jueves, 14 de mayo de 2015

Amberes, la ciudad de los diamantes.

Dicen que el 70% de los diamantes que hay en el mundo han pasado por alguno de los talleres que hay en Amberes y es que esta ciudad es uno de los centros más importantes de tallado de diamantes del mundo. La mayoría de estos talleres están regentados por judíos que se establecieron aquí en el siglo XVI para dedicarse a la talla de diamantes y piedras preciosas.




Alrededor de la preciosa Estación Central se encuentra el barrio del diamante que además de talleres cuenta con un museo dedicado al comercio, historia y talla de esta joya. Pero no vine a Amberes sólo para ver diamantes, no es que no me gusten, ¡me encantan! Me acerqué a conocer la segunda ciudad más grande de Bélgica, una ciudad cosmopolita y a la vez cargada de historias y leyendas.


Mi recorrido por Amberes me llevó a conocer una ciudad comercial con calles y grandes avenidas llenas de tiendas. Dejando atrás la Estación Central, una de las estaciones de tren más bonitas del mundo, de estilo neoclásico y coronada por una gran cúpula. Nos adentramos en el Bulevar Meir, el más animado y comercial de Amberes. En él se alzan espléndidos palacios y elegantes edificios como el Stadsfeestzaal, un edificio de principios del Siglo XX construido para organizar festividades oficiales como conciertos, exhibiciones, etc. En la actualidad es un interesante centro comercial.


Amberes es la ciudad de Van Dyck y de Rubens, aunque este último no nació en Amberes, vivió los últimos años de su vida en esta ciudad. Convertida en museo se puede visitar su casa. La ví únicamente por fuera, porque no tenía mucho tiempo y preferí recorrer la ciudad.


Nuestro paseo nos acerca a Groenplaats, una gran plaza que ocupa el lugar del antiguo cementerio de la catedral, presidida por una estatua de Rubens. La Catedral de Amberes es una de las más importantes de Europa y la mayor de Bélgica con su torre de 123 metros dominando la ciudad. Se encontraba cerrada por obras en mi visita, así que me quedé con ganas de apreciar las obras maestras de Rubens que guarda su interior.


Llegamos al corazón de la ciudad, la GroteMarkt, presidida por la estatua de Silvio Bravo con la mano del gigante Antigoon. Una plaza espectacular rodeada de sus casas gremiales del siglo XVI. Me gustó mucho esta plaza porque ofrece un conjunto realmente bello. Toda esta zona suele estar muy animada con multitud de terrazas, cafés y pubs. No estaría de más tomarnos un tiempo para descansar relajadamente y disfrutar de una de las mejores cervezas del mundo.


Mi recorrido termina en el pintoresco castillo Steen y la antigua casa de los carniceros con su peculiar estilo gótico tardío, actualmente Museo de Arqueología. Por último, y tras esta intensa visita, daremos un paseo por la orilla del río Escalda aquél donde Silvio Bravo arrojó la mano del gigante y dio origen a la ciudad.



                                                                                                                                                             Loli

4 comentarios :

  1. Amberes es una ciudad que merece ser visitada. Si vais en tren, comprobareis que la propia estación es un verdadero monumento arquitectónico, tanto por dentro como por fuera y bien merece la pena detenerse a contemplarla, además se encuentra bastante cerca del centro, por lo que se puede ir paseando y así conocer otras partes de la ciudad.
    Disfrutar de las joyerías, de sus hermosas plazas, de las vistas al río y del castillo. Seguro que no dejaran indiferente a nadie.

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  2. Un paseo muy interesante por esta ciudad, cuyo puerto es uno de los más importantes del mundo y el segundo en tráfico de contenedores de Europa. Además la importancia del comercio de diamantes y su posición céntrica en Europa hacen de Amberes una de las ciudades más cosmopolitas en el viejo continente. Me apenó no disponer de tiempo para conocer la ciudad y su magnífica estación central cuando recorrimos Bélgica el año pasado. Muy bonitas las fotografías.

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  3. Una pena no tener tiempo el pasado año de poder visitar esta ciudad que por lo que nos cuentas Loli, tiene mucho de lo que disfrutar. No sé si disfrutarías mucho de los diamantes que seguro que están prohibitivos, pero por lo he leído ofrece arte, compras y ambiente. Bélgica es un país con mucha historia con mucho que ofrecer, merece la pena visitarlo. Por su pequeña extensión, como Cataluña, es ideal para recorrer tanto en tren como alquilando un coche. Animaros os encantará. Gran trabajo Loli.

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  4. Antwerpen, qué buenos recuerdos tengo de esta ciudad ¡!
    Siempre está muy animada. Me parece uno de los lugares de Bélgica con más historia, es muy interesante su catedral con grandes cuadros de Rubens. Este genial pintor pasó varios años de su vida en Amberes, el museo dedicado a él (Rubenshuis) es una visita imprescindible.
    Justo al lado de la bonita estación de tren está el Museo del Diamante, que si tenemos tiempo, entrar a él nos proporcionará información sobre la industria y el comercio generado alrededor de estas cotizadas joyas.
    Después de dar un paseo por la orilla del río Escalda, lo mejor es sentarse en una de las terrazas en Grote Markt junto a las preciosas casas de alrededor y tomar una de las afamadas cervezas belgas con un pastel de pollo, mejillones y unos rollos de salchichas para terminar con un rico postre de chocolate.

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