El Escorial de la Mancha, sobrenombre popular con el que se conoce al Monasterio de Uclés, es una de las obras de mayor tamaño del plateresco español. Fue levantado entre los siglos XVI y XVIII junto al castillo de Albarllana, la otra obra significativa que posee la villa.
Cuando llegues al monasterio lo primero que te vas a encontrar es con una impresionante portada churrigueresca rematada por un busto del apóstol Santiago con espada y estandarte atribuida a Pedro de Ribera. El monasterio es de planta cuadrada y el espacio central está ocupado por un patio y un claustro obra de Francisco de Mora, discípulo de Herrera. Cuando entres a su interior puedes coger una audioguía que te irá explicando todos los detalles de tan imponente edificio.
El claustro se compone de dos alturas en la que se aprecian treinta y seis arcadas. Para subir a la parte de arriba del claustro lo harás por una escalera de cuarenta y cuatro escalones. Como curiosidad, hay un pequeño detalle que lo hace especial, te diré que cada uno de ellos son de una sola pieza de piedra caliza. Rodea el claustro y mientras lo recorres podrás descubrir una entrada desde donde tienes unas vistas del altar mayor de la Iglesia.
Si continuas el recorrido llegarás a la iglesia de estilo herreriano. Verás que es de una sola nave y en su interior se encuentra la tumba de Jorge Manrique junto a su padre, aunque realmente no se sabe en realidad si se encuentran sus restos. Las sucesivas reformas del monasterio a lo largo de la historia para darle diferentes usos causaron el traslado de los restos de los difuntos a un osario.
Quizás tengas ocasión de escuchar la música celestial de un órgano. Proviene de la sacristía, así que aprovecha para entrar. Puede que veas a uno de los monjes ensayando con el órgano. Quédate un rato escuchando, deja pasar el tiempo y luego continúa con tu recorrido. Entra en la sala capitular donde apreciarás un busto del emperador Carlos I que se mezcla con los de treinta y seis maestres de la Orden de Santiago. Fíjate en el refectorio y en su artesonado con su decoración vegetal, dicen que está trabajado con esmero y labrado a mano en madera de pino.
El monasterio fue residencia de la Orden de Santiago y con sus maestres la villa inició su etapa de mayor esplendor y prosperidad. Aquí convivieron los más altos representantes de la orden. Actualmente el edificio acoge un seminario pero antes de esto fue colegio, noviciado, hospital y cárcel.
Rafa
Hemos parado en varias ocasiones en el Monasterio de Uclés. Está cerca de la carretera y de camino a varios destinos clásicos (Murcia, Alicante y Valencia) y desde luego es un imponente edificio histórico con un precioso patio que merece la pena su visita. Una acertada recomendación, Rafa.
ResponderEliminarEl monasterio es realmente extraordinario y esta muy bien cuidado. La iglesia es una belleza y las estancias que se visitan son dignas de ver. Pude contemplar su interior, con una tranquilidad absoluta, prácticamente solos dando vueltas por todos sus rincones visitables.
ResponderEliminarEs un edifico imponente y cargado de historia. Su privilegiada situación permite que sea visible desde la distancia. Su apodo como el "Escorial de La Mancha" le viene que ni pintado. Guardo un bonito recuerdo de mi visita hace ya algunos años cuando nos alojamos en una casa palacio en Uclés por una celebración. Gran propuesta, Rafa.
ResponderEliminarUn lugar que impresiona por sus dimensiones en un pueblo relativamente pequeño. Recuerdo verlo con Susana casi solos, lo que acrecentó la sensación de grandiosidad del edificio. Nos metimos por todos los rincones del monasterio. Una propuesta ideal para ir desde Madrid en 1 hora y media. Me encanta el estilo herreriano. Interesante artículo Rafa.
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