En la bandera de Corea del Sur se
representan las fuerzas cósmicas del yin y el yang, las energías opuestas y
complementarias que simbolizan el equilibrio y la armonía en la filosofía
asiática. Los dibujos de cada una de las esquinas figuran los elementos del
cielo, la tierra, el agua y el fuego. Un país con una bandera tan
metafórica seguro que tiene mucho que
ofrecer, por eso cuando organizamos nuestro viaje a Corea, y ante el escaso
conocimiento que tenía sobre él, comencé a leer algo sobre su historia y
particular cultura.
Seúl es la capital desde la Dinastía Joseon
(1392) y el río Hangang divide la ciudad, a lo largo de su cauce urbano hay 12
parques y 26 puentes. Es una metrópoli inmensa, moderna y vibrante, con el
atractivo de sus 37 montañas y una abundante vegetación. En ella viven 10
millones de personas y cuenta con innumerables lugares de interés.
En la gigantesca plaza
Gwanghwamum se encuentra la puerta con el mismo nombre, y es la entrada
principal al Palacio Gyeongbokgung, el más grande de todos los palacios que hay
en la ciudad. El rey Taejo, fundador de la Dinastía Joseon ,
lo mandó construir en 1395. En la plaza hay un espacio cultural para rendir
homenaje a dos de los personajes más recordados de la historia del país: el rey
Sejong y el almirante Yi Sun Sin.
El rey Sejong (1397-1450), 4º
monarca de la Dinastía
Joseon , reinó 31 años, durante los cuales hubo una gran
expansión territorial, numerosos avances tecnológicos, varios desarrollos
científicos y sobre todo demostró un gran amor a su pueblo. El esfuerzo y
dedicación de este dirigente se resume en una de sus frases más conocidas, y
que debería de aplicarse siempre, “El pueblo es la base del país y esta base
debe ser fuerte para que el país esté en paz”.
El rey Sejong el Grande desarrolló
en 1443 el alfabeto coreano llamado “hangeul”, compuesto por 10 vocales y 14
consonantes. La escritura Hangeul fue seleccionada como “Patrimonio Cultural de
Literatura” por la UNESCO.
El almirante Yi Sun Sin fue uno
de los héroes en la historia de Corea. En el siglo XVI hubo dos grandes guerras
contra la invasión japonesa. El Gran Almirante Yi, hombre recto y serio, diseñó
el barco de guerra de la
Armada Nacional de Joseon. Usando los Geobukseon, barcos
tortuga, obtuvo grandes victorias en las batallas por lo que hay varios
monumentos en su honor por el país, y por supuesto en Seúl donde nació este
gran líder militar.
La montaña Namsan se encuentra en
el mismo centro de Seúl, es un lugar muy popular y una gran zona de recreo, se
puede subir a ella en teleférico o caminando por un empinado sendero entre
frondosos árboles. En lo alto se sitúa la Torre N de Seúl con un restaurante y un
observatorio circular desde donde se obtienen unas increíbles vistas
panorámicas.
Además en esta aldea hay un
jardín con estanques y antiguas casas
restauradas para que los visitantes nos hagamos una idea de la forma en la que
vivían sus habitantes. Los edificios que la componen son de madera con espacios
amplios que se usaban de forma distinta dependiendo de la hora del día,
adaptando las dimensiones con paneles móviles creando así diferentes ambientes.
A este estilo de casas tradicionales se le llama “Hanok”. Es muy agradable
pasear por aquí y ver este tipo de construcciones tan diferentes a lo que
estamos acostumbrados.
Jogyesa es el templo budista más
grande de Seúl, está en pleno centro urbano y llama la atención su techo del
que cuelgan miles de faroles de loto. Justo en el momento en que llegábamos comenzaba
una ceremonia de celebración, y aunque no entendíamos casi nada de los
rituales, fue curioso poder asistir y contemplar el respeto con el que
participaban las numerosas personas que allí se congregaron.
En la Plaza de Seúl está el
Ayuntamiento, uno de sus edificios me pareció impresionante, con una
arquitectura muy moderna y un rompedor diseño tanto por dentro como por fuera.
Paseando por la ciudad, vimos bastantes rascacielos con formas novedosas y muy
avanzadas, como Jongno Tower. También me gustó bastante el edificio del Museo
Nacional.
El Museo Nacional de Corea exhibe
más de 11.000 antigüedades y piezas representativas de su historia. Es el mayor
museo del país, y en él destacan una pagoda de diez niveles, la corona dorada
de Silla, antiguos jarrones, esculturas relacionadas con el Budismo,
tradicionales caligrafías, y piezas de celadón. La visita al museo es una toma
de contacto y algo fundamental durante el viaje, nos ayudará a centrarnos y
entender lo que se va a ver en la ruta por el país.
El arroyo Cheonggyecheon con un
curso de agua de casi 6
kilómetros y 22 puentes es una de las zonas de paseo más
refrescantes. Tanto de día como de noche muchas personas disfrutan de él y de
las vistas a la ciudad. Un apacible lugar dentro de la intensa actividad que
tiene Seúl.
El área de Insa-dong es una de las más tradicionales y las calles están llenas de restaurantes, casas de té, galerías de arte y sobre todo comercios de antigüedades con cerámica, muebles y pinturas.
La puerta Namdaemun es uno de los
emblemas de Seúl, era la entrada a un
castillo, fue destruida por un incendio en el 2.008 y posteriormente se ha
restaurado. Cerca hay un mercado al aire libre de los más conocidos en Corea,
el Mercado Namdaemun, su origen se remonta a la Dinastía Joseon.
Uno de los encantos de Seúl son
los mercados, hay uno en cada barrio, a veces están tan extendidos que llegan a
unirse unos con otros. El Mercado de Gwangjang tiene numerosos comercios con
satén, lino y seda para confeccionar los
trajes típicos coreanos, “hanboks”, conocidos como la “Ropa del viento” que se
utilizan en acontecimientos familiares y en las bodas tradicionales. En los
mercados de Namdaemum y en Dongdaemun los olores y colores se mezclan hasta el
punto de tener la sensación de formar parte de ellos. Comercios y puestos
callejeros inundan las calles vendiendo comida, artesanía, sombreros, calzado, abanicos, té, objetos lacados, fruta, raíces secas y en polvo, sobre todo ginseng
coreano para prevenir enfermedades y cargar de energía nuestro organismo. Seguramente en los
mercados coreanos se puede encontrar cualquier cosa que se nos pueda ocurrir,
tienen una intensa actividad durante todo el día, que no decae por la noche
cuando miles de luces animan las calles.
Inma
que pasada de viaje, me encanta
ResponderEliminarhttp://losviajesysibaritismosdeauroraboreal.blogspot.com.es/
Un viaje increíble a un país desconocido para los occidentales. Creo que te trajiste de vuelta un gran conocimiento de Corea y su cultura, una verdadera joya a descubrir. Es una pena la situación que viven sus vecinos del norte pero eso no debe restar importancia a un país que conjuga tradición y modernidad como es Corea del Sur. Un gran trabajo, Inma. Me han gustado mucho el texto y las fotos que lo acompañan.
ResponderEliminarComo siempre un viaje precioso y unas fotos estupendas. Por lo que he ido leyendo es un lugar que promete (aunque no esté en mis prioridades). Lo bueno de tus artículos es que nos descubres lugares que, al menos yo, no tenía en mente.
ResponderEliminarVeo este país conjuga lo antiguo y lo moderno. Ha tenido que ser una experiencia única para vosotros. Con la lectura de este gran artículo me he hecho una idea de como es Seul. Hasta ahora solo lo conocía por los Juegos Olímpicas y por sus marcas tecnológicas. Un gran trabajo Inma.
ResponderEliminarUna pasada de viaje Inma ,me alegro mucho que disfrutara de el ,gracias a ti he descubierto este país con tantos contrastes que desconocía por completo , las fotos son increibles muy bonitas .
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