jueves, 30 de agosto de 2012

Bulnes a pie o en funicular

Senda a Bulnes
Hace apenas 10 años el acceso al pueblo asturiano de Bulnes, uno de los municipios más inaccesibles de España, se realizaba por un angosto camino, remontando el río Texu bien a pie o en burro. Marcelino, se encargaba de estos animales y aprovechaba los viajes para llevar los suministros necesarios al pueblo así como a algunos turistas que no querían caminar y arriesgar su vida por el estrecho sendero ascendente que nace en Puente Poncebos. No pocos han perdido la vida en él por no llevar el calzado adecuado o no respetar las normas de seguridad mínimas en la montaña. Son sólo 4 kms. de ascenso que nos llevarán una hora y media aproximadamente para alcanzar esta bella aldea.


Entrada a Bulnes
Desde Bulnes, muchos escaladores inician la ruta para subir al pico Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes ya que desde allí sale la senda que lleva al refugio de montaña en el que esperan muchos intrépidos senderistas a que las condiciones climatológicas sean las adecuadas para emprender el ascenso.
Peña Maín

Interior del túnel
Desde el año 2001, un funicular facilita el acceso a los habitantes de Bulnes, a turistas y a personas discapacitadas, así como los suministros necesarios.
Fue una empresa faraónica, cualquiera diría que los responsables de la misma se habían vuelto locos. Se trataba de horadar una gran roca en la montaña, la peña Maín, e instalar las vías para un tren cremallera de 2.200 metros de longitud con un desnivel del 18% que en apenas 10 minutos te deja a 1 km. escaso de la entrada al pueblo con una frecuencia de media hora aunque en temporada estival el número de viajeros está limitado.
Las obras se prolongaron durante muchos años, no sin polémicas por los muchos detractores que opinaban que la obra atentaba contra el Parque Nacional de los Picos de Europa y que masificaría este recóndito rincón de la montaña asturiana. Los ecologistas se manifestaron en varias ocasiones intentando detener el avance de las obras pero todo fue en vano.

Aún así, Bulnes continúa siendo el único municipio de Asturias al que no se puede acceder por carretera. Está dividido en 2 partes, Bulnes de Abajo y Bulnes de Arriba  (también conocidos como La Villa y El Castillo).

La Villa

Hace 3 años, volví a este lugar para visitar el municipio utilizando en esta ocasión el funicular. Evitando los meses de verano, Bulnes sigue manteniendo el mismo encanto que antes ya que desde el pueblo apenas se vislumbra la entrada al túnel. Varios negocios han prosperado gracias al invento del funicular; restaurantes, bares, albergues y casas rurales. Realmente se ha evitado la despoblación de este municipio y el turismo ha atraído a nuevos pobladores. Para llegar a Bulnes de Arriba no queda otro remedio que emprender el camino a pie pero sólo son 1,5 kms. Desde esta senda nacen varios caminos que nos llevarán al mirador del Naranjo y al refugio. Las calles de Bulnes están hechas de la misma roca que la rodea, todo caliza y no son muy regulares pero lo suficiente para que transite el ganado, las gallinas y los turistas.

Una calle de bulnes


Nada más entrar al pueblo veremos su camposanto y la iglesia para después cruzar el arroyo por un pequeño puente. Algunas de las casas están en ruinas pero muchas están siendo reconstruidas poco a  poco lo que es buena señal.

Bulnes de Arriba
A pesar del progreso o mejor dicho, gracias a él, los visitantes pueden disfrutar de este espectáculo natural que son los Picos de Europa. Desde este valle a unos 650 metros de altitud totalmente rodeado de algunas de las montañas más altas de España, el aire que se respira es puro y la vegetación abrumadora. Uno se siente pequeño y a la vez parte de todo ello.
No dejéis de visitarlo.
Escrito por LaSusi

5 comentarios :

  1. Muy interesante tu artículo, Susana. Me alegro de que un lugar tan perdido y de difícil acceso, por no decir casi imposible, tenga ahora una forma de vida algo más cómoda y se puedan beneficiar las personas que allí vivan, y también permita la posibilidad de visitar este precioso lugar, siempre y cuando no sea invadido, por eso está bien que se controle el número de personas que pueden tomar el funicular.
    Gracias por las fotos, me ha gustado mucho poder ver a través de ellas este sitio tan escondido y tan impresionante

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  2. Es un lugar con encanto especial rodeado de montaña por todos los lados, sobrecoge las imponentes mastodontes que te rodean. Es el inicio para el que quiera ir hasta el Pico Urriellu o Naranjo de Bulnes. Desde que el funicular llega hasta allí, con un pequeña aportación de mi suegro, que estuvo en esta obra faraónica, el pueblo ha renacido de sus cenizas. Hay pequeños negocios de restauración y hostelería que han rescatado a este pueblo del olvido. Es un lugar que no hay que perderse. Hay dos opciones a pie o en funicular. Lo recomiendo de cualquiera de las dos maneras, no hay que perdérselo. Gracias Susana por traernos estos lugares al blog con tu prosa tan amena y descriptiva.

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  3. Siempre recomendaremos usar ambas vías, quizás subir caminando y disfrutar de ese sendero sencillo y ameno, recorrer esos pocos kms. como los vecinos y caminantes hacían años atrás por necesidad. Una vez arriba, las posibilidades son infinitas en todas las direcciones.
    Las imágenes reflejan la realidad de los pueblos dentro del parque nacional; que gracias al turismo han podido ser un presente sostenible.
    El descenso quizás merece la pena hacerlo en el funicular; además de conocerlo, ahorramos tiempo y trabajo (que no dinero)
    Todo viajero debería de haber estado, al menos una vez, en Bulnes: visita obligatoria

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  4. Hace muchos años estuve pensando en subir andando a Bulnes, pero me eche para atrás cuando me dijeron que era un camino muy empinado y peligroso. Ahora gracias al funicular por mucho que les pese a los ecologistas, facilita la subida a este interesante lugar y pone al alcance de la mano a practicantes del montañismo y amantes de la naturaleza, este espectáculo natural.

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  5. Hasta hace bien poco parecía increíble pensar que pudieran existir lugares prácticamente incomunicados. Me alegro mucho que la situación de este pueblo cambiase gracias a la construcción del funicular.
    Un interesante artículo.

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