En la provincia de Cuenca, muy próximo a su capital y en plena serranía alta, encontramos "El Hosquillo", un enclave de inimitable belleza con bosques interminables, cárcavas y hoces por donde discurren las aguas del río Escabas y el arroyo de las truchas. Este paraje tan singular fue el escenario elegido para realizar el primer documental de la serie El hombre y la Tierra de Félix Rodríguez de la Fuente. Hoy "El Hosquillo" es un Parque Cinegético cuyo cometido prioritario es la repoblación de cotos de caza y Parques Nacionales de especies como ciervos, gamos y muflones.
Río Escabas a su paso por El Hosquillo |
Centro de Interpretación y un museo de trofeos |
No es fácil llegar al Hosquillo debido a la orografía del terreno, con carreteras sinuosas que hacen difícil su acceso, además hay que reservar con mucho tiempo de antelación, pues tan sólo 50 personas al día y sólo durante los fines de semana pueden recorren el interior del parque. La visita se realiza en vehículos particulares y a la hora concertada donde recorreremos estrechas carreteras hasta llegar a las inmediaciones del Centro de Interpretación y un museo de trofeos de caza donde nos esperan los guías.
Interior del museo de trofeos |
donde se exhiben diferentes especie de animales |
Sinceramente este espacio fue el que menos me gustó, la colección de animales disecados es impresionante. En él encontré especies protegidas o en peligro de extinción como osos pardos, lobos y linces ibéricos, además de cabra montés, ciervos, gamos, tejones... Nos cuentan que este museo se creó para la concienciación ecológica actual.
Continuamos la visita de una hora aproximadamente, haciendo un recorrido a pie donde nos van contando la historia de este parque. El Hosquillo nos dicen que es un lugar muy especial que se convirtió en un Parque Cinegético allá por los años 60. Su nombre proviene de su orografía hosca y de difícil acceso, cerrado de forma natural por enormes farallones rocosos y con enormes vallas impidiendo la salida a los animales que allí se criaban.
Llegué al Hosquillo con la idea de encontrar muchos más animales de los que realmente vi y por mucho que se empeñaron los guías en contarnos de que en esta Reserva Cinegética campan a sus anchas en estado de semi-libertad cientos de jabalíes, ciervos, corzos o cabra montés además de distintas rapaces y aves forestales, no conseguí ver ninguno de ellos en grandes cantidades, quizás tuvimos algo de mala suerte.
Así que no pude ver ni las águilas reales, águilas perdiceras ni halcones peregrinos que pueblan el precioso valle que conforma el Hosquillo. Tan solo algunos buitres, una cierva que andaba entre los visitantes, algún que otro jabalí, una pareja de lobos ibéricos a lo lejos y dos osos pardos que se acercaban a los barrotes de la verja que separa su área de campeo con la de los visitantes que les hacíamos fotos sin cesar, es un poco triste.
Terminada la visita, marchamos, pues, con nuestros coches por entre los inmensos pinares, entre los que aparecían de vez en cuando algún ciervo que, posiblemente, en el futuro pasaría a engrosar las filas de un Coto de Caza. Para terminar he de decir que lo que más me gustó de esta visita fue el paisaje y para todos aquellos que no lo conozcan, el Hosquillo no es un zoológico, se trata de un parque natural de gran valor ecológico situado en la Serranía alta de Cuenca, cerrado por paredes calizas de una forma totalmente natural donde habitan numerosas especies de animales que dependiendo el día, la hora o la suerte que tengamos, podremos ver o no.
Rafa
Es curioso de donde proviene el nombre de este parque cinegético, me preguntaba su origen y tú me lo has aclarado, Rafa.
ResponderEliminarNo me extraña que no vierais muchos animales, no es fácil, se alejan de las zonas en las que hay "visitantes" y además se mimetizan con el bosque. Me encantan los osos y aunque los encontrasteis tan cercanos a la verja, siempre impone su presencia. Gracias, Rafa, por tu propuesta a este parque natural.
No conocía este parque cinegético pero es un manera diferente de ver animales en semilibertad aunque en tu visita tuvieras poca suerte. Los zoológicos me ponen un poco triste y prefiero contemplar los animales en su hábitat a pesar de que eso dificulta precisamente su avistamiento. Me parece bien que la entrada esté limitada y controlada mediante reserva para preservar el descanso de los mamíferos y las aves. Una excursión distinta y particular.
ResponderEliminarUna excursión muy agradable para los amantes de los animales y de paisajes donde todavía se pueden ver lobos y osos en semi-libertad. Muy recomendable su visita, tanto para niños como adultos con grandes espacios abiertos para los animales aunque no veamos muchos. Un lugar excepcional para concienciarnos y respetar nuestro entorno.
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