El área arqueológica del Valle de los Templos es Patrimonio
de la Humanidad de la UNESCO y es el destino turístico más visitado en Sicilia.
La fundación de la antigua colonia griega de Akragas, junto
al río del mismo nombre, comenzó en el siglo VI a.C. Llegó a ser una de las
ciudades más grandes del Mediterráneo, y una de las más notables colonias fuera
de Grecia.
Más tarde fue ocupada por los romanos que, cambiaron su
nombre por Agrigentum y, la hicieron aún
más importante. En el periodo bizantino fue casi olvidada, hasta que con la
llegada de los árabes se construyeron
nuevos monumentos, tomando el nombre de Gergent. Los normandos la devolvieron
al cristianismo, fue cuando se comenzaron a levantar algunas de las iglesias de
la ciudad.
Alexander Hardcastle, capitán inglés, financió numerosas excavaciones
que permitieron mantener este
irrepetible patrimonio arqueológico. Villa Aurea, en el mismo recinto, fue su
residencia hasta el final de sus días.
Cuando se entra al Parco Valle dei Templi la experiencia
comienza a ser asombrosa.
En la colina se
levantaron monumentales santuarios. Los
templos son del siglo VI y V a.C.
Quedan restos de edificios públicos, varias
fortificaciones y una necrópolis.
El Templo de Hércules es el más antiguo. Se erigió tras la
victoria sobre los cartagineses.
De unas proporciones
inmensas, el Templo de Zeus o Júpiter Olímpico, tenía unas enormes esculturas
de las que aún quedan fragmentos.
El Templo de Hera,
también conocido como de Juno, está levantado sobre una plataforma con cuatro
escalones, quedando aún 30 columnas en pie.
Del Templo de Heracles poco se ha salvado, pero cuando se
construyó simbolizaba el poder y la fuerza de este héroe de Agrigento.
Llaman muchísimo la atención las cuatro preciosas columnas
corintias del Templo dei Dioscuri (Castor y Pólux).
El Templo de la Concordia es el mejor conservado, y es de
una armonía y belleza extraordinarias.
Tiene 34 columnas que estuvieron
recubiertas de estuco blanco, se le llama así por las inscripciones encontradas
en una roca cercana. A sus pies hay una
escultura moderna en bronce, “Icaro caduto”.
Con la puesta de sol todo el conjunto adquieren un color
dorado que impresiona. Más tarde, con los templos ya iluminados, la magia del lugar, sobrecoge.
El Valle dei Templi de Agrigento es uno de los recintos arqueológicos más
grandes del mundo, y mantiene la grandeza de la historia que representa.
Inma
Inma
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