Kazimierz fue el lugar de mayor
concentración de la sociedad judía en Europa. Fue fundada en el siglo XIV por
el rey Casimiro El Grande, era una ciudad independiente hasta que pasó a ser un
barrio de Cracovia.
Esta zona fue el centro cultural y religioso de la
comunidad hebrea hasta la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando los nazis
trasladaron cruelmente a los judíos hasta el Gueto de Podgórze para su abominable
exterminio en los campos de concentración.
Tras librase del yugo de Hitler,
Polonia vivió una larga invasión soviética, soportando su población ejecuciones
y deportaciones.
La Antigua Sinagoga de Kazimierz
fue construida en el siglo XV y es la más antigua de Polonia. Fue restaurada
tras la guerra y aquí se instaló el Museo de la Cultura Judía.
Ahora Kazimierz es un distrito de
artistas, con un toque bohemio, aunque se intenta mantener una imagen fiel de
cómo era la zona antes de la guerra con sus calles estrechas y pequeñas casas. Sinagogas,
iglesias, salas de exposiciones, museos y restaurantes ocupan las plazas y
callejones.
En la actualidad el Centro de la
Comunidad Judía de Cracovia reúne a personas de origen judío y a todo aquel
interesado en esta cultura, entre las
actividades que llevan a cabo hay charlas, conferencias y clases de hebreo. Los
viernes organizan una cena del shabbat con comida kosher.
La gastronomía en Cracovia
utiliza en sus platos, entre otras cosas, patatas, col fermentada, pepinillos, sémolas,
quesos, carne de caza y setas. Son muy populares las sopas como la
"barszcz" de remolacha y " pomidorowa", sopa de tomate
generalmente acompañada de algún tipo de pasta. El plato más típico es "pierogi",
algo parecido a las empanadillas o a los raviolis, es una masa con diferentes
rellenos normalmente de carne, queso o verduras.
De los restaurantes en los que
estuvimos en Cracovia recomendaría "C.K. Dezerter" por su auténtica y deliciosa comida casera polaca, y "Kutchnia
Babci" por su ambiente, parece que te trasladas a un salón de finales del
siglo XIX con las cortinas de terciopelo,
el piano y los manteles de ganchillo. Pero el que más llamó mi atención fue un
pequeño local en el barrio de Kazimierz, “Once Upon a Time". Tiene música
en directo, está decorado con antigüedades y curiosos objetos, conserva
una atmósfera tradicional y cuenta con unos platos muy bien preparados.
El Collegium Maius, también fue fundando, en
1364, por Casimiro III El Grande, es la sede más antigua de la Universidad de
Cracovia y la primera universidad de Polonia.
Se reconstruyó en el siglo XV
siguiendo el modelo italiano de la Academia de Bolonia y de Padua. Entre sus alumnos más conocidos se
encuentra Nicolás Copérnico, el gran astrónomo que revolucionó las ideas sobre
el universo.
En el interior cuenta con un bonito
patio rodeado de arcadas, en él hay un antiguo reloj con una melodía que
acompaña a las tallas de madera que salen desfilando durante su funcionamiento.
En el Muzeum Uniwersytetu Jagiellonskiego
se visitan la Biblioteca y las habitaciones que sirvieron como vivienda a los
profesores. En sus salas hay
exposiciones de esculturas, grabados, libros y monedas. Sobresale la colección
de instrumentos científicos medievales utilizados para la cartografía, la
astronomía, la física y la química. Cuenta con unos preciosos globos terráqueos
y astrolabios árabes.
A pesar de todo lo sufrido,
Polonia siempre ha sido un país tolerante, por eso al ver en la Sala de
Audiencias del Collegium Maius la frase "Plus ratio quam vis" / "Que la razón valga más que la fuerza",
me pareció que resumía a la perfección la esencia de este gran país.
Inma
Me ha encantado la sede de la universidad de Cracovia. Es un edificio histórico precioso lleno de sabiduría. Muy curiosa la gastronomía polaca. Son platos muy originales y seguro que estos restaurantes y especialidades son buenas recomendaciones para los viajeros que se decidan a conocer esta hermosa ciudad, patrimonio de la humanidad.
ResponderEliminarNos estás dando a conocer unos rincones preciosos de una ciudad con una gran huella histórica y con decenas de platos tradicionales que seguro merece la pena probar. Sin duda, un destino con muchísimas posibilidades que no es demasiado conocido, por lo menos para mi.
ResponderEliminarMe gusta los sitios con un toque bohemio como este del que nos hablas. Desconocía que Kazimierz fuese el lugar de mayor concentración judía en Europa y con mucha historia. Un país muy recomendable para visitar.
ResponderEliminarMuy interesante tu artículo Inma, no conocía nada de la gastronomía polaca y me ha sorprendido. Veo que tiene bastante variedad, veo que disteis buena cuenta de ello. Cracovia por lo que veo es una ciudad muy cosmopolita, es lo que da tener una buena universidad y un patrimonio de primer orden. Un destino que hay que tener muy en cuenta para una escapada, ahora que los vuelos lo permiten.
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