Este antiguo Monasterio descansa sobre las verdes laderas que encajonan el río Sil y contempla desde lo alto la inigualable panorámica que desde aquí se divisa. Se erige en la Ribeira Sacra y para llegar a él, solo tienes que acercarte a la localidad de Parada do Sil y seguir las indicaciones. Una vez hayas llegado, quizás lo primero que te llame la atención sea su localización aislada y es que, el monasterio se encuentra perdido entre la espesa vegetación, pareciendo quedar a desmano de casi todo.
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El monasterio es una joya del románico rural gallego |
Posiblemente en este lugar ya existía un pequeño eremitorio cuya comunidad acabo adoptando la regla benedictina. La iglesia que contemplas hoy se cree que fue levantada en la segunda mitad del siglo XII o a principios de XIII.
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El rosetón ilumina el interior del templo |
Gracias a los privilegios reales y alguna que otra donación, el monasterio consigue llevar una vida próspera hasta el siglo XVI cuando pasa a depender como priorato del
Monasterio de Santo Estevo de Rivas de Sil, en la actualidad convertido en un excepcional Parador de Turismo que, si no conoces, te aconsejo te acerques. Llegó Mendizábal con su Desamortización y con ella la progresiva decadencia de Santa Cristina de Ribas de Sil que paso a manos particulares.
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En el interior de la iglesia reina el silencio |
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Todavía se conservan algunos restos de pinturas |
Como bien puedes imaginar, el monasterio se encuentra en un lugar privilegiado y absolutamente mágico que invita a disfrutar de una tranquilad absoluta. Así que entra en la iglesia y sumérgete en este bello exponente del románico gallego. En su interior, puede que sea la sencillez en sus líneas y el equilibrio de formas lo que distraiga tu mirada. Acércate a su cabecera y verás que tiene tres ábsides, si te fijas, en la capilla central podrás ver como aún sobreviven pinturas del siglo XVI.
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Entrada al claustro |
Cuando salgas de la iglesia, una puerta con los cuatro símbolos de los Evangelistas da paso a los restos del antiguo claustro. Recorre el lugar y verás las remodelaciones llevadas a cabo en el siglo XVI. Déjate atrapar por este extraño lugar y verás entre sus muros algunas lápidas sepulcrales de los abades y si te fijas bien, contemplarás obras interesantes como el capitel de las arpías en el que verás dos hombres-pájaro entrelazados por sus mismas colas.
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Interior del claustro |
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Capitel de las arpías |
El claustro da paso a las abandonadas dependencias monásticas y a la torre, a la que puedes subir para disfrutar de unas vistas magníficas de esta zona de la Ribeira Sacra.
Rafa
Maravilloso lugar !!
ResponderEliminarSiempre que hemos estado por la zona nos hemos acercado a Santa Cristina. La llegada al monasterio siguiendo la pequeña carretera entre bosques es espectacular.
La luz entrando por el sencillo rosetón, su claustro, los pasillos interiores y las preciosas vistas desde lo alto de la escondida torre, son para pasarse aquí un buen rato.
Una de las veces que estuvimos era otoño, y los caminos estaban cubiertos de castañas, el tenue sol que entraba por las ramas de los árboles, el silencio y el olor a humedad del campo, hacían que el lugar fuera aún mucho más especial.
Este antiguo monasterio se encuentra enclavado en un lugar que transmite magia, rodeado de un bosque de castaños fantástico donde reina un silencio absoluto. Es una visita imprescindible en la Ribeira Sacra junto con cercanos miradores y sus estupendas vistas del cañón del río Sil.
ResponderEliminarEste monasterio se halla en un entorno natural muy tranquilo y recóndito. Su visita invita a la meditación y al recogimiento. Me ha gustado mucho la sencillez de sus líneas y el color de sus piedras. Un enclave a descubrir en la Ribeira Sacra.
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