martes, 30 de octubre de 2018

Parador de Ávila



   Ávila del Rey, Ávila de los Leales y Ávila de los Caballeros es como se ha conocido a lo largo de la historia a esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


   El antiguo Palacio de Piedras Albas fue la casa del Corregidor Juan de Henao, Gentil Hombre de la Casa Real de Castilla. En él está instalado el Parador, que por su privilegiada situación, junto a la muralla y en el centro de esta monumental ciudad, es el lugar perfecto para alojarse cuando se visita Ávila.



   Aunque ha sufrido muchas modificaciones, conserva la estructura del patio y la escalera. Tanto en su exterior como en el interior pueden verse como decoración varios escudos heráldicos.

   A finales del siglo XIX, su propietario, el Marqués de Benavites, miembro de la Real Academia de la Historia, reformó el palacio y mandó levantar el torreón para instalar en él su gran biblioteca personal.




   El patio acristalado, su cafetería y salones invitan a pasar una apacible sobremesa.

  Desde su jardín se ve la Puerta del Carmen, la espadaña adosada a la muralla. En este tranquilo parque se puede pasear y contemplar las  piezas arqueológicas que hay distribuidas entre los árboles.




 

   Algunas habitaciones tienen vistas al jardín, son realmente acogedoras, amplias y cómodas.

   Quería también resaltar la amabilidad y simpatía en la atención del personal que trabaja en el establecimiento.

    A la hora de la comida se nos ocurrió tomar algo rápido para comenzar pronto nuestro recorrido por la ciudad. En la cafetería del Parador probamos unas patatas revolconas, ensalada y hamburguesa de ciervo. Estaba realmente bien hecho y delicioso. En una mesa junto a la chimenea con el juego encendido y la agradable charla con los amigos que allí nos reunimos, se nos hizo difícil dejar aquel confortable rincón. Pero nos esperaba Ávila, y eso es mucho.




   Iglesias y monasterios, mansiones con portadas blasonadas y palacios, hacen que el paseo por sus calles sea un precioso itinerario.



   Aunque sin duda el recorrido a pie por la parte superior de la muralla es la atracción estrella. Esta  imponente construcción defensiva fue mandada levantar por el rey Alfonso VI. Sólo por ver los lienzos de estos muros medievales ya vale la pena la visita a la ciudad.






   No hay que dejar de ver el templo románico de la Basílica de San Vicente y acercarse al Convento de Santa Teresa, la fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzas.



 
   Un poco más alejado, desde los Cuatro Postes, se obtiene una de las mejores y más conocidas vistas de la ciudad, una bonita imagen que nos llevaremos en la retina y seguro que nos hará, en alguna otra ocasión, volver a Ávila.




                                                                                                                                              Inma

3 comentarios :

  1. Ávila es una ciudad monumental muy interesante y recorrer sus murallas es algo impresionante que no podrás perderte si visitas uno de los mejores recintos amurallado de Europa.
    El Parador tiene una excelente ubicación, es muy acogedor e ideal para pasar una agradable estancia y conocer la ciudad.

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  2. Ávila por la cercanía a Madrid la visito con frecuencia y siempre es parada obligada, es una ciudad que me cautiva y me atrapa. El Parador lo conozco bien, me trae muy buenos recuerdos y tengo que decir que es excelente.

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  3. Su emplazamiento junto a la muralla abulense hacen de él un punto estratégico para recorrer la ciudad. La estancia además es muy tranquila y, aunque sería conveniente remozar algunas de las instalaciones, es un alojamiento excelente y recomendable en Ávila.

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