martes, 22 de enero de 2019

El Palacio Real de Buda



   En la parte alta de la colina de Buda, nada más dejar el Funicular Budavári Sikló, nos encontramos el Palacio Sándor, en la actualidad residencia oficial del Presidente de la República. Sin saberlo llegamos justo para ver el cambio de guardia y nos sorprendió la banda de música que estaba tocando en la puerta. Mientras escuchábamos, íbamos admirando el enorme edificio que teníamos al lado, el Palacio Real.




   Este grandioso lugar estuvo ocupado por reyes, príncipes y emperadores y, a lo largo de los siglos, se ha ido ampliando y modificando.



   Continuas invasiones extranjeras querían dominar el país por su ventajoso enclave estratégico, por lo que este imponente edificio fue destruido en varios saqueos y batallas. Los Habsburgo volvieron a levantar el palacio. La época de su mayor prosperidad fue cuando Budapest se convirtió en la segunda capital del Imperio Austro-Húngaro.



   Durante la Segunda Guerra Mundial los rusos asediaron la colina y el palacio volvió a sufrir grandes daños. Se reconstruyó de nuevo y aparece imponente sobre el Danubio.



   En su interior alberga la Biblioteca Nacional con valiosos códices medievales, manuscritos y mapas. La mejor colección de arte del país está recogida en  la Galería Nacional Húngara que ocupa cuatro alas del palacio. La mayoría de las dependencias del castillo se dedican a oficinas gubernamentales.







   El Barrio del Castillo fue la capital fortificada del país. Esta zona hay que conocerla paseando por sus pequeñas calles. Al encontrarse por aquí la iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores, es uno de los sitios más turísticos de Budapest.

   Durante el recorrido se pasa por muchas tiendas, cafés y restaurantes que siempre están llenos. De los establecimientos en los que estuvimos nos gustó "Arany Hordo" por su cocina típica húngara y por la buena relación calidad-precio.




   Se puede entrar a ver el Museo de la Farmacia del Águila Dorada, con utensilios médicos utilizados en el siglo XVII y piezas del laboratorio de los alquimistas. Pasaremos por delante del vistoso edificio del Museo de Historia Militar y por  la iglesia de María Magdalena, destruida durante un bombardeo y de la que sólo quedó su torre.




    De vuelta a la gran explanada del Palacio Real nos quedaremos de nuevo impactados por las sensacionales vistas del río Danubio, del Parlamento y del Puente de las Cadenas.

                                                                                                                                                          Inma

2 comentarios :

  1. Absolutamente precioso, el palacio en sí es impresionante y me ha parecido un lugar encantador. Visita obligada desde donde disfrutar de las maravillosas vistas de la ciudad.
    ¡Una ciudad realmente bonita!

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  2. Me encanta la hermosa arquitectura de este palacio iluminado por la noche. Es un sitio realmente precioso al igual que los alrededores donde se puede contemplar muchos de los lugares más turísticos de Budapest.

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