En la parte alta de la colina de
Buda, nada más dejar el Funicular Budavári
Sikló, nos encontramos el Palacio Sándor,
en la actualidad residencia oficial del Presidente de la República. Sin saberlo
llegamos justo para ver el cambio de guardia y nos sorprendió la banda de
música que estaba tocando en la puerta. Mientras escuchábamos, íbamos admirando
el enorme edificio que teníamos al lado, el Palacio Real.
Este grandioso lugar estuvo
ocupado por reyes, príncipes y emperadores y, a lo largo de los siglos, se ha ido ampliando y modificando.
Continuas invasiones extranjeras
querían dominar el país por su ventajoso
enclave estratégico, por lo que este imponente edificio fue destruido en varios saqueos y batallas. Los Habsburgo
volvieron a levantar el palacio. La época de su mayor prosperidad fue cuando Budapest se convirtió en la segunda
capital del Imperio Austro-Húngaro.
Durante la Segunda Guerra Mundial
los rusos asediaron la colina y el
palacio volvió a sufrir grandes daños.
Se reconstruyó de nuevo y aparece
imponente sobre el Danubio.
En su interior alberga la
Biblioteca Nacional con valiosos códices medievales, manuscritos y
mapas. La mejor colección de arte del país está recogida en la Galería Nacional Húngara que ocupa cuatro
alas del palacio. La mayoría de las
dependencias del castillo se dedican a oficinas gubernamentales.
El Barrio del Castillo fue la
capital fortificada del país. Esta zona hay que conocerla paseando por sus
pequeñas calles. Al encontrarse por aquí la iglesia de Matías y el Bastión de
los Pescadores, es uno de los sitios más turísticos de Budapest.
Durante el recorrido se pasa por
muchas tiendas, cafés y restaurantes que siempre están llenos. De los establecimientos
en los que estuvimos nos gustó "Arany
Hordo" por su cocina típica húngara y por la buena relación
calidad-precio.
Se puede entrar a ver el Museo de
la Farmacia del Águila Dorada, con utensilios médicos utilizados en el siglo
XVII y piezas del laboratorio de los alquimistas. Pasaremos por delante del
vistoso edificio del Museo de Historia Militar y por la iglesia de María Magdalena, destruida durante un bombardeo y de la que
sólo quedó su torre.
De vuelta a la gran explanada del Palacio Real
nos quedaremos de nuevo impactados por las sensacionales vistas del río Danubio,
del Parlamento y del Puente de las Cadenas.
Inma
Absolutamente precioso, el palacio en sí es impresionante y me ha parecido un lugar encantador. Visita obligada desde donde disfrutar de las maravillosas vistas de la ciudad.
ResponderEliminar¡Una ciudad realmente bonita!
Me encanta la hermosa arquitectura de este palacio iluminado por la noche. Es un sitio realmente precioso al igual que los alrededores donde se puede contemplar muchos de los lugares más turísticos de Budapest.
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