Esta pequeña pero interesante localidad se encuentra situada en un emplazamiento bastante agraciado por la naturaleza, la majestuosa Sierra de Tramontana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Pollensa se siente orgullosa de su historia y de los personajes ilustres que por allí pasaron: poetas, músicos y pintores que hicieron de este lugar su fuente de inspiración.
Fuente del gallo, el icono de Pollensa |
A pesar de la afluencia de visitantes verás que aún mantiene esa paz y serena tranquilidad que invita a hacer una visita sin prisas, apreciando con detenimiento todo cuanto ofrece. Un buen inicio podría ser el claustro de Santo Domingo, escenario del Festival Internacional de Música Clásica de Pollensa que tiene lugar a lo largo del verano. El claustro acoge también el museo de la villa donde destacan diversas tablas del gótico mallorquín, así como valiosas piezas etnográficas.
Claustro de Santo Domingo |
La Plaza Mayor es lugar de reunión y de tertulias. Constituye su centro neurálgico y, junto a ella, se encuentran las callejuelas medievales del casco antiguo llenas de pequeños comercios y animados bares donde tapear que invitan a disfrutar de los vinos y de la gastronomía mallorquina.
Alrededores de la Plaza Mayor |
A un lado de la misma plaza, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles donde se encuentra la patrona de la villa. Tras su fundación en el siglo XIII fue entregada a los Templarios en reconocimiento a la ayuda que prestaron durante la Conquista de Mallorca. Con el paso del tiempo ha sufrido importantes cambios en su estructura y su interior conserva un suntuoso retablo barroco e interesante pinturas en sus bóvedas. ¡Toda una sorpresa!
Nuestra Señora de los Ángeles |
Junto al Ayuntamiento empieza el célebre Calvario, una escalinata con tantos escalones como días tiene el año. En lo alto de la colina hay una capilla a la que se accede subiendo los 365 peldaños y donde se venera la imagen de la Mare de Déu del Peu de la Creu. Esta escalinata despierta gran interés y desde lo alto se obtienen maravillosas vistas sobre la ciudad y su entorno.
El Calvario |
365 escalones de ascendente excursión entre cipreses |
Pollensa tiene mucho que ofrecer, incluso puedes encontrar un puente romano, uno de los pocos testimonios que quedan de la presencia romana en la isla, junto con la colonia romana de Pollentia. Aunque te diré que su origen es incierto pues se cree que fue levantado en época medieval. Lo que sí es cierto es que en esta época fue sometido a una profunda remodelación.
Puente romano de Pollensa |
Hay otros lugares que vale la pena conocer en la zona. No tienes que olvidarte de un recorrido por su costa que te acercará a una buena cantidad de playas y calas de arena fina con aguas cristalinas. Además, en las inmediaciones de Pollensa hay enclaves de gran belleza como pueden ser el mirador de Sa Creueta o el Faro de Fomentor.
Rafa
Me ha parecido muy bonito el paseo de El Calvario junto a los cipreses. Aunque me imagino que habrá que tomarse con calma la subida de los 365 peldaños.
ResponderEliminarTambién me han gustado las pinturas de las bóvedas de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles.
Una buena recomendación, parece un bonito pueblo y además por la zona hay lugares muy atractivos
Mallorca es mi asignatura pendiente. Hace muchísimos años que no visito la isla y me he dado cuenta que no conozco cantidad de lugares perfectos para perderse y dejarse llevar. Eso es lo que me parece Pollensa. La subida al calvario habrá que hacerla sin prisas porque me parece agotadora. Un gran artículo.
ResponderEliminarMerece la pena subir los 365 peldaños por las vistas que hay desde arriba del entorno además es fácilmente accesible. El pueblo es pequeño pero bonito, lleno de restaurantes, pequeñas tiendas y agradables calles.
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