El castillo palacio de los Condes
de Oropesa fue el primer Parador que se instaló en un monumento histórico, inaugurándose
en 1930
En el palacio estuvieron
alojados por un tiempo Carlos I y San Pedro de Alcántara.
San Pedro de Alcántara, fraile
franciscano, era amigo de los Condes de Oropesa y le confiaron la educación de
sus hijos. En la actualidad aún se conserva la celda que ocupó el monje.
Hemos querido volver a este bonito Parador antes de su cierre. Durante aproximadamente dos años se realizará una reforma integral, para arreglar y modernizar sus instalaciones.
Está decorado con
valiosas piezas, como arcones y grabados, objetos de cerámica, tapices, espejos
y bargueños.
En el espacio del restaurante se
conserva el artesonado gótico-mudéjar original.
Su restaurante, con muy buena
calidad y cocina, ofrece platos muy bien elaborados. El bacalao con callos y
pil pil es muy original y está delicioso, la perdiz de tiro estofada a la
Oropesana tiene un punto perfecto.
El desayuno es muy variado, con
muchos productos de la zona de muy buena calidad.
La estancia más especial es “El
Peinador de la Reina”, la habitación única que se encuentra en la torre octogonal
de una de las esquinas.
La suite tiene siete balcones y un salón independiente del dormitorio. Los detalles decorativos de la cama están pintados a mano, reflejando muy bien en la estancia el ambiente del antiguo palacio.
Inma
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