Visitar Potes siempre es un auténtico lujo para los sentidos por su espectacular paisaje enclavado en plenos Picos de Europa y por su abundante y extensa gastronomía que incluye desde un generoso cocido lebaniego hasta las carnes de vaca más selectas y, como colofón, unos buenos orujos destilados en los antiguos alambiques que te dejarán plenos el alma y el buche.
Potes es un pintoresco pueblo montañés lleno de historia y con unas casonas o palacios en sus calles empedradas que no te dejarán indiferente. No obstante es una tierra donde ninguno de los pueblos invasores de la Península consiguió penetrar debido sobre todo a su difícil acceso a través del Desfiladero de la Hermida con paredes verticales de caliza de hasta 600 m de altura o desde Castilla por el interminable puerto de Piedras Luengas que incluso hoy complican el acceso a este pequeño valle donde se asienta el pueblo.
Potes soportó la invasión romana y posteriormente la árabe y se creó un refugio para los monjes y eruditos de la Edad Media que fue el Monasterio de Santo Toribio de Liébana en plena subida a Fuente Dé, verdadera joya del medievo, donde la comunidad monástica se dedicó a la elaboración códices y a preservar las escrituras de la iglesia. El Monasterio está abierto a visitantes todos los días en el municipio de Camaleño y se pueden ver muchos de los códices que allí se conservan.
Sin embargo, la villa tiene otros muchos atractivos además de sus conocidos monumentos como la Torre del Infantado y la antigua iglesia de San Vicente del siglo VIII, (sí, del siglo VIII, alucinante), el bonito puente y el paseo amurallado cercano al río Deva que atraviesa Potes desde su cercano nacimiento en Fuente Dé. Aquí arriba, en Fuente Dé, se puede acceder de manera rápida a la parte más alta de la Cordillera Cantábrica subiendo a su teleférico que te deja en una plataforma a 1.800 m de altitud salvando un desnivel de 750 m (no apto para acrofóbicos como yo que sólo he subido 1 vez engañada por mi marido y con una niebla tan espesa que no me moví de la cabina) para contemplar todo el valle de Liébana y la silueta del pico Urriellu.
Pero hay otra faceta de esta villa que hace que Potes sea reconocida en el resto de España y son sus mercados y su gastronomía; el mercado del queso y las ferias de la miel y del orujo en Noviembre atraen a miles de turistas que quieren probar las delicias que se elaboran en esta comarca. Estos mercados son un excelente escaparate para la villa y sus productos con denominación de origen como los "Quesucos de Liébana", el "queso de Tresviso" o la "Crema de Orujo" destacan por su calidad y son reconocidos mundialmente.
Además, otro aliciente de esta comarca es que está muy desarrollada a nivel turístico y cuenta con multitud de alojamientos para disfrutar de unos días en plena naturaleza. Os puedo recomendar el Parador de Fuente Dé o el Hotel Balneario de La Hermida que están algo alejados de Potes pero son de gran calidad. En el balneario se puede uno relajar en la terraza superior con unas maravillosas vistas al desfiladero de la Hermida tomando un café tras realizar el circuito termal o cualquiera de sus tratamientos. Desde estos alojamientos se pueden iniciar rutas de senderismo y escalada por los Picos de Europa o contratar actividades como descenso en canoa, canopy u otros deportes de aventura para los más arriesgados.
Para aquellos que no conozcáis la parte cántabra de los Picos de Europa este verano puede ser una buena opción acercaros a Potes y disfrutar de todas sus bondades.
Potes es un pintoresco pueblo montañés lleno de historia y con unas casonas o palacios en sus calles empedradas que no te dejarán indiferente. No obstante es una tierra donde ninguno de los pueblos invasores de la Península consiguió penetrar debido sobre todo a su difícil acceso a través del Desfiladero de la Hermida con paredes verticales de caliza de hasta 600 m de altura o desde Castilla por el interminable puerto de Piedras Luengas que incluso hoy complican el acceso a este pequeño valle donde se asienta el pueblo.
Monasterio de Santo Toribio de Liébana |
Potes soportó la invasión romana y posteriormente la árabe y se creó un refugio para los monjes y eruditos de la Edad Media que fue el Monasterio de Santo Toribio de Liébana en plena subida a Fuente Dé, verdadera joya del medievo, donde la comunidad monástica se dedicó a la elaboración códices y a preservar las escrituras de la iglesia. El Monasterio está abierto a visitantes todos los días en el municipio de Camaleño y se pueden ver muchos de los códices que allí se conservan.
Torre del Infantado |
Sin embargo, la villa tiene otros muchos atractivos además de sus conocidos monumentos como la Torre del Infantado y la antigua iglesia de San Vicente del siglo VIII, (sí, del siglo VIII, alucinante), el bonito puente y el paseo amurallado cercano al río Deva que atraviesa Potes desde su cercano nacimiento en Fuente Dé. Aquí arriba, en Fuente Dé, se puede acceder de manera rápida a la parte más alta de la Cordillera Cantábrica subiendo a su teleférico que te deja en una plataforma a 1.800 m de altitud salvando un desnivel de 750 m (no apto para acrofóbicos como yo que sólo he subido 1 vez engañada por mi marido y con una niebla tan espesa que no me moví de la cabina) para contemplar todo el valle de Liébana y la silueta del pico Urriellu.
Teleférico de Fuente Dé |
Pero hay otra faceta de esta villa que hace que Potes sea reconocida en el resto de España y son sus mercados y su gastronomía; el mercado del queso y las ferias de la miel y del orujo en Noviembre atraen a miles de turistas que quieren probar las delicias que se elaboran en esta comarca. Estos mercados son un excelente escaparate para la villa y sus productos con denominación de origen como los "Quesucos de Liébana", el "queso de Tresviso" o la "Crema de Orujo" destacan por su calidad y son reconocidos mundialmente.
Además, otro aliciente de esta comarca es que está muy desarrollada a nivel turístico y cuenta con multitud de alojamientos para disfrutar de unos días en plena naturaleza. Os puedo recomendar el Parador de Fuente Dé o el Hotel Balneario de La Hermida que están algo alejados de Potes pero son de gran calidad. En el balneario se puede uno relajar en la terraza superior con unas maravillosas vistas al desfiladero de la Hermida tomando un café tras realizar el circuito termal o cualquiera de sus tratamientos. Desde estos alojamientos se pueden iniciar rutas de senderismo y escalada por los Picos de Europa o contratar actividades como descenso en canoa, canopy u otros deportes de aventura para los más arriesgados.
Para aquellos que no conozcáis la parte cántabra de los Picos de Europa este verano puede ser una buena opción acercaros a Potes y disfrutar de todas sus bondades.
Escrito por LaSusi
Fotografías de Wikipedia
Potes es una impresionante villa medieval junto al río Deva, ideal para una escapada. Justo al lado se encuentra el Monasterio de Santo Toribio que guarda según cuentan, un trozo de la cruz de Cristo. Recomiendo acercarse a Fuente Dé y sobre todo subir en el teleférico hasta el mirador del Cable, una excursión imprescindible, aunque es cierto que impresiona un poco. No olvidéis si vais por allí probar el Cocido Lebaniego y el famoso queso de Pido o el de Tresviso.
ResponderEliminarRecuerdo cuando estuvimos en Fuente De y subimos al teleférico fue increible me encantó ,que vistas tan bonitas y el parador me gustó mucho ,Tambien Potes el Monasterio es una zona preciosa y como se come , el queso que comenta Rafa está delicioso .
ResponderEliminarGracias Susana por este artículo tan bonito de una zona que conoces muy bien .
Si te gusta la naturaleza y el buen yantar, Potes y el Valle de Liébana es un lugar ideal. Su cercanía al Parque Nacional de los Picos de Europa, su buena gastronomía y sus orujos hacen que sea un destino que no hay que perderse. Subir en el teleférico de Fuente Dé es increíble, que vistas, sobrecogen. En definitiva una valle para perderse y disfrutar de la vida sin agobios y sin prisas. Una recomendación, si os gustan los balnearios, visitar el de La Hermida, merece la pena. Gran artículo Susana, me ha encantado.
ResponderEliminarMe encanta esta zona de la que nos hablas en tu artículo. El Parador de Fuente Dé está ubicado en un lugar precioso, y de un estilo típico de refugio de montaña. La subida en el teleférico impresiona, es casi vertical, desde arriba hay unas vistas espectaculares y el Parador se ve diminuto.
ResponderEliminarEs muy interesante la visita al Monasterio de Sto. Toribio de Liébana, cargado de Historia. Siempre me han gustado las ilustraciones del Beato de Liébana con esos dibujos tan coloridos y llenos de simbolismo.
Sin duda una zona para conocer y disfrutar. Me ha gustado mucho tu artículo, Susana.
Buenísimo el destino, lo digo por experiencia propia...
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