En el noroeste de Mallorca se encuentra uno de los lugares más impresionantes y visitados de la isla. Es el mirador de Sa Creueta o Colomer desde donde se puede apreciar unas increíbles vistas del Cabo Formentor.
Para visitarlo, solo hay que seguir la sinuosa carretera que parte del Puerto de Pollensa en dirección al hotel Formentor, uno de los más prestigiosos de la isla y a la playa del mismo nombre. El mirador no tiene pérdida, está señalizado, además un pequeño aparcamiento permite dejar el vehículo y recorrer los escasos metros hasta llegar a él.
Aunque hay que tener en cuenta que puede estar bastante concurrido durante ciertas horas del día, sobre todo al atardecer. Sus magníficas vistas atraen a cientos de turistas ansiosos de contemplar una de las mejores panorámicas de Mallorca.
Su ubicación privilegiada a más de doscientos metros de altura, lo convierten en un mirador inigualable. El acceso se realiza a través de los acantilados que se elevan sobre el mar, por un camino con algunos escalones tallados en la roca. El camino es bastante seguro aunque hay que tener cierto cuidado si viajáis con niños y con la gente que tenga algo de vértigo. Desde el mirador se ve la costa, preciosa y espectacular con el islote del Colomer al fondo.
Una vez disfrutado el mirador se puede continuar por la carretera hasta el punto más al norte de la isla para visitar el solitario faro de Formentor. Durante el recorrido, de unos dieciocho kilómetros, se disfruta de la belleza natural de uno de los parajes más agrestes e incomunicados de Mallorca y desde donde, si el día es claro, se puede divisar la cercana Menorca.
Las obras del faro comenzaron en 1857 y en ellas trabajaron más de doscientas personas que durante dos años y medio se dedicaron únicamente a la apertura de un camino para poder traer todos los materiales necesarios para su construcción. Debido a las complicadas características del terreno, los obreros trabajaban todos los días, incluyendo domingos y festivos, por lo que el Obispo de Mallorca ordenó levantar un altar en este lugar para que pudieran oír misa antes de iniciar el trabajo.
Para visitarlo, solo hay que seguir la sinuosa carretera que parte del Puerto de Pollensa en dirección al hotel Formentor, uno de los más prestigiosos de la isla y a la playa del mismo nombre. El mirador no tiene pérdida, está señalizado, además un pequeño aparcamiento permite dejar el vehículo y recorrer los escasos metros hasta llegar a él.
Aunque hay que tener en cuenta que puede estar bastante concurrido durante ciertas horas del día, sobre todo al atardecer. Sus magníficas vistas atraen a cientos de turistas ansiosos de contemplar una de las mejores panorámicas de Mallorca.
Su ubicación privilegiada a más de doscientos metros de altura, lo convierten en un mirador inigualable. El acceso se realiza a través de los acantilados que se elevan sobre el mar, por un camino con algunos escalones tallados en la roca. El camino es bastante seguro aunque hay que tener cierto cuidado si viajáis con niños y con la gente que tenga algo de vértigo. Desde el mirador se ve la costa, preciosa y espectacular con el islote del Colomer al fondo.
Una vez disfrutado el mirador se puede continuar por la carretera hasta el punto más al norte de la isla para visitar el solitario faro de Formentor. Durante el recorrido, de unos dieciocho kilómetros, se disfruta de la belleza natural de uno de los parajes más agrestes e incomunicados de Mallorca y desde donde, si el día es claro, se puede divisar la cercana Menorca.
Las obras del faro comenzaron en 1857 y en ellas trabajaron más de doscientas personas que durante dos años y medio se dedicaron únicamente a la apertura de un camino para poder traer todos los materiales necesarios para su construcción. Debido a las complicadas características del terreno, los obreros trabajaban todos los días, incluyendo domingos y festivos, por lo que el Obispo de Mallorca ordenó levantar un altar en este lugar para que pudieran oír misa antes de iniciar el trabajo.
Loli
Me encantan los miradores y si están al pie del mar, como este, mucho más. Una pena que el día no acompañara para disfrutar de una bonita puesta de sol. Aún así, se nota la afluencia de turistas en época estival. Imagino que no solo resultan atractivas las vistas sino también el entorno en el que se encuentra el mirador y la sinuosa carretera que lleva hasta él. Ya huele a verano, Loli.
ResponderEliminarUn lugar espectacular, Loli, qué vistas tan magníficas, me ha encantado.
ResponderEliminarLa ruta hasta el faro tiene que ser preciosa también.
De las mejores vistas que se pueden disfrutar en la zona, el sitio es espectacular, con unas vistas maravillosas y un paisaje increíble. Seguro que os gustará, es todo un espectáculo.
ResponderEliminarUn lugar fascinante Loli, no me extraña nada que se llene de turistas al atardecer, tiene que ser inolvidable ver ponerse el sol en este acantilado. He estado dos veces en Mallorca y no he tenido la oportunidad de visitar esta maravilla. Un lujazo poder ver estas magníficas vistas que nos has traído.
ResponderEliminarmuy hermoso
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