martes, 5 de febrero de 2019

La arquitectura visigoda de Santa María de Melque


Santa María de Melque
Situada en el término municipal de San Martín de Montalbán, en un desvío de la carretera que conduce desde esa población a La Puebla de Montalbán, esta construcción religiosa, representa un auténtico enigma para los investigadores que trabajan para establecer su origen.




Al contemplarla puede parecer pobre al visitante, incluso podría parecer una vieja construcción medio arruinada. Pese a todo ello, un examen más detenido te permitirá admirar la solidez del conjunto.



Te aconsejo que visites primero el centro de interpretación en el que podrás ver todo  el proceso de investigación desarrollado durante años y numerosos detalles históricos además de un interesante audiovisual.




La fecha de su fundación es todavía una de las incógnitas aunque se cree que formó parte de un monasterio visigodo fundado en el siglo VII, construido sobre los restos de una villa romana. Posteriormente fue tomada por los musulmanes que probablemente la utilizaron como lugar de culto y, a partir de la toma de Toledo se cedió a la Orden del Temple.



Abandonada después para el culto, llegó a ser utilizada como pajar hasta bien entrado el siglo XX cuando comenzaron las labores de recuperación que aún tienen bastante trabajo por hacer.
Fíjate en sus irregulares bloques de granito como están unidos en seco y denotan un gran dominio de esta técnica arquitectónica. Se abrieron pequeños huecos o ventanas en cada una de las fachadas e incluso en este apartado lugar, buscaron soluciones que proporcionarán estabilidad al conjunto.


¿Sabías que su torreón medio derruido fue utilizado probablemente como alminar por los musulmanes y que alrededor del siglo X, Santa María de Melque llegó a constituir todo un conjunto monástico de notable importancia?



Mientras vas recorriendo su enigmático interior verás que tiene planta de cruz griega y diferentes espacios separados por arcos de herradura apoyados sobre gruesos pilares. En su construcción se utilizaron soluciones muy simples y, mientras su nave está cubierta por una bóveda de cañón, sus muros conservan alguna decoración en estuco que permite confirmar el origen visigodo del templo.



Santa María de Melque sigue desafiando al tiempo y es un lugar que gusta e incluso sorprende, lleno de historias y leyendas esperando ser descubierto.



                                                                                                                                                           Rafa

2 comentarios :

  1. Merece la pena acercarse a ver este precioso monumento testigo de otros tiempos y conocer todos los entresijos de su construcción y de su historia.

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  2. Me gustan mucho estas pequeñas iglesias del periodo visigótico, han llegado hasta nuestros días pocos, pero magníficos, ejemplos de ellas.
    Muchas veces nos hemos desviado bastante de nuestra ruta para poder verlas. No se debe dejar pasar la oportunidad de contemplarlas por su sencillez y antigüedad.

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