Aunque de orígenes muy remotos, la historia de Almagro comienza cuando los maestres de la Orden de Calatrava, dueños de todos estos territorios, se trasladan a este interesante pueblo manchego donde fijaron su residencia y levantaron grandes conventos y hermosos palacios desde donde organizaban y defendían el amplio territorio. Pero fue más tarde con la llegada de los Fugger cuando este pueblo alcanzó su máximo esplendor artístico y un alto crecimiento económico.
Los Fugger (Fúcares los llamaron por aquí) eran unos acaudalados banqueros flamencos a quienes el emperador Carlos V les cedió la explotación de las minas de mercurio de Almadén en agradecimiento al apoyo económico prestado durante las guerras de Europa.
Quizás sea la Plaza Mayor la imagen más característica de Almagro, su origen fue, como en casi todas las plazas mayores españolas, el de un lugar permanente donde establecer el mercado. Pero sufrió una importante transformación en el siglo XVI con la llegada de los poderosos banqueros.
Se levantaron nuevos edificios de dos pisos con galerías abiertas al exterior que servían de tribunas para los actos públicos, festivos y religiosos. Las galerías se fueron cerrando a modo de palcos a los que se accedían por escaleras de madera que aún se pueden observar, situadas en la calle del Toril y el callejón del Villar.
Mientras observo y disfruto de este precioso recinto rectangular con sus acristaladas galerías con ventanas de madera pintadas en color verde que descansan sobre pilares de piedra, voy recorriendo los soportales donde en otros tiempos se cobijaban los mercaderes. Hoy encontramos varios bares, restaurantes y comercios de artesanía donde adquirir sus riquísimas berenjenas. Esta Plaza Mayor es una de las más bellas plazas españolas y sus acristaladas galerías nos recuerdan las fachadas costeras de muchas construcciones Europeas.
Además en un lado de esta magnífica Plaza Mayor se encuentra un pequeño tesoro. Bajo los soportales se esconde la entrada del Corral de Comedias, un teatro único en su género que se conserva y que permanece activo tal y como era hace casi cuatrocientos años. Recibe el nombre de corral porque antiguamente las representaciones teatrales se celebraban en los corrales de las posadas. El de Almagro estaba situado en el Mesón del Toro.
El teatro se trata de un corral o patio de dos pisos que descansan sobre pilastras de color almagre (óxido rojo de hierro mezclado con arcilla). Rodeando el escenario encontramos los palcos antiguamente ocupados por nobles y gentes de un nivel social elevado. En los laterales del escenario se encontraban los aposentos privados con tupidas celosías que permitían ver sin ser vistos. Las mujeres veían las representaciones solas enfrente del escenario. La moral de la época y la Iglesia prohibía la reunión de hombres y mujeres en el teatro. Me gustaría saber si en los aposentos privados ocultos por las celosías también se cumpliría esta norma. La gente llana se repartía de pie por el patio que se conocía como Patio de los Mosqueteros.
En el siglo XVIII la mayoría de los corrales desaparecieron, pero este de Almagro se siguió utilizando como posada y su estructura se mantuvo intacta. Paso a llamarse Mesón de la Fruta y más tarde Posada de las Comedias permitiendo así poder recuperarlo para nuestro disfrute.
Aquí se representaron y aún hoy se siguen representando las obras de Miguel de Cervantes, Tirso de Molina, Calderón de la Barca y especialmente, Lope de Vega. Cada año, en el mes de julio, se celebra en Almagro el Festival Internacional del Teatro Clásico que atrae a cientos de visitantes que, como yo, nos sentimos atraídos por este tipo de representaciones. A parte del Corral son varios los lugares repartidos por Almagro en los que se puede disfrutar del teatro durante el mes de julio. Además se puede conocer el Corral de Comedias no sólo durante el festival, hay representaciones durante todo el año o a través de visitas teatralizadas o por libre con audioguías.
Espero que disfrutéis de este lugar único.
http://www.festivaldealmagro.com/programa_actual.php
http://www.almagro.es/corraldecomedias/index.htm
Rafa
Almagro es un pueblo que merece varias visitas ya que tiene muchos atractivos. Todos los años se celebra en el espacio único del Corral de Comedias el Festival Internacional de Teatro. Su Plaza Mayor tiene mucho encanto y al pasear por sus calles podemos admirar sus antiguos palacios. Me llamó la atención la visita al Museo Nacional del Teatro con sus variada muestra. Además cuenta con un Parador estupendo, instalado en lo que fue el Convento de San Francisco, uno de los más bonitos de la Red, para mi gusto.
ResponderEliminarFantástico tu artículo, Rafa.
He visitado este bello pueblo manchego 3 veces y no me canso de admirar su casco histórico, sus plazas y sus palacios pero al igual que a ti, Rafa el lugar que más me atrae es la preciosa Plaza Mayor, se dice que sus galerías acristaladas están inspiradas en las de las ciudades centroeuropeas (quizás por influencia de los Fugger). El Parador de Almagro merece una mención especial así como el Corral de Comedias. No olvidéis visitar el Museo Nacional del Teatro con muchas curiosidades acerca de este arte. Un artículo estupendo de la esencia de La Mancha. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn gran artículo Rafa. Almagro es un pueblo imprescindible si se visita La Mancha, por su belleza y ambiente. La plaza, el corral, su gastronomía, sus excelentes edificios y el Museo Nacional de Teatro son de obligada visita. Tiene bastantes alojamientos rurales, hoteles y un magnífico parador. Pasearla por la noche tiene su encanto. Es un lugar ideal para conocer la tierra del Quijote, degustar el vino y queso manchego, conocer naturaleza ( las tablas de Daimiel y Lagunas de Ruidera ), dos o tres días por estas tierras y te quedarás culturizado, con la tripa llena. Ideal para una escapada.
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