En la Comarca de la Baixa Limia,
cerca del embalse de Las Conchas, en la provincia de Orense es donde se
encuentra la pequeña y humilde ermita de Santa Comba.
Los visigodos, tras ser
expulsados de Francia, fundaron en el siglo VI un reino en la Península Ibérica
con capital en Toledo. El dominio visigodo terminó con la invasión de los
árabes en el año 711.
Santa Comba de Bande está
asociada a la cristianización de Galica. Fue levantada, a orillas del río
Limia, en el siglo VII por canteros galaicos durante el reinado visigodo. Aunque
no se tiene absoluta certeza respecto a sus orígenes.
Formaba parte de un monasterio
abandonado del que sólo quedó la
iglesia. En este lugar los monjes prestaban ayuda espiritual y material a los
peregrinos en su camino hacia Compostela.
En el exterior, junto a uno de sus
muros, aún se puede ver la pila bautismal donde los no bautizados lo hacían
antes de entrar al templo.
La iglesia está hecha con grandes
bloques de granito y tiene planta de cruz griega. Su interior es bellísimo, el
ábside está separado del centro con un arco de herradura sostenido por columnas
de mármol. La ventana central tiene una
celosía de semicírculos también de mármol.
De la época visigoda se conserva
el altar. Después se realizaron modificaciones en el siglo IX y se le añadió
el campanario y las pinturas medievales. En ellas está representado Dios sujetando a Jesucristo en la cruz sobre
un cielo estrellado. También hay cuatro formas de animales figurando a los evangelistas. Llama la
atención encontrarse en el interior de esta sencilla ermita estas fantásticas
pinturas.
En una austera capilla se guarda
el sarcófago de San Trocado (San Torcuato), discípulo del Apóstol Santiago y
uno de los encargados del traslado del cuerpo del apóstol.
No conocía la existencia de este
extraordinario lugar. Agradecimos mucho a nuestros queridos amigos, grandes
conocedores de toda la zona, que nos tuviesen preparada esta sorpresa y nos
llevaran allí. Fue un día completo y entrañable.
Inma
Inma, me ha encantado tu artículo sobre esta pequeña ermita medieval que ha sobrevivido en buen estado en los montes de Galicia. Es una pequeña joya. Me han parecido maravillosas sus pinturas aunque también las increíbles vistas que se pueden disfrutar en su entorno. Una grata sorpresa, sin duda.
ResponderEliminarDesconocía por completo este lugar tan agradable. Me ha resultado un monumento fascinante con unas vistas excelentes y entorno encantador. Arquitectónicamente me parece excepcional y es una suerte que se encuentre en tan buen estado y aún conserve todas sus pinturas medievales.
ResponderEliminarMe ha encantado esta ermita, me parece una auténtica preciosidad. Desconocía su existencia y este entorno precioso. Debe de haber cantidad de ermitas perdidas como esta, alejadas de los lugares turísticos habituales.
ResponderEliminarUna buena aportación al blog.