lunes, 10 de julio de 2023

Dubrovnik, la antigua Ragusa (Croacia)

 


   El casco antiguo de DubrovniK es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.



   En 1667 un devastador terremoto, de los más fuertes de Europa, hizo casi desaparecer la ciudad y murió la mitad de su población.



   Durante la Guerra de los Balcanes, en 1991, la ciudad fue bombardeada y muchos de los edificios resultaron afectados.



   Su casco histórico se restauró en poco tiempo y, junto a su bonita costa en el Adriático, el turismo se ha convertido en su principal fuente de ingresos.








   El acceso a su centro histórico se puede hacer por la Puerta Ploce o por la de Pile, ambas con puentes levadizos que se cerraban al atardecer.  Más adelante se abrió la Puerta de Buza.



   A través de la Puerta de Pile y atravesando las murallas llegamos a una plaza donde se encuentra la Fuente de Onofrio, la Iglesia de San Salvador y el Monasterio Franciscano.

   La Fuente de Onofrio del siglo XVI tiene forma circular y era el final de un sistema de acueducto que traía agua de las montañas a la villa.



   En el Monasterio Franciscano destacan el claustro, la biblioteca y la farmacia, una de las más antiguas de Europa.







   La bonita calle Stradun es la vía principal y divide en dos partes el casco antiguo, en su origen esta travesía era un canal pantanoso.



   El Palacio Sponza, junto a la Torre del Reloj, es uno de los pocos edificios que sobrevivió al terremoto de 1667.

   Cerca está la iglesia barroca de San Blas, patrón de la ciudad.








   A la entrada del Puerto Viejo hay unos edificios llamados Cuarentena donde los comerciantes que llegaban a la ciudad tenían que pasar 40 días para no transmitir ninguna enfermedad.










   Uno de los edificios más llamativos y conocidos es el Palacio del Rector. De estilo gótico-renacentista fue la sede del gobierno de la ciudad, y en el residía la persona elegida por Venecia cuando esta controlaba la antigua Ragusa. En la actualidad es un museo y en su atrio se realizan conciertos por su excelente acústica.











   A los bares de copas Buza y Bard ubicados sobre el acantilado se accede por una pequeña puerta en la muralla.  Son los lugares perfectos para contemplar el Adriático y unas fantásticas puestas de sol.









Imprescindible subir por la escalera barroca que conduce a la iglesia de San Ignacio, otra zona de las más populares en Dubrovnik.










   La famosa serie televisa “Juego de Tronos” convirtió Dubrovnik en su escenario principal. Las Murallas, la Torre Minceta, el Fuerte de San Lorenzo, las escaleras hacia la iglesia de San Ignacio y el atrio del Palacio de Rector han sido algunos de los mejores escenarios de la saga, recreando aquí las ciudades de Desembarco del Rey y Qarth.





   Tramos de escaleras, plazas y pequeñas calles, cafés y restaurantes, palacios y por supuesto las murallas, hacen de Dubrovnik una ciudad de cuento, espectacular, fotogénica y romántica, con un enclave natural bellísimo.






                                                                                                                                             Inma

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