El arte mudéjar, realizado entre
los siglos XII y XVI, es la fusión
artística cristiana e islámica. Utilizando materiales como el barro, la madera
y el yeso, resalta su decoración compuesta por cerámica vidriada (verde, azul y
blanca) y por los propios ladrillos utilizados para su construcción, que además
de ser un elemento estructural, forman
parte de la ornamentación. Por aquella época existía la norma de que si
en el plazo de un año se rompían por su mala cocción, el ladrillero tenía que
restituir el precio recibido por su trabajo.
En 1171 Alfonso II tomó Teruel,
pero muchos musulmanes siguieron viviendo pacíficamente en la villa. Esta
comunidad se encargó de construir bellísimas torres mudéjares que adornaban y continúan
adornando la ciudad, como la espléndida Torre de El Salvador.
La catedral de Santa María de Mediavilla es del mismo estilo. La torre del templo se haya adosada al muro formando un pasadizo abovedado en la calle. La fachada está cubierta en muchas de sus partes por azulejos. Se empezó a construir en el siglo XII, en el XVI se elevó el cimborrio sobre el crucero, en el XVII se amplió la girola que rodea el ábside y a principios del XX se realizó la portada modernista de una de las entradas.
De finales del XIII es la
techumbre mudéjar que cubre la nave central, realmente una joya. El techo de la
nave de la iglesia representa mediante dibujos la vida medieval; caballeros y damas, mudéjares y cristianos,
campesinos y nobles, reyes y artesanos, obispos y monjes, todos están plasmados
en las pinturas de la bóveda rodeados de
motivos geométricos de influencia islámica, como el trazado de rombos y
otras filigranas.
La técnica empleada es pintura al
temple. El polvo coloreado se mezclaba con yema de huevo, añadiendo una goma o
laca para que los colores se peguen a la superficie. La madera adecuada sería
de álamo o sauce, los nudos de las traviesas había que quitarlos y rellenar los
huecos con yeso, después se cubría con tiras de tela de lino, para finalmente
extender delgadas capas de yeso, sobre
este soporte se aplicaba la pintura. De esta manera se crearon obras de arte
magníficas como la que podemos contemplar en la catedral de Teruel.
El influjo oriental se nota en el
colorido, ocre, amarillo, siena, bermellón, verde, azul, y como no, negro y
blanco. Los escudos se mezclan con bestias imaginarias como los dragones.
También se pueden ver unicornios, sirenas y centauros. En esta parte del templo se une lo simbólico y lo real,
escenas apocalípticas sobre el fin de los tiempos y la redención como meta
final. El artesonado de la catedral de Teruel es de una gran belleza, un
trabajo excepcional tanto en su conjunto como en sus detalles.
Inma
Los apasionados del arte mudéjar no pueden dejar de descubrir la ciudad de Teruel. Y es que esta ciudad dispone de un amplio número de monumentos de dicho estilo que le han valido para ser catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Además de admirar toda la belleza del impresionante artesonado de la catedral no hay que perderse la visita al Mausoleo de los Amantes de Teruel o a la Torre e Iglesia de San Pedro donde se visita su sorprendente cúpula y se recorre el exterior a través de pasillos.
ResponderEliminarCuando varias personas te comentan la belleza de un mismo lugar es porque dicho sitio es excepcional. Este es el caso de Teruel. Ya no me quedan excusas para no conocerla y descubrir sus encantos. Una gran recomendación.
ResponderEliminarTeruel es una gran desconocida que bien merece una visita. Recuerdo su preciosa catedral que tuve el privilegio de poder ver en una visita guiada, una auténtica maravilla con esa techumbre mudéjar única en el mundo y de un exquisito trabajo. Realmente me encanto toda la catedral en su conjunto, es magnífica: su arquitectura, la torre, la techumbre y el retablo mayor. Una auténtica maravilla
ResponderEliminarGracias por compartirlo con nosotros.
Siempre que tenemos unos cuantos días libres, siempre nos planteamos visitar Teruel y alrededores, pero por el frío o por lo lejos para dos días o por cualquier pequeña excusa no nos hemos decidido. Se nos acaban las justificaciones, Teruel y su mudéjar me ha dejado boquiabierto, es un arte muy peculiar, el ladrillo le da un carácter especial. Gran trabajo Inma, espero que tu artículo nos dé el empujón definitivo para conocer esta pequeña y desconocida capital aragonesa.
ResponderEliminarTeruel es una gran desconocida, es una ciudad preciosa con un montón de rincones por descubrir. Y para los que vengáis por la zona no dejéis de hacer una visita a Albarracín, uno de los pueblos mas bonitos de España.
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