso poder comerte el pescado allí mismo. Corea del Sur por lo que estoy viendo tiene mucho que ofrecer al visitante. Gracias Inma por mostrarnos estas tierras lejanas. Estás haciendo un gran trabajo.
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