Parque Arqueológico de Carranque

El Parque arqueológico de Carranque está situado en la provincia de Toledo a pocos kilómetros de la localidad de Illescas. El yacimiento no se encuentra en el mismo pueblo de Carranque sino a unos 5 kms. en dirección al río Guadarrama. El acceso está bien señalizado y dispone de parking gratuito.

Hace ya algún tiempo que teníamos pensado visitar este yacimiento romano y, por fin, un día fresco de verano pudimos verlo.

Nada más cruzar el río nos encontramos con el centro de visitantes donde pudimos ver los enseres hallados en el yacimiento y donde recibimos las primeras explicaciones acerca de esta villa del siglo IV d.C. cuyos mosaicos han llegado tan bien conservados hasta nuestros días. 

Un vídeo de unos 20 minutos de duración nos explicó por qué se construyó la villa en este lugar que era un cruce de caminos importante en la época pues aquí confluían varias calzadas romanas. Además una reconstrucción de la villa y sus principales edificios te prepara para lo que luego vas a contemplar en el exterior. Este edificio multiusos ofrece también aseos, tienda y cafetería. 

Una vez que terminada la visita al centro te indican que puedes seguir el sendero hacia el yacimiento. Este consta de 3 edificios importantes, el primero y más cercano es el Palatium o Basílica, del que apenas quedan los cimientos, una gran pared y varias columnas monolíticas de mármol traídas desde Turquía, imponentes en altura. Este enorme edificio era un templo religioso en época romana que posteriormente tuvo la misma función en manos de visigodos y como ermita en los últimos tiempos. Su estado es ruinoso pero tiene un gran valor histórico ya que sirvió también como lugar de enterramiento, prueba de ello son los numerosos sarcófagos de piedra hallados en su interior y alrededores.

A unos pocos metros podemos subir al Mausoleo. Anteriormente se pensó que podía tratarse de una cisterna finamente decorada y cubierta con una fuente pero los últimos estudios se inclinan más hacia un mausoleo que albergaría los restos del dueño de la villa y sus familiares.

Por último, pero no menos importante, llegamos al edificio cubierto con una estructura metálica que es en realidad La Villa. Los restos de una casa romana del siglo IV d.C. de 1200 m2 con 900 m2 edificados y cuyo enorme interior y esplendor pudimos intuir gracias a las pasarelas instaladas para recorrerla.

En realidad, se cree que la casa perteneció a Materno y su familia, un pariente del emperador Teodosio I, el Grande, debido a su ostentosa ornamentación y por una inscripción en uno de los mosaicos que la decoran. Teodosio I fue el último emperador de la Roma unificada antes de su escisión y además era hispano por lo que se cree que favoreció a Materno comercialmente dándole tierras en este lugar tan transitado por los viajeros y comerciantes que se movían por las calzadas de Imperio.

¡Qué decir de los mosaicos! Que están espléndidamente conservados (quizá los mejor conservados en su lugar de origen de España) y que su factura es bellísima, con multitud de detalles y temas que no se habían visto anteriormente. Las teselas son de una gran variedad de colores. No es de extrañar que los artesanos que los construyeron dejaran su firma en ellos, cosa que no era habitual en la época.

Por tanto, nos encontramos con una villa de gran riqueza para poseer una decoración tan refinada. Los mosaicos de las principales estancias de la casa representan escenas de caza, mitos de la antigüedad y dioses romanos así como imágenes de los dueños y su familia.

El mosaico más llamativo es el dedicado al dios Oceáno cuyas largas barbas asemejan las olas del mar y está rodeado de peces, con teselas de distintos tonos de azul y de color blanco. Tiene forma semicircular y se cree que una fina lámina de agua cubría este mosaico y conformaba un pequeño estanque que hacía las delicias del dueño de la casa pues se ha hallado un desagüe de salida al atrio de la casa.

Todos los pasillos que rodean el atrio y unen las diferentes habitaciones entre sí están también decorados con mosaicos de figuras geométricas o de plantas y hojas, todos distintos y originales que nos dejaron boquiabiertos.

Por todo ello os recomiendo que nos os perdáis la visita a este parque arqueológico que tiene mucho que enseñarnos y que esconde estos magníficos mosaicos tardorromanos, símbolo de lo que fue el gran Imperio Romano.

Escrito por LaSusi