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| Toledo |
Según la tradición popular, todas las jóvenes toledanas y no toledanas también que le pidan a la Virgen de los Alfileritos el amor de su vida, deberán tirar un alfiler dentro de un pequeño altar como ofrenda a la virgen. Si es así, la joven encontrará pronto novio. Esta historia tan singular cuenta con más de cinco siglos de antigüedad cuando, ante la virgen, se arrodillara todas las noches una joven toledana de noble familia, enamorada de un joven caballero con el que se prometiera.
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| Iglesia de Santo Tomé |
El joven tuvo que partir en busca de fortuna con la intención de volver pronto y cumplir con su compromiso. Tras una larga, paciente y leal espera entre soledad y lágrimas, Doña Sol, como así se llamaba la joven, empezó a temerse que tal vez su amado no volvería nunca. Dicen que todas las noches la joven salía a escondidas de su casa, acompañada de su escudero y de su dueña, llegando a un lugar cercano a su casa donde se encontraba una hornacina iluminada por una lámpara de aceite que mostraba la imagen de la virgen.
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| Catedral de Toledo |
Así todos los días, la joven pedía el regreso de su amado. Sin embargo, viendo que no era suficiente y no tenía noticias, decidió permanecer despierta toda la noche rezando su rosario. Como la costaba mucho esfuerzo permanecer despierta, pidió a su dueña que si se dormía, le pinchara con un alfiler. Luego, una vez terminado su rosario, introducía el alfiler por entre los barrotes de la reja, dejándolo como ofrenda a la Virgen. Poco tiempo después de muchas noches, de muchos pinchazos y de muchos alfileres depositados, su amado volvió, cumpliendo la promesa de desposar a Doña Sol.
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| Calle de Alfileritos |
Posiblemente no sepas que si estás por Toledo y te acercas a la céntrica calle de Alfileritos verás tras unas rejas, una pequeña hornacina con la imagen de una Virgen Dolorosa traspasada por siete puñales. Hoy en día parece que esta leyenda aún sigue existiendo, al ver la gran cantidad de alfileres depositados bajo sus pies.
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| Leyenda de la Virgen de los Alfileritos |
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| Hornacina con la imagen de la Virgen |
Ya que te has acercado hasta aquí, en la misma calle, junto a la hornacina que guarda la imagen de la virgen, te sugiero una visita: la taberna "alfileritos 24", un buen lugar para tomar tapas o comer en su restaurante.
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| Taberna alfileritos 24 |
Te he de reconocer que hasta mi más reciente viaje a Toledo no había tenido la ocasión de disfrutar de este restaurante. Sin embargo, sí había estado en la zona de tapas en otras ocasiones. El sitio es realmente fantástico. Desde fuera te parecerá una vivienda más del casco antiguo de Toledo pero por dentro es otra cosa y merece la pena visitar esta antigua casa acertadamente reconvertida en restaurante.
Tras la sobremesa desearás seguir descubriendo más leyendas toledanas como la de la Virgen de los Alfileritos.
Rafa
Ya que mencionáis el restaurante Alfileritos 24, es interesante mencionar que la Virgen de los Alfileritos siempre estuvo tras la reja que se ve en su fachada, bajo una cruz y un tejadillo. El estado de ruina del edificio (antes de su restauración para el uso hostelero actual) hizo que la imagen se trasladase a su ubicación actual, una nueva hornacina que se construyó en la trasera de la parroquia de San Nicolás de Bari, para preservarla.
ResponderEliminarMuchas gracias por la aclaración sobre el emplazamiento original de la Virgen de los Alfileritos. Desconocía el lugar exacto aunque si sabía que la hornacina actual, se encuentra tan solo a unos metros de donde siempre estuvo.
EliminarUn saludo, Rafa.
Pues sí conocía la costumbre de los alfileres, pero no la historia de Doña Sol, menos mal que después de tantos esfuerzos su amado volvió y pudo casarse con ella.
ResponderEliminarToledo, siempre sorprende, con tantos lugares monumentales, por su historia, sus calles y rincones, me encanta.
Todo el casco antiguo de Toledo es espectacular. Recorriendo sus calles llenas de encanto, disfrutaremos de sus callejones, museos, recoletas plazas y sobre todo, de sus leyendas como esta que nos cuentas.
ResponderEliminarAunque algo tarde para probar la leyenda, recordaré acercarme a contemplar a la virgen desde la reja situada en la calle Alfileritos, como antes hicieran miles de toledanas. Cada vez que paseo por las calles de la ciudad imperial aún me sorprendo al encontrar rincones ocultos o desconocidos que no dejan de asombrarme por el extenso y rico pasado de esta ciudad. Genial la recomendación gastronómica.
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