viernes, 20 de enero de 2012

Dos joyas extremeñas, Guadalupe y la cueva de Castañar


De casi todos es conocido el pueblo de Guadalupe, en la provincia de Cáceres, sobre todo por su grandioso Monasterio. Almenas, cúpulas y agujas góticas se elevan al cielo para anunciar la grandiosa morada de la patrona de Extremadura. Fue encontrada por un pastor y rápidamente venerada por monarcas y personajes ilustres. Es la virgen con más devotos del mundo y la que ha dado nombre a cientos de pueblos y a millones de personas, mi abuela y mi hermana llevan su nombre. Un excepcional claustro mudéjar, libros miniados, bordados, trajes litúrgicos y una colección de Zurbarán, enriquecen su interior. Ubicado en el la sierra de las Villuercas entre preciosos paisajes se encuentra esta bella puebla de calles estrechas y bellos soportales, calles llenas de historias y vivencias de viajeros de todos los lugares que han dejado un pedazo de ellos en esta localidad.


Monasterio de Guadalupe


Aunque nací en Madrid por mis venas corre sangre extremeña, mis padres y abuelos son de Madrigalejo localidad próxima a Guadalupe. Al estar tan cerca del pueblo cada vez que visitaba a mis abuelos, han sido muchas las ocasiones que he estado aquí disfrutando de su Parador: tomando el aperitivo, almorzando, cenando pero nunca me había alojado en él pero este verano me he quitado "el gusanillo". Rebosa encantó e historia por todas partes. Instalado en un edificio histórico, donde se respira una calma absoluta. No sé si es su sencillez lo que más me gusta, el jardín lleno de cipreses y olivos con su piscina o el patio gótico mudéjar adornado con naranjos y limoneros que hace olvidarnos de la rutina diaria y sumirnos en una paz interior que en pocos lugares he alcanzado. Como dice algún amigo mio, es como estar en el paraíso. 


El monasterio desde el Parador


Desde algunas de sus habitaciones se obtienen maravillosas vistas del monasterio. Como la que nos asignaron muy sencilla pero con encanto, no se me olvidara nunca: su amplia terraza, la visión nocturna del monasterio y el sonido de las campanas anunciando las horas realmente impresionante. Como en todos los paradores en los que he estado el trato de su personal fue excelente y muy profesional. En su restaurante podemos degustar los productos de la tierra, sencillos y contundentes, capaces de saciar los paladares más exigentes. Pero Guadalupe es mucho más que su monasterio y su puebla, son sus paisajes y su cultura lo que te dejan impresionado cuando vienes a esta localidad cacereña.






Además toda la comarca de las Villuercas es preciosa y merece la pena visitar lugares como Berzocana, Cabañas del Castillo, Cañamero, Solana y los Ibores.

Pero hoy también quiero hablar de otro paraíso que lleva millones de años escondido bajo tierra se trata de la
Cueva de Castañar.

En un día del mes de marzo de 1967 un vecino del pueblo de Castañar de Ibor, a 30 Km de Guadalupe, se encontraba arando unas tierras de su propiedad, cuando uno de los animales que tiraba del arado quedó atrapado en un agujero que se abrió bajo sus patas. Cuando el animal salió de su apuro dejó a la vista un profundo agujero del que salía vapor de agua. El hombre dio cuenta al ayuntamiento que no lo tomó en serio y le mandaron tapar el agujero por si se pudiera caer alguien. Aquel vecino que todavía vive, lo tapó con una trampilla metálica que aun existe. Ese accidente abrió la única entrada que hasta la fecha de hoy da acceso a una cueva donde se esconde una de las joyas geológicas de nuestro país. Una cavidad formada por la acción incesante del agua filtrada en el terreno sobre la roca caliza que ha dado lugar a un auténtico jardín de piedras bajo tierra.



Un año después al descubrimiento, cuando los primeros espeleólogos se adentraron en su interior, el hallazgo se hizo público. Treinta años después de su descubrimiento, es declarada Monumento Natural.

Debido a su fragilidad y a la gran afluencia de público, la cueva permanece cerrada temporalmente, mientras tanto podemos visitar el Centro de Interpretación "Cueva de Castañar", donde conoceremos las características naturales de la Comarca de Los Ibores como la flora, fauna, paisaje, y los ecosistemas de la zona.



La señora que había en información muy simpática y agradable, se ofreció voluntariamente a acompañarnos y explicarnos a través de paneles, las características y el origen de la cueva. Nos cuenta que está labrada en materiales sedimentarios del Precámbrico, plegados y fracturados; con un frágil universo de espeleotemas de formas extremadamente finas y delicadas de una gran belleza, poco frecuentes en el mundo. También encontramos formaciones de gran belleza como las cristalizaciones de calcita y aragonito que se combinan con columnas y espeleotemas, estalactitas, coladas y lagos subterráneos.

Todos estos nombres no los había oído en mi vida, mientras tomo nota la mujer me lo cuenta y explica con gran pasión pues es una de los guías que tienen acceso a la cueva. Nos enseña una pequeña reproducción del interior de la cueva con sus formaciones más representativas y un vídeo en 3D.

En espera a que la vuelvan a abrir al público ya hay lista de espera, me apunté hago el numero 2500. Se realizarán durante los fines de semana, en grupos de cinco personas acompañadas de un guía y tendrá una duración aproximada de 60 minutos. Se realizarán al más puro estilo espeleólogo con mono, casco y luz frontal. Tengo la esperanza de poder verlo con mis propios ojos, algún día me tocará no tengo ninguna prisa.



 Loli

5 comentarios :

  1. Guadalupe es un pueblo que es un auténtico lujo para los sentidos, sus calles, el monasterio, su parador, su gastronomía, su emplazamiento. Todo en conjunto es espectacular.
    Todos los días se conocen cosas nuevas, y en este ha sido la Cueva del Castañar, gracias Loli por enseñarme algo nuevo de mi querida Extremadura que me tiene cada vez más enamorado.Espero visitarla en mi próxima visita a Guadalupe, estuve ya hace bastantes años, se merece el pueblo como la cueva una revisión por mi parte. Extremadura nunca defrauda.

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  2. Guadalupe, me parece un lugar muy bonito, impresionante su monasterio. Pasear por sus calles tiene mucho encanto. Y su Parador es muy agradable, acogedor y tranquilo. Me llamó la atención ver las naranjas en los árboles de su patio. He estado un par de veces alojada en él y sin duda repetiré más.

    En cuanto a lo que nos cuentas de esa cueva, no había oído hablar nunca de ella. No me extraña que por ahora esté cerrada, hay que hacer bien estas cosas cuando se abren al público, y controlar las visitas para que no sufran daños este tipo de formaciones naturales.
    Un abrazo.

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  3. Gracias por tu artículo, Loli. Es un pueblo muy bonito y con tus palabras lo haces más bello aún. Al igual que Inma, jamás había oído hablar de la cueva, quizás queda eclipsada por el espectacular monasterio y el entorno de la zona.
    Me pareció un pueblo con un Monasterio muy grande para una virgen tan chiquita.
    Sin dudarlo, volveré.
    Besos.

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  4. Guadalupe es un pueblo que conozco bien y que me encanta . El parador me gustó mucho , igual que el Monasterio y el paseo nocturno por el pueblo.

    En cuanto a la Cueva del Castañar yo hago el numero 2501 ,así que espero visitarla contigo.

    Ánimo que llevas unos días un poco decaída , verás como todo va a salir bien .Un beso.

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  5. Muchas gracias a todos , me alegro que os guste Guadalupe.Un beso para todos

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