La capital de Hungría está
considerada una de las ciudades más bellas de Europa. Está formada por dos partes diferenciadas, Buda y Pest,
cada una en una orilla del río Danubio.
En la colina del Castillo está
uno de los sitios más visitados por los turistas, el Bastión de los Pescadores.
El lugar lleva este nombre en recuerdo al grupo de estos trabajadores que,
durante la Edad Media, defendió ante los invasores esta parte de la ciudad.
Lo mejor es subir hasta allí en
el Funicular Budavári Sikló y después
bajar a pie. Sikló se construyó en 1870 pero sufrió grandes daños durante la
Segunda Guerra Mundial. El trayecto en telecabina es bastante corto, pero lo suficiente para ir
disfrutando de la panorámica según se asciende por la empinada cuesta.
Una vez arriba nos dirigimos
dando un paseo hasta el Bastión de los
Pescadores. Sus siete torres representan
las siete tribus fundadoras de Hungría. Durante el siglo VIII llegaron desde los montes Urales las llamadas tribus magiares, un pueblo
procedente de las estepas de Europa del Este. Los torreones recuerdan las
tiendas de campaña de estos pueblos nómadas.
La construcción de esta gran
terraza-mirador se terminó en 1902, mezclando estilos, neo-románico y neo-gótico. La piedra blanca le proporciona
un grandioso aspecto.
El Bastión de los Pescadores es
un lugar mágico que parece sacado de un cuento. Recorrer los pasajes, escaleras
y arcos junto a las estatuas de los líderes tribales cubiertos con cascos es
una experiencia sensacional. Si a esto le sumamos la panorámica que se obtiene
desde cualquier punto de esta gran terraza amurallada, el lugar es todo un
espectáculo.
Junto al Bastión está la estatua ecuestre de
San Esteban, primer rey de Hungría, y la iglesia de Matías.
Como tuvimos que hacer tiempo
para poder entrar a visitarla, nos quedamos en el parque que hay cercano y
aprovechamos para comer algo. Fue la primera vez a lo largo de nuestra estancia
en Budapest que tomamos el lángos y el gulyás, dos cosas de las más típicas en
la gastronomía del país. Repetimos estos platos en otras ocasiones ya que nos
encantaron y además admiten variedades, de hecho ninguno fue igual a otro.
Es cierto que al Bastión de los
Pescadores es imprescindible ir durante la mañana, pero es tal la afluencia de
turistas que a veces cuesta andar por aquí, incluso es complicado poder hacer
fotografías. Por eso si podemos volver durante la noche será aún mejor. La calma, imposible durante el día, nos
acompañará durante el recorrido. La cuidada iluminación de la ciudad nos dejará
un gran impacto para el recuerdo.
Inma
Me ha llamado enormemente la atención su emplazamiento y sus formas tan llamativas. Me resulta un monumento espectacular con una estructura original e impresionante.
ResponderEliminarNo me extraña que Budapest esté considerada como una de las capitales Europea más bonita, así me lo parece un destino pendiente por visitar.
ResponderEliminarQué construcción tan original. Destaca mucho el color blanco de la piedra y con una ubicación excelente para gozar de las vistas sobre la ciudad y el río. Muy buen acceso con ese funicular clásico. Una auténtica maravilla, Inma.
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