jueves, 22 de marzo de 2012

San Francisco, una ciudad entre el Océano Pacífico y la Bahía - California (1ª parte)

 



   Algunos años antes de la llegada de la fiebre del oro, San Francisco era una misión española. Se dedicaron muchos esfuerzos por parte de las personas que la formaban para crear una comunidad. No fue tarea fácil ya que se contaba con escasos recursos, y además las enfermedades y epidemias azotaban a misioneros y nativos. 

   Cuando Méjico se independizó estos territorios pasaron a pertenecer a este Estado que, a su vez entregó más tarde estas tierras a los EEUU.

   En 1850 San Francisco se despertó con la fiebre del oro. Repoblándose con nueva gente originaria de China, Australia, Sudamérica y Europa. A todos les atraía la idea de hacerse ricos con el precioso metal. Desafortunadamente no hubo oro para todos y esto dio lugar a conflictos entre sus ciudadanos, y la mayoría tuvo que trabajar en la construcción o en la industria minera.

   El 18 de abril de 1906 un fuerte terremoto destruyó prácticamente todo San Francisco. Miles de personas perdieron la vida. A partir de este momento esta ciudad resurgió con una fuerza desmesurada. Rápidamente se reconstruyó y creció gracias al trabajo e ímpetu de sus habitantes que se sentían orgullosos de la tierra a la que pertenecían.

   Hoy en día es una ciudad abierta, plural y diferente.

   Con sus 43 colinas y la bahía cuenta con un enclave privilegiado. El Golden Gate es el famoso puente que cruza la bahía y nos da la bienvenida a esta sugerente población. Con su diseño Art Decó, cruzarlo es toda una experiencia. Se puede recorrer a pie, en bicicleta, en autobús o en coche. Recomiendo para esto los autobuses turísticos de dos pisos,  aunque pueda resultar demasiado típico, pero esta vez compensa. Desde la parte abierta superior se disfruta de unas maravillosas vistas del propio puente y del paisaje en todo su esplendor.

   Un buen lugar para comenzar la visita a San Francisco es Union Square, una inmensa plaza repleta de tiendas, hoteles y galerías con exposiciones de pintura, escultura y fotografía. Cerca se encuentra Powell. El intercambiador de los históricos tranvías, los Cable Cars, uno de los mayores atractivos urbanos que personalmente me encantaron. Es curioso ver como expertos trabajadores les dan la vuelta manualmente sobre un andén giratorio de madera. Se necesitan hombres fornidos y habilidosos capaces de manejarlos durante su recorrido, y echar el freno de mano, si fuera necesario, para impedir un descarrilamiento, sobre todo bajando por algunas de las calles de las colinas. Estos tranvías, auténticas piezas de museo, tienen una parte cerrada y otra descubierta con bancos paralelos desde los que se hace muy divertido el trayecto. También se puede ir de pie sobre el estribo, esto fue lo que yo hice y después de probarlo tuve que repetirlo. Es algo impactante recorrer las empinadas calles en el exterior de estos maravillosos tranvías.



  
 Desde la cima del parque de Alamo Square se contempla una bella panorámica de la ciudad. Bordeando la plaza se encuentran las Painted Ladies (damas pintadas), las conocidas casas de estilo victoriano con su exterior construido en madera y pintadas en colores neutros, aunque algunas han sido repintadas en tonos menos discretos.

   Fisherman’s Wharf es uno de los paseos marítimos, donde se halla el famoso Muelle 39. Una gran cantidad de leones marinos viven aquí, atrayendo siempre a multitud de personas. También es una zona con infinidad de tiendas de todo tipo. Sus restaurantes ofrecen además de preciosas vistas a la bahía, frescos mariscos, sobre todo ostras y cangrejos, así como platos de pescado. En muchos menús y cartas de restaurantes se especifica que el pescado que consumen es sostenible, es decir, que existe un control sobre lo que se pesca y en la forma en que se captura.

   El Fisherman’s Grotto es uno de los restaurantes más antiguos del muelle. Cerca está Bistro Boudin, con su propia fábrica de pan que se puede visitar, es un local muy popular donde el plato estrella es una sopa de almejas, clam chowder, contundente y sabrosa, además de otras deliciosas preparaciones.

   El Ferry Building, el embarcadero, es un nudo de conexión de transportes y a la vez un centro comercial para gastrónomos. Pasear por él ayuda a comprender la intensidad con la que viven estos urbanitas. 



   
    Russian Hill y Nob Hill son dos de las colinas más conocidas. Tienen preciosas casas y mansiones, aunque muchas de ellas fueron destruidas por el terremoto y los incendios de 1906. En estas zonas están algunas de las famosas empinadas calles de San Francisco, muchas de ellas realmente cuesta trabajo recorrerlas a pie ya que tienen una inclinación casi vertical. En la zigzagueante calle Lombard hay constantemente una fila de coches esperando para bajarla. Multitud de curiosos se instalan en su estrecha acera observando las maniobras de los atrevidos conductores. Si estando por California hemos alquilado un automóvil no hay que dejar de probar estas curvas. Tampoco hay que dejar de recorrer, subir y bajar, conduciendo por las altas pendientes de sus calles. Eso sí, los automóviles van bastante más despacio y con más precaución de lo que estamos acostumbrados a ver en las películas del cine.

   Castro es un barrio que simboliza la libertad homosexual. Una enorme bandera con el arco iris y otras más pequeñas por sus calles dejan claro en el distrito en el que nos encontramos. Aquí existe una comunidad perfectamente organizada que representa la liberación gay, que lucha por los derechos civiles y por el apoyo a las victimas del SIDA.

   Twin Peaks son dos colinas desde las que se divisa otra buena panorámica sobre el resto de la ciudad. Un lugar perfecto para contemplar la puesta de sol o la llegada de la niebla desde el Océano a la Bahía. Ocean Beach es una playa de revueltas aguas donde los expertos surfistas se concentran, y siempre hay personas haciendo footing o volando cometas.

   Entrando por Dragon Gate se accede al primer Chinatown construido en  América, en 1849, en plena fiebre del oro. Es una de las zonas urbanas más densamente pobladas de todos los EEUU. Después de los incendios de 1906 sus comerciantes trabajaron duro para crear un gran barrio; es uno de los reclamos turísticos hoy en día. Templos,  restaurantes, farolillos rojos, parques con sesiones de tai-chi, tejados imitando pagodas, atractivos callejones, jugadores de mah-jong, farolas con dragones e infinidad de abigarrados comercios hacen de este barrio un lugar que aún conserva gran autenticidad. Aquí, aunque la oferta culinaria es grande, en el restaurante City View sirven un dim-sum y unos platos apetitosos de este tipo de comida tradicional.


         
   San Francisco, como dato curioso, es la ciudad que cuenta con más escritores, músicos, industrias de tecnología, empresarios y patentes registradas por habitante que cualquier otra ciudad de los EEUU. Y a su vez  te  encuentras con skaters, cienciólogos, originales artesanos, personas sin hogar, agitadores, manifestantes, bohemios, espectáculos nocturnos de todo tipo y extravagantes exposiciones. La población de San Francisco puede presumir de encontrarse a la vanguardia en todo.


                                                                                 Inma

6 comentarios :

  1. Me ha encantado tu artículo, conciso, claro a lo que hay que ir a contar las cosas como son. Vaya fotazos, lo de los puentes y las colinas son espectaculares. Los tranvías son museos andantes y muy bonitos, y mi debilidad, la comida las has representado muy bien. La sopa de almejas me ha removido los jugos gástricos. Me ha encantado tu viaje y me dan ganas de viajar por aquellas tierras yanquis. Un abrazo.

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  2. No quiero ser repetitiva , pero a mi también me ha encantado . Un lugar precioso que solo conocía por las películas y ahora con tu fantástico artículo y las fotos espectaculares me hago la idea de lo bonito que es y me entra más ganas de ir a conocerlo . La sopa de almejas tienen una pinta estupenda .
    Las casas Victorianas muy bonitas me alegro que todavía las conserven y las cuiden .Que sigas disfrutando de tus viajes . Un abrazo

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  3. Un interesante artículo de San Francisco que no me ha defraudado , muy bien documentado y con unas fotos preciosas . Me hago una idea de como es esa ciudad desconocida para mi que tantas veces he visto en películas . Me encanta ver esos tranvías descendiendo por las calles como me gustaría subir en uno pero de momento , me parece que no va a ser posible .
    Sigue disfrutando y contándonos tus experiencias . Un abrazo .

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  4. Es un gran articulo, que me ha hecho conocer un poquito más de este lugar que por ahora no he llegado a visitar, pero si alguna vez me decido a ir ya sabre por donde empezar mi visita turistica. No solo eso, ya que ahora también se un poquito más de su historia. Tus fotos son increíbles, espero ir y comprobar por mi misma lo bonito que es San Franciso. Un abrazo

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  5. Hola Inma, no sé que más se puede añadir a esta artículo tan completo y tan bien ilustrado. Menudo viaje has hecho!! Las imágenes son fantásticas; el Golden Gate y la zona del muelle me han parecido preciosos y los tranvías tienen un sabor antiguo que contrasta con lo avanzado y cosmopolita de la ciudad.
    Ya estoy deseando leer otra entrega de este maravilloso viaje.
    Un besazo y gracias por tu artículo, de verdad, lo he disfrutado mucho.

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  6. Un poquito de historia y mucha actualidad. Magnífico viaje y estupendo relato. No me ha venido mal el paseito por "Unos amigos de Paradores". Son muchas las canciones que nombran a San Francisco y varias las películas en las que aparece esa bonita ciudad (quién no recuerda a Steve McQueen por las calles de San Francisco en "Bullit": Steve McQueen-Bullit).
    Hoy, gracias a Inmaculada, he podido disfrutar de unas bellas imágenes.
    Muchos besos.
    Espe

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