En la época musulmana la
localidad de Villena (Alicante) representaba un destacado puesto de defensa. El castillo
de Salvatierra fue la primera fortificación que tuvo. Los almohades en el siglo
XII levantaron otra ciudadela, las dos fortalezas estuvieron operativas
conjuntamente hasta el siglo XIV.
Salvatierra fue demolido y se
concentró todo el poder en La Atalaya, pasando a ser el baluarte defensivo de
la zona, contaba con doce torreones y doble recinto amurallado.
Alfonso X El Sabio creó el Señorío
de Villena para su hermano Don Manuel. Al fallecer éste, lo heredó su hijo Don
Juan Manuel, trayendo aquí a su prometida Doña Constanza. La Infanta, hija del rey Jaime II de Aragón, sólo tenía
seis años y tuvo que esperar a cumplir 12 para poder contraer matrimonio. Durante este tiempo, Don Juan Manuel
refuerza la seguridad del castillo para
la defensa de su futura esposa.
Ya en 1445, el rey Juan II de
Castilla otorgó el extenso marquesado de Villena a Don Juan Pacheco.
Juan Pacheco entró en la corte
como paje. Su ambición y astucia le
llevaron a ser el hombre de confianza de Enrique IV de Castilla, miembro del
Consejo Real y Maestre de la Orden de Santiago. Siempre se opuso a la coronación
de la princesa Isabel. Se enfrentó a los Reyes Católicos por su apoyo a Juana
La Beltraneja.
Durante la interesante visita a
la fortaleza, se nos explica que el Marqués de Villena fue quien realizó
grandes mejoras en este castillo. Levantó las dos plantas superiores de la
torre, ampliando la muralla y reforzando el adarve para la distribución de las
tropas.
En el interior del patio quedan
restos de construcciones que se utilizaron como caballerizas, almacenes y
cocinas. El aljibe servía de depósito para aprovechar el agua de la lluvia y también pueden verse los restos de un horno.
El exterior de la Torre del Homenaje tiene un acabado de
líneas de cal característico de las obras militares almohades. Tiene cuatro
pisos, dos de ellos con bellas bóvedas de arcos entrecruzados. Al acceder a la
torre se atraviesa un arco por el que se pueden ver los 3,75 metros de espesor
de las paredes.
Situado junto a una ventana se
encontró "La Mano de Fátima", un amuleto islámico que representaba
fuerza y protección. Se ha dejado una
réplica en su lugar de origen, ya que el original se llevó al palacio
renacentista del Ayuntamiento donde está instalado el Museo Arqueológico
Municipal.
El interior de la torre tiene un
conjunto de grafitis. Estos grabados son de los siglos XVIII y XIX. Durante las
Guerras de Sucesión y de la Independencia, el castillo se utilizó como cárcel, por lo que muchos de los prisioneros durante su
cautiverio realizaron dibujos e inscripciones en las paredes.
El broche final lo pone la subida a su terraza desde donde se contemplan unas impresionantes vistas.
Inma
Interesante artículo Inma. Un imponente castillo el que nos traes al blog. Me encantan que se puedan visitar en todo su esplendor. Ya veo que en la provincia de Alicante no sólo hay playa. Una propuesta que seguro que merece la pena.
ResponderEliminarLa zona de levante cuenta con importantes e imponentes castillos defensivos. El de Villena se encuentra muy bien preservado quizás debido a la anchura de sus muros y goza de unas buenas vistas de la ciudad desde las alturas. Una excelente oportunidad para conocer un poquito más de nuestra historia.
ResponderEliminarImponente imagen la del castillo de Villena, muy bien cuidado y conservado. Al recorrer su interior, uno no puede evitar imaginarse a sus antiguos moradores y la interesante historia que alberga.
ResponderEliminarMe gusta mucho el aspecto de este castillo y creo qué somos muy afortunados de tener este tipo de construcciones tan bien conservadas para el disfrute de todos los amantes de la historia.
ResponderEliminarUna visita interesante y un buen sitio para conocer.