Enclavado a orillas del río Duero y rodeado de viñedos y bodegas, el Monasterio de Santa María de Valbuena sorprende al visitante por su apuesta por el enoturismo en la Ribera del Duero, una de las mejores zonas vitivinícolas de nuestro país. Hace ya unos años se llevó a cabo una intensa restauración de su claustro e iglesia para fijar en él la sede de la fundación Las Edades del Hombre. Esta fundación se dedica a la promoción de la cultura, a través de la conservación, desarrollo, protección y difusión del patrimonio que poseen las once diócesis católicas en Castilla y León. Cada año, en un lugar diferente, se realiza una exposición para dar a conocer algunas de las piezas más representativas del arte sacro de Castilla y León. En 2017 la exposición se celebrará en el municipio segoviano de Cuéllar.
Acceso al Monasterio |
En la actualidad, además de albergar la sede de dicha fundación, en el Monasterio de Valbuena se ha realizado una excelente labor de rehabilitación en buena parte de sus dependencias para inaugurar un hotel-spa de 5 estrellas perteneciente a la cadena Castilla Termal, lo que aporta una buena dosis de atractivo a aquellos viajeros que deseen alojarse en un edificio histórico con las comodidades y el confort de un establecimiento de 5 estrellas que incluye un circuito termal y una zona de tratamientos. Toda la reforma se ha desarrollado en el interior del monasterio y ha quedado perfectamente integrada en el conjunto pues se ha respetado el carácter religioso del edificio, dejando fuera del hotel el maravilloso claustro cisterciense, la iglesia, que se utiliza a diario como parroquia local, así como la capilla del tesoro.
Claustro termal del Balneario Monasterio de Valbuena |
El monasterio comenzó a edificarse en el estilo arquitectónico imperante en la época, el gótico, si bien es cierto que en la parte superior del claustro, levantada posteriormente, podemos observar un estilo más renacentista tanto en la ornamentación como en el tipo de arcos y columnas empleados.
No dejéis de admirar los capiteles que decoran sus columnas, todos diferentes, o los medallones con cabezas de personajes ilustres. Alguno recuerda al emperador Carlos V y otro con forma de calavera es una alegoría de la muerte. En el pasillo norte de claustro se conservan aún en buen estado unas pinturas muy detalladas que representan escenas del nuevo testamento, como la crucifixión o la resurrección. Con el paso de los años los monjes fueron adaptando las dependencias del monasterio a sus necesidades. Así modificaron la sala capitular, el refectorio y las cocinas. Sin embargo, la zona destinada a los aposentos de los monjes no se ha conservado y ahora se ubican algunas habitaciones del hotel a las que se accede desde la planta superior del claustro.
En el interior de la iglesia, de líneas bastantes sobrias, destaca principalmente el imponente retablo del altar mayor ocupado por un enorme baldaquino barroco del s. XVIII que representa a la Virgen de la Asunción y está compuesto por multitud de figuras sobre las que destaca un ángel que vuela sobre la cabeza de la virgen tratando de coronarla.
Pero el lugar que más os llamará la atención será la Capilla del Tesoro o de San Pedro, en su origen destinada al enterramiento de los miembros de la familia Armengol como atestiguan algunos de los sarcófagos allí hallados. Se encuentra apartada del conjunto y se accede a ella por una pequeña puerta lateral en la cabecera de la iglesia. Su estructura es una única nave de tres tramos con bóveda de crucería. Su importancia deriva de las pinturas murales que decoraban sus paredes. A pesar de que se han perdido en su mayoría, aún se conservan tres murales góticos de diferente temática. El mejor conservado representa a unos caballeros cristianos luchando contra musulmanes, en otro se observa una representación religiosa con la virgen, la anunciación y la epifanía y, en el último de ellos, una escena de estilo cortesano con un rey acompañado de su reina y su séquito.
Por último, no olvidéis recorrer el patio exterior del monasterio, llamado Patio del Compás alrededor del cual se ubican los distintos edificios que componen el conjunto arquitectónico, de gran armonía.
No dejéis de admirar los capiteles que decoran sus columnas, todos diferentes, o los medallones con cabezas de personajes ilustres. Alguno recuerda al emperador Carlos V y otro con forma de calavera es una alegoría de la muerte. En el pasillo norte de claustro se conservan aún en buen estado unas pinturas muy detalladas que representan escenas del nuevo testamento, como la crucifixión o la resurrección. Con el paso de los años los monjes fueron adaptando las dependencias del monasterio a sus necesidades. Así modificaron la sala capitular, el refectorio y las cocinas. Sin embargo, la zona destinada a los aposentos de los monjes no se ha conservado y ahora se ubican algunas habitaciones del hotel a las que se accede desde la planta superior del claustro.
En el interior de la iglesia, de líneas bastantes sobrias, destaca principalmente el imponente retablo del altar mayor ocupado por un enorme baldaquino barroco del s. XVIII que representa a la Virgen de la Asunción y está compuesto por multitud de figuras sobre las que destaca un ángel que vuela sobre la cabeza de la virgen tratando de coronarla.
Retablo barroco de la iglesia |
Por último, no olvidéis recorrer el patio exterior del monasterio, llamado Patio del Compás alrededor del cual se ubican los distintos edificios que componen el conjunto arquitectónico, de gran armonía.
Susana
Magnifico el Monasterio de Valbuena. En las distintas partes que lo integran se puede disfrutar de la visita a sus dependencias, del bonito claustro con interesantes restos de pintura policromada y alojarse en un hotel de 5 estrellas que ofrece un circuito termal, vamos, una propuesta completísima, Susana.
ResponderEliminarLa visita de este monasterio es impresionante. Me ha gustado mucho y es bellísimo y aunque se ha restaurado para acondicionarlo como hotel aún conserva su aire original. El claustro es una maravilla y sus pinturas murales te dejan sin aliento....
ResponderEliminarUn buen lugar para descansar, conocer la zona y disfrutar de los excelentes vinos de la Ribera del Duero.
Precioso lugar con un sorprendente y bien cuidado interior. El edificio trasmite tranquilidad además poder disfrutar de los servicios de un hotel de 5 estrellas en un sitio tan antiguo como este, tiene que ser todo un lujo. Merece una visita este bonito monasterio para admirar los maravillosos frescos que adornan su interior y por supuesto, degustar la excelente gastronomía y el buen vino de esta tierra.
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