Había pasado junto a Carmona en varias ocasiones, pero jamás había estado en sus calles. He ido al fin, de manera exclusiva y no de paso. Y nunca llegué a imaginar que me iba a encontrar con uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de nuestra Península.
Fueron los cartagineses los que bautizaron a Carmona con el nombre de Kar-Hammon, la ciudad dedicada al Dios del Sol, Hammon. Debido a su situación privilegiada dominando las fértiles tierras del bajo valle del Guadalquivir Carmo, como la denominaron los romanos, pronto se convierte en un importante enclave donde construyeron una necrópolis fuera del recinto amurallado y en las inmediaciones de la calzada que comunicaba Corduba (Córdoba) con Hispalis (Sevilla).
Tumba de Servilia |
En Carmona me encontré con esta interesante necrópolis romana, descubierta hace poco más de cien años, gracias a la iniciativa del farmacéutico del pueblo y de un arqueólogo inglés. La necrópolis se sitúa en torno a los siglos I y II d. C. época en la que el ritual más frecuente de enterramiento entre los romanos era la incineración. Durante las excavaciones del terreno se han encontrado varias tumbas y pequeños nichos en cámaras subterráneas donde se encontraron urnas de cerámica y piedra que guardaban las cenizas de los difuntos. Además de restos de monumentos funerarios tartessos (siglo VII a.C.).
Cámara subterránea |
Dentro del recinto funerario encontramos dos tumbas que destacan entre el resto: La Tumba del Elefante y La Tumba de Servilia. La primera no es en realidad una tumba, es un santuario donde encontraron la escultura tallada en piedra de un elefante, como símbolo de eternidad. El santuario está dedicado en honor de las divinidades Attis (dios que moría y resucitaba cada año) y Cibeles (diosa divina de la naturaleza, señora de la vida y de la muerte).
Tumba del Elefante |
La Tumba de Servilia, en cambio es toda una mansión excavada en la roca con un patio central que tuvo que estar rodeado de columnas, en el frontal encontramos la cámara funeraria donde aún se conservan restos de pintura mural con ritos y símbolos funerarios. Todo invita a pensar que esta tumba, debió de pertenecer a una familia que vivió en Carmona cuyos miembros eran poderosos gobernantes romanos.
Junto a la necrópolis también se ha encontrado un anfiteatro que estaba dedicado a espectáculos públicos. La visita a la necrópolis es gratuita y cuenta con un museo y centro de recepción donde encontraremos desde ajuares funerarios, esculturas y urnas recuperadas de las tumbas.
Aunque es un cementerio, me gustó mucho pasear por este yacimiento arqueológico tan singular, descubierto después de tantos siglos escondido.
Rafa
Una entrada interesante,no sabia de su existencia de esta belleza,ya tengo motivo para ir a Carmona.Un saludo.
ResponderEliminarUna gran sorpresa descubrir y recorrer esta necrópolis que para los ciudadanos de la UE la entrada es gratis. En la recepción nos dan folletos muy bien explicados y detallados, además hacen visitas guiadas. Lo peor es que no hay mucha sombra y en días calurosos hace mucho calor.
ResponderEliminarMe encantan las ruinas de época romana y esta necrópolis no podía ser menos. Por lo que nos cuentas, mejor evitar los meses de calor. Lo anotaré para cuando vuelva por la zona. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarSon unos restos arqueológicos muy interesantes. Estuvimos allí cuando nos alojamos en el maravilloso Parador de Carmona, me sorprendió esta localidad por la cantidad de cosas que tiene para conocer y visitar, entre ellas esta necrópolis. Un buen complemento al yacimiento es visitar el Museo de la Ciudad donde se exponen restos tartésicos y romanos.
ResponderEliminarGracias, Rafa, es una buena sugerencia a tener en cuenta cuando se está por la zona.
He estado en Carmona de paso y sólo he visto el Parador y recuerdo que desde allí se veían unos restos arqueológicos debajo de él, pero no esperaba que fuera esta maravilla. Un artículo muy interesante e instructivo Rafa. En cualquier lugar de nuestro país te puedes encontrar rincones o restos de nuestro pasado. Es algo excepcional. Este pueblo sevillano ya veo que ofrece arte por todos los lados, tendremos que volver.
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