El Triángulo del Arlanza, en la provincia de Burgos, esta formado por los pueblos de Lerma, Santo
Domingo de Silos y Covarrubias. Para conocer esta zona el lugar idóneo para
alojarse es el Parador de Lerma.
El Palacio Ducal de Lerma es un majestuoso parador. Instalarse
en él durante unos días y disfrutar de este precioso edificio es algo que
recomiendo, incluso si ya hemos estado en él alguna vez, siempre es un parador,
sin duda, para repetir. Sus habitaciones son muy bonitas y con un toque
señorial, respetando lo que fue esta residencia palaciega. El espectacular
patio, convertido en el salón de la cafetería, es un lugar para pasarse horas,
el centro de reunión para los clientes y para todos los que se acercan a
conocer esta localidad. Comer en su restaurante abovedado, en la zona que fue
castillo medieval, nos permitirá
disfrutar además de su deliciosa
gastronomía.
Desde la Oficina de Turismo se organizan visitas guiadas muy
interesantes. Durante el recorrido nos explican la intensa vida de Francisco
Gómez de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma, y como llegó a ser valido del Rey
Felipe III. Uno de los personajes más poderosos e influyentes de su época, que
finalizó sus días siendo cardenal para evitar morir ahorcado. Con la visita se
puede ver el interior de la Colegiata
de San Pedro mandada construir por el propio Duque. Lo que más me gustó fue
entrar al único tramo que se conserva
de los Pasadizos Reales. En su origen
comunicaban el Palacio con las iglesias y conventos de la villa, se
trataban de unos corredores elevados por los que se desplazaban los miembros de
la familia real y la nobleza sin tener que salir a la vía pública. En el
convento de las Clarisas fue bautizada la Infanta Margarita, hija de Felipe
III. Hoy en día, las monjas de este convento venden unos deliciosos dulces
elaborados por ellas mismas que pueden
comprarse a través del torno de clausura. Nadie debería de marcharse de esta
villa sin llevarse algo de esta rica y artesanal repostería.
A 22 kilómetros de Lerma se encuentra el pueblo medieval de Covarrubias. Un lugar para pasear y perderse por sus bonitos rincones, algo que podemos hacer por nuestra cuenta o con una visita guiada en la que se recorre el centro histórico, la iglesia de Santo Tomás y el torreón de Doña Urraca.
Lo que más me gusta de Covarrubias es la parroquia de San Cosme
y San Damián, la antigua Colegiata. En su claustro se guardan los restos de la
princesa Cristina de Noruega en un bello sepulcro gótico. Se cree que la joven
vino a España para casarse con el rey Alfonso X, pero al estar éste ya casado y
esperando un heredero, la princesa Cristina se convirtió en la esposa del
Infante Felipe, hermano del Rey. Se cuenta que poco después murió de pena,
añorando su país y a los suyos. Esta iglesia tiene un interesante museo, en él
hay una pequeña pintura flamenca, un cuadro de Van Eyck, “La Virgen con el
Niño”, repleto de detalles. Sólo por contemplar esta obra merece la pena
acercarse hasta aquí.
Después se puede hacer una escapada a las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza, enclavado en un bonito paisaje en los cañones de éste río. Un monasterio que en su origen debió ser gigantesco y que nos hacemos una idea de ello contemplando los restos que de él quedan.
Desde Lerma nos acercamos al Desfiladero de La Yecla, gracias a la construcción de una pasarela se puede atravesar por este espacio natural, un inquietante y bonito paseo entre rocas, agua y buitres leonados.
Y llegamos a Santo Domingo de Silos y su Monasterio. Cuantas más veces visito este lugar más me gusta. Es un cenobio cuidado con esmero por la comunidad benedictina que lo mantiene, realizando una gran labor cultural y religiosa. Sus orígenes se remontan al siglo X y, gracias al Abad Santo Domingo, este cenobio alcanzó gran prosperidad, llegando así hasta nuestros días como una de las representaciones más conocidas y mejor conservadas del arte románico.
Destaca su famoso claustro o patio interior, de dos pisos, con
magníficos capiteles y esculturas que sorprenden por su detalle. En el bellísimo
claustro también nos encontramos con un trabajado artesonado mudéjar, y con el famoso
ciprés de Silos que ha inspirado a tantos escritores y poetas.
Los guías de esta visita son los propios frailes del convento
que, con orgullo y admiración, nos explican lo que ha representado y representa
Santo Domingo de Silos. Entre las dependencias que se
visitan hay también una curiosa farmacia o botica muy antigua.
La iglesia del monasterio es de estilo neoclásico y es donde se puede escuchar el canto gregoriano de los monjes. Un joven y simpático fraile de Granada con el que mantuvimos una animada conversación, nos comentó al hablar de sus famosos discos grabados y distribuidos por medio mundo que, en realidad, ellos no cantan, rezan cantando. Da igual, de la forma que sea es una maravilla escucharlos.
Volviendo al Parador de Lerma, y como dato curioso, todas las
personas que conozco, amigos o conocidos, que nos hemos alojado en alguna
ocasión en este Palacio Ducal, hemos repetido esta experiencia, por algo será.
Inma
Inma
Bellisimo , preciosas imágenes .. mi l gracias por compartirlo
ResponderEliminarNo me extraña que hayas repetido tu estancia en este Parador puesto que su rehabilitación fue excelente. Mantiene gran parte de las estructuras del Palacio y es un placer alojarse en las habitaciones superiores, en los torreones. Las ciudades de Lerma y Covarrubias son muy tranquilas y guardan bonitos tesoros. El Monasterio de Santo Domingo de Silos es una joya que debemos preservar. Es una zona muy recomendable también a nivel gastronómico (en Lerma elaboran uno de los mejores lechazos de la zona) y por sus caldos (recomendamos cualquier bodega de la DO Ribera del Duero para los amantes del vino. Una magnífica propuesta la que nos acercas hoy al blog. Enhorabuena!!
ResponderEliminarEl Parador de Lerma nunca defraudara a quien se aloje en el, todo es perfecto. Es uno de los Paradores que más me gustan. En tres ocasiones me he alojado en el y guardo muy buenos recuerdos. Además Lerma es una villa con mucho encanto e historia, rodeada de hermosos parajes donde pasear y perderse.
ResponderEliminarBuen trabajo Inma y las fotos como siempre excelentes.
Este triángulo que nos propone Inma es una joya artística y gastronómica. Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos por si sólos merecen visita, pero hacerlo en un par de días, alojados en el Parador de Lerma, es algo superior. Es la cuadratura del círculo. Aderezado con una bodega de la zona, una degustación de sus vinos y un lechazo entre pecho y espalda. Es algo irrepetible. No me extraña que muchos repitamos por esta zona. Quisiera comentar a parte del artículo un lugar para parar en la la N-I en el kilómetro 146, El Lagar de Milagros, un restaurante de parada tando de ida como de vuelta. Da igual, parar para comer o cenar un lechazo churro de chuparse los dedos, como un plato de huevos de corral, unos torreznos de impresión o un bocadillo de pan de aceite con jamon, tortilla o ambas. De verdad parad de camino a este fantástico triangulo. Gran trabajo como siempre compañera.
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo, muy ameno y detallado, desde luego hay mucho que ver en esta bonita zona. El impresionante Parador de Lerma es la mejor opción para alojarnos y conocer el pueblo y sus alrededores.
ResponderEliminarPreciosas fotos Inma.