jueves, 6 de junio de 2013

Santiago de Compostela y los tejados de su catedral.


         Un dicho popular afirma que Santiago de Compostela es la ciudad donde la lluvia se convierte en arte.



   Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con un gran conjunto artístico y monumental. Santiago, junto a Jerusalén y Roma, son las ciudades más representativas del cristianismo. Es un lugar para pasear, para contemplar.

   El Rey Carlos I denominó a la Plaza del Obradoiro el principio y final de la Calle Mayor de Europa. “Obradoiro” significa obrador o maestro cantero, en esta plaza era donde se encontraban los talleres de los canteros durante la construcción de la majestuosa catedral; es de estilo románico, aunque algunas de sus fachadas son ya de estilo barroco, y fue construida con granito de las canteras gallegas. El Pórtico de la Gloria, que según palabras de Unamuno “es poema en piedra”, es una de las más bellas representaciones de la escultura románica, están esculpidos con gran detalle, los apóstoles, profetas, figuras del Apocalipsis y Cristo en el centro del tímpano.





    En su interior, el Altar Mayor es churrigueresco y sobre él se encuentra la imagen del santo, que desde la Edad Media protege a los peregrinos. La concha de vieira, que ya fue utilizada por los romanos para alejar el mal, es el símbolo del Apóstol Santiago. El baldaquino bajo el que se encuentra la figura, está inspirado en el de Bernini para El Vaticano. Bajo el altar se abre una cripta que, a modo de catacumba, guarda los restos del Apóstol.

   La Puerta Santa o Puerta del Perdón, con 24 figuras talladas en granito, sólo se abre durante el Año Santo, cada vez que el 25 de Julio, festividad de Santiago, cae en domingo.



   Aquí se encuentra el mayor incensario que existe, el Botafumeiro, y en su balanceo casi toca los techos del templo.

   Cada peregrino tiene sus motivaciones,  una manifestación religiosa, una experiencia de búsqueda de uno mismo, un intercambio cultural, incluso una vivencia deportiva, pero todos tienen la misma meta, llegar a Compostela, abrazar al Apóstol y todos muestran una gran sonrisa en sus caras cuando lo consiguen.

   No existe una única senda para llegar hasta Santiago, por lo que existen muchas rutas: el Camino Francés, el de Levante, el del Cantábrico, el Asturiano, el Portugués, la Vía de la Plata, etc.




   He tenido la suerte de poder ir en muchas ocasiones y por diferentes motivos a esta emblemática ciudad, pero la última vez que he estado he disfrutado de la increíble experiencia de subir a los tejados de la catedral. Sobre ellos se pueden tocar con las manos la Torre de las Campanas, la Torre de la Carraca y la Torre del Reloj. Pasear por aquí es impresionante, se obtiene una imagen diferente de todo lo que nos rodea y se percibe con mayor intensidad lo que tenemos bajo nuestros pies. Sin duda es algo, que si tenemos la oportunidad, no deberíamos dejar de hacer.





    Si nuestra estancia en la ciudad coincide con la festividad de Santiago, o bien unos días antes o unos días después, la oferta de espectáculos y actividades es amplísima. Es cierto que no se podrá ni andar de la cantidad de personas que acuden precisamente en estas fechas, pero entonces los mejor es relajarse y participar de la intensa vida que hay por las calles, escuchar conciertos y ver bailes regionales, acudir a alguna exposición, probar los manjares gastronómicos que se nos ofrecen y beber algún aromático Albariño o un contundente Ribeiro. Su casco antiguo tiene mucho encanto con sus recovecos y plazas.

   También durante nuestra última visita, y coincidiendo con las fiestas de su patrón, nos sorprendió una muestra de coches antiguos circulando por las calles, con el detalle además, de que los participantes iban vestidos con trajes de la época, lo que resultaba muy divertido y vistoso.





    Después de todo, y como resumen de lo que representa esta entrañable ciudad, me quedo con esta frase, “Santiago y el Camino sólo lo apreciará quien tiene ojos y sabe mirar, quien tiene oídos y sabe escuchar”

                                                                                                                                                           Inma

4 comentarios :

  1. La catedral Santiago de Compostela es magnífica, por fuera, por dentro o por los tejados. Me gustó mucho por su grandeza y sus diferentes estilos arquitectónicos. Objetivo final del Camino de Santiago, la referencia de miles de peregrinos que después de recorrer cientos de kilómetros llegan a la Plaza del Obradoiro y se encuentran frente a esta imponente Catedral dedicada al Apóstol. Este verano pasado tuve la oportunidad de subir a los tejados, toda una experiencia que nos da una perspectiva muy interesante de la ciudad y de la catedral.

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  2. Me encanta esta ciudad llena de historia y sobre todo su catedral con su sorprendente fachada, llena de detalles. Una experiencia poco habitual, es poder andar por los tejados de la catedral tan cerca de las torres, es realmente impresionante. Sin duda muy recomendable y algo que nadie se puede perder cuando visita Santiago de Compostela.

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  3. Las perspectivas desde lo alto de los edificios dan una nueva visión de los lugares que se visitan. Gracias Inma por mostrárnoslo en el caso de Santiago y su capital. Esta ciudad tiene un encanto especial por su arte y la variedad de gentes que la forman y la visitan. Tomo nota para la próxima vez que pase por allí. Muy buen artículo con unas fotos excepcionales. Enhorabuena.

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  4. Si bien la fachada del Obradoiro me parece una auténtica obra maestra el interior de la catedral no me resultó tan espectacular. Tuvimos la suerte de verla sin demasiados agobios pero me pareció oscura y austera y dada su fama la imaginaba más grande. Sin embargo la ciudad de Santiago me gustó muchísimo tan bulliciosa y llena de gente. Subir a los tejados debe ser una atalaya privilegiada para contemplar el ir y venir de las gentes por las calles llenas de piedra. La plaza del Obradoiro es un magnífico lugar de reunión para disfrutar del arte que la rodea. Gracias por esta visión tan particular de Santiago y las bellas fotografías, Inma.

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