El castillo palacio de los Condes de Oropesa cuenta con un Parador de los más bonitos que conozco. Fue el primer Parador que se instaló en un monumento histórico, inaugurado en 1930, con el objetivo de crear nuevos destinos turísticos recuperando el patrimonio artístico de nuestro país. Forma parte de los Paradores Museos con placas informativas describiendo la historia del edificio y su entorno.
El palacio, que está adosado al castillo, fue la residencia de los Álvarez de Toledo, Isabel La Católica les concedió el título de Condes por su apoyo contra Alfonso V de Portugal. El más celebre de esta familia fue Francisco de Toledo, nombrado Virrey del Perú por Felipe II. En él estuvieron alojados por un tiempo Carlos I y San Pedro de Alcántara.
San Pedro de Alcántara, fraile franciscano y consejero de Santa Teresa de Jesús, era amigo de los Condes de Oropesa y le confiaron la educación de sus hijos. El tiempo que pasó aquí pidió a los condes que su alcoba fuera la más modesta de la mansión, se alimentaba con pan y agua, y descansaba sobre una estrecha tarima de madera con esparto. En la actualidad la celda está considerada como oratorio.
En el siglo XIX el palacio fue heredado por los Duques de Frías; y ya en el siglo XX se convirtió en Parador, pasando por él ilustres personajes como Alfonso XII, políticos como Giscard d´Estaign y John Major, y famosos de la talla de Graham Greene, Frank Sinatra y Sofía Loren. Desde su apertura, aquí se han celebrado reuniones de cazadores, nacionales e internacionales, ya que toda la zona es muy adecuada para su práctica, siendo famosas las jornadas gastronómicas de caza que organiza el Parador.
El edificio tiene dos galerías con columnas alrededor del patio y un elegante interior con artesonados. Está decorado con valiosas piezas como arcones y grabados, objetos de cerámica, bargueños y detalles de flores. Sus grandes salones son muy cómodos, contando con varios rincones para la lectura o el descanso.
Otra parte de las más bonitas es donde está instalado el comedor, con un artesonado gótico-mudéjar original de madera, aquí hay un mirador acristalado y es el lugar perfecto para desayunar o comer, ya que tiene una preciosa panorámica al Campo Arañuelo con la Sierra de Gredos al fondo. Tomar el desayuno junto a sus arcos es la mejor manera de empezar el día.
Las habitaciones, algunas de ellas con unas vistas impresionantes al castillo, tienen suelo de barro y reflejan muy bien el ambiente del antiguo palacio.
La estancia más especial es “El Peinador de la Duquesa ”, la habitación única que se encuentra en la torre de una de las esquinas.
Realmente es un lujo poder alojarse en este Parador, las personas que trabajan en él son sumamente profesionales y agradables, lo que hace que nuestra estancia sea aún más satisfactoria. Sin duda es un lugar que reúne muchos motivos para atraer y seducir al viajero que todos llevamos dentro.
Inma
Siempre que viajo hacia Extremadura procuro hacer una parada en este Parador que tanto me gusta. Aunque no me he alojado en el todavía conozco muy bien sus instalaciones, es un castillo palacio que te transporta a otra época. Me parece muy bonito y con mucho encanto, un sitio espectacular para alojarse en el una noche.
ResponderEliminarUn enorme placer Inma repasar de tu mano tanto su historia como la descripción de sus sorprendentes estancias.
Es un artículo y unas fotografías preciosas y no es de extrañar pues el Parador de Oropesa es uno de los más bellos de la red con ese imponente Castillo condal. El comedor es una maravilla y goza de unas fantásticas vistas como bien dices. Es una delicia recorrer sus estancias y admirar el patio donde hasta no hace mucho colgaba un esqueleto dentro de una jaula como recuerdo de lo que les pasaba a los villanos que se oponían al duelo y señor de esas tierras (imagino que lo dejaron ahí tras alguna teatralización). Una buena recomendación si se visitan tierras toledanas.
ResponderEliminarMe gustan mucho los Paradores históricos, pensar que fueron recorridos por tantos personajes ilustres es una cosa que me llena mucho. Aunque he disfrutado de su comedor, me gustaría hospedarme en el y disfrutar de todo su encanto.
ResponderEliminarUn artículo muy completo Inma. Es un gran parador-museo que merece la pena ser visitado, tiene mucha historia. Es una pena que todavía no me he alojado allí, pero si he probado la cafetería y el restaurante. Vaya vistas a la Sierra de Gredos, es espectacular. Sólo un tema que tendrían que plantearse, evitar que se aparcara en el patio, afea un poco el conjunto. Gran trabajo con unas fotos de diez.
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