Soria enamoró a escritores como
Bécquer, Unamuno, Antonio Machado y Gerardo Diego. Esta ciudad cuenta con
rendidos admiradores, en ella hay dos claustros y una iglesia que me encantan.
La iglesia románica de Santo
Domingo destaca por la belleza de su
portada y por el gran rosetón de la fachada principal.
Al visitar su interior, tuvimos
la oportunidad de escuchar el canto de las monjas clarisas del convento anexo;
algo que aumentaba, aún si cabe, la magnificencia de este templo que fue fundado
por Alfonso VIII y su esposa Leonor de Plantagenet, hermana del rey de
Inglaterra, Ricardo Corazón de León.
El claustro de la concatedral de
San Pedro es uno de los mejores del románico español. Este patio fue añadido
por los monjes agustinos cuando regentaron la colegiata.
Los capiteles y los arcos de medio
punto están minuciosamente decorados con formas vegetales, animales y escenas
bíblicas. Es una apacible galería donde se respira quietud mientras admiramos
su clásico trazado.
Pero sin duda, el sitio que más
me gusta de esta ciudad es San Juan de Duero.
Su claustro forma parte de los
restos de lo que pudo haber sido un monasterio templario. Se sabe que fue una
antigua abadía de la Orden de San Juan de Jerusalén, del siglo XIII y de origen
mudéjar.
Del antiguo conjunto monástico
sólo queda la iglesia y el claustro, ambos presentan elementos del románico con
influencia islámica. La iglesia es sencilla y destacan las dos capillas laterales,
una con cúpula cónica y la otra con una semiesférica.
Sus capiteles contienen
representaciones de animales míticos como dragones, reptiles, hidras y
centauros; personajes como Herodes o Salomé y escenas evangélicas como La
Anunciación a María, el Nacimiento de Jesús y la Huida a Egipto.
El claustro a cielo abierto junto
a la orilla del río Duero tiene arcos y capiteles entrelazados. Se cree que lo
inició un grupo de canteros cristianos
que, más adelante, sería dirigido por un maestro de obras musulmán, dando como
resultado algo de una gran singularidad arquitectónica.
Gustavo Adolfo Bécquer quedó
fascinado ante las ruinas de este monasterio. El cerro que hay junto a él es el
Monte de las Ánimas, donde ubicó su obra sobre la leyenda templaria que lleva
el mismo nombre.
Parador de Soria "Antonio Machado"
Inma
Maravilloso
ResponderEliminarGracias Ricky K por pasarte por nuestro blog.
EliminarSaludos
Soria es una ciudad muy bonita con muchos sitios interesantes y unos de mis favoritos, sin duda son estos dos claustros y la iglesia de Santo Domingo. Espectaculares!!
ResponderEliminarSoria me parece una ciudad espectacular y cualquiera que la visite se enamorara de ella. Disfrute mucho de los maravillosos claustros y del paseo junto al río Duero hasta la Ermita San Saturio.
ResponderEliminarUno de los mayores atractivos de Soria son sus muestras de arte entra las que destacan sus templos. Estos que nos acercas hoy al blog son maravillosos lugares de recogimiento y bien valen una visita. Me ha encantado tu artículo en el que haces referencia a dos de los mejores poetas que han dado las letras españolas. Citando Gabinete Caligari, un grupo de los 80 que homenajeó a esta bella ciudad, puedo decir que: "Bécquer no era idiota ni Machado un ganapán... a la ribera del Duero existe una ciudad".
ResponderEliminar#Soria sorprende al visitante Inma. Pequeña, acogedora, romántica, gastronómica y monumental. Estoy contigo en que San juan de Duero es quizá el monumento que más me gusta de la ciudad, por su peculiaridad y encanto. Precioso recorrido por Soria compañera, me ha encantado. Viva el #románico
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