Según cuenta la leyenda, dicen que en Grecia había un monje llamado Régulo que guardaba las reliquias de Saint Andrews (San Andrés), uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Un buen día se le apareció un ángel y le anunció que las reliquias estaban en peligro. Régulo partió en busca de un lugar seguro y su barco zozobró en las costas escocesas. Con la ayuda de unos monjes construyó una iglesia para albergar los restos del santo. En la actualidad, Saint Andrews es el patrón de Escocia y se celebra el 30 de noviembre de cada año.
Ruinas de Saint Andrews |
Cientos de peregrinos se acercaban hasta este remoto rincón para adorar los huesos del santo que estaban enterrados bajo el altar. Poco a poco, con el paso del tiempo, la iglesia se quedó pequeña y una comunidad de agustinos fundó un monasterio y la iglesia de San Régulo (Saint Rule) que se amplió a lo largo del siglo XII y XIII y pasó a convertirse en catedral, llegando a ser la más grande e importante de todas las catedrales de Escocia.
Ruinas repletas de intrigas e historia |
Con la guerra entre Católicos y Protestantes, la catedral fue saqueada y su interior se llenó de rebeliones y batallas. Sufrió un importante incendio y después, sucesivos temporales junto con las inclemencias del tiempo hicieron el resto. Incluso, sus piedras fueron utilizadas para la construcción de muchas casas de la ciudad.
Torres que resisten en pie junto a la zona del altar |
Torre de Saint Rule, lo único que queda de la antigua iglesia |
De aquella impresionante catedral tan sólo ha sobrevivido una parte de los muros del recinto y tres torreones, dos donde se hallaba el altar mayor y otro junto a la puerta que daba acceso al interior del templo. Además también queda en pie la Torre de Saint Rule, a la que se puede subir para contemplar todo el conjunto.
A pesar de su estado ruinoso, todavía se conservan parte de sus muros |
Hoy en día las lápidas del cementerio han tomado el lugar pero podéis explorar las ruinas sin ningún problema. Son un auténtico espectáculo, están abiertas al público y perfectamente adaptadas para dar un tranquilo paseo. Recorriéndolas es fácil imaginarse las grandes dimensiones que tuvo en su día y nos permite revivir toda su grandiosidad.
También hay un museo en las antiguas dependencias del monasterio donde se expone una colección de cruces celtas y lápidas medievales halladas en el lugar, además del sarcófago de St. Andrews. Las ruinas de la Catedral de Saint Andrews aún resisten en pie, invitan a adentrarse entre sus muros y disfrutar del silencio. Son uno de esos sitios que impresiona a quien lo visita y del que guardo un buen recuerdo.
Loli
Pues sí, Loli, como dices, debe ser un lugar ideal para dar un paseo y disfrutar de estas ruinas.
ResponderEliminarSeguro que resulta fascinante la exposición de las cruces celtas en el museo.
Me han gustado mucho las fotografías que has puesto en el artículo.
La verdad que me encanta visitar estos lugares aunque muchos de ellos me decepcionan ya que no están bien conservados. Aunque es cierto que no dejan de ser unas ruinas idílicas desde el punto de vista de la curiosidad, es una visita muy interesante. St. Andrews tiene algo que lo hace único además de ser un lugar cargado de historia.
ResponderEliminarLo recomiendo.
Qué sitio tan interesante aunque se encuentre en ruinas! Además no se encuentra muy alejado de Edimburgo. Sus dimensiones debían ser espectaculares a juzgar por los restos que quedan de la catedral. Una recomendación excelente para los viajeros que se decidan a descubrir las maravillas de Escocia.
ResponderEliminarPrecioso lugar Loli estas ruinas son geniales, Da una sensación de grandiosidad ver algunos muros y torres de pie, es un alucine. Tengo claro que si visito #Escocia no me perderé este sitio. Ya sabéis mi predilección por las ruinas, siempre he pensado que cuentan más cosas y envuelven en un halo de misterio el lugar en que se sitúan. Enhorabuena por el artículo.
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