martes, 22 de abril de 2025

Parador de Ayamonte – Huelva

 


   El Parador de Ayamonte está situado en la costa onubense y muy cerca del Algarbe portugués.



   


   Construido en la parte alta de la ciudad, tiene unas maravillosas vistas al río Guadiana y a su desembocadura en el mar.



   





   Las fantásticas panorámicas desde el Parador permiten ver unos atardeceres increíbles, con unos matices de colores sorprendentes.







   El edificio tiene un diseño sencillo. Está decorado en tonos neutros, con los suelos de baldosas.






   Las habitaciones, luminosas y amplias, tienen terrazas con vistas al río desde ellas se disfruta de unos preciosos atardeceres.







   




   Cuenta con una zona de piscina exterior, así como de un jardín desde el que se contempla el Puente Internacional del Guadiana que une España y Portugal.






   


   Desde el Parador se puede dar un paseo por Ayamonte, ciudad con una gran tradición pesquera y ambiente marinero.

   Caminar por el Paseo de la Ribera nos permite ver los humedales cercanos a las aguas del Atlántico.

   También se pueden hacer excursiones a Isla Cristina, Isla del Moral, y a Vila Real de San Antonio en Portugal.



   Es un Parador tranquilo, acogedor y con encanto, cercano a bonitas e inmensas playas, para disfrutar del cálido clima de la Costa de la Luz.

                                                                                                                                                    Inma





jueves, 3 de abril de 2025

Isla de Lemuy (Chile)

 


   En el Archipiélago de Chiloé escogimos visitar la Isla de Lemuy por sus preciosos paisajes, por sus pintorescos pueblos, y porque aquí se ubican algunas de las iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad.



   A unos 40 kilómetros de Castro se encuentra el embarcadero de Huicha, desde aquí pasar en transbordador a Lemuy sólo nos llevará 10 minutos.

   Por toda la isla hay puestos de artesanía en los que se ofrecen canastos de fibras vegetales y prendas tejidas con lana. Puqueldón es la capital, su origen fue un poblado en el que la mayoría de sus habitantes eran españoles.





   Detif está en la parte más estrecha de la isla por lo que se puede observar el mar por ambos lados del camino, con unas impresionantes vistas panorámicas de los volcanes Michinmahuida, Corcovado y Chaitén.

   La playa Huiñai  es de las más visitadas. En la Bahía de Punta Bruja era donde se resguardaban los barcos cuando había temporal, aunque se evitaba siempre que se podía ya que se veían luces voladoras y otros fenómenos extraños que atemorizaban a los navegantes.



   Las Iglesias Patrimoniales de Chiloé tienen elementos comunes. Una torre-fachada, un pórtico con pilares y una nave central abovedada. Son de maderas nativas, alerce, ciprés, canelo y coigüe. Las tejuelas chilotas se utilizan para revestir las paredes exteriores y para cubrir el techo.

    La Iglesia de Santiago Apóstol de Detif es de principios del siglo XIX. Es una preciosa y sencilla capilla, en ella hay barcos de madera colgando del techo, ofrendas hechas por marineros.



   En Ichuac,  la iglesia fue construida por los habitantes de esta comunidad. En su entrada hay un reloj pintado marcando las 3 de la tarde, representando la hora en la que murió Jesucristo.





   La maravillosa iglesia de Jesús Nazareno del pueblo de Aldachildo tiene en su interior  un cielo abovedado de color crema salpicado de estrellas. Entre los arcos de la nave central  se pintaron flores rojas y amarillas. Tiene apoyos laterales de madera y una rústica cruz cerca de la entrada.



   Las iglesias de Chiloé  son valoradas por su singularidad además de por  su peculiar arquitectura.  Se mantienen gracias a la colaboración de los visitantes y de sus propios feligreses. Al dar un donativo te entregan un pequeño papel en el que simplemente pone "Ayúdanos a conservar estos templos que mantienen viva las tradiciones y la identidad de Chiloé"






                                                                                                                                                Inma

miércoles, 19 de marzo de 2025

Parador de Oropesa (Toledo)

 


   El castillo palacio de los Condes de Oropesa fue el primer Parador que se instaló en un monumento histórico, inaugurándose en 1930

 





    Se trata de una fortaleza formada por dos castillos unidos: el viejo y el nuevo. El primero fue erigido por los árabes, entre los siglos XII y XIII, sobre una construcción romana. El segundo fue construido en el año 1402 como residencia de los Álvarez de Toledo, Condes de Oropesa.



   En el palacio estuvieron alojados por un tiempo Carlos I y San Pedro de Alcántara.

 


   San Pedro de Alcántara, fraile franciscano, era amigo de los Condes de Oropesa y le confiaron la educación de sus hijos. En la actualidad aún se conserva la celda que ocupó el monje.

 


   



   Hemos querido volver a este bonito Parador antes de su cierre. Durante aproximadamente dos años se realizará una reforma integral, para arreglar y modernizar sus instalaciones.

    El edificio tiene dos galerías con columnas alrededor del patio y un elegante interior con artesonados.

 


    Está decorado con valiosas piezas, como arcones y grabados, objetos de cerámica, tapices, espejos y bargueños.

    Sus amplios y señoriales salones son muy cómodos, y pasar un rato en ellos resulta relajante.

    También cuenta con piscina de temporada.





 


   En el espacio del restaurante se conserva el artesonado gótico-mudéjar original.

 


   Su restaurante, con muy buena calidad y cocina, ofrece platos muy bien elaborados. El bacalao con callos y pil pil es muy original y está delicioso, la perdiz de tiro estofada a la Oropesana tiene un punto perfecto.

    En la cafetería hay una carta bien planteada para una comida o cena más rápida.

 


   El desayuno es muy variado, con muchos productos de la zona de muy buena calidad.





 


   La estancia más especial es “El Peinador de la Reina”, la habitación única que se encuentra en la torre octogonal de una de las esquinas.

 


   La suite tiene siete balcones y un salón independiente del dormitorio. Los detalles decorativos de la cama están pintados a mano, reflejando muy bien en la estancia el ambiente del antiguo palacio.




    Las personas que trabajan en él son profesionales y agradables, y da gusto lo bien atendido que está el Parador.

 Es un Parador altamente recomendable ubicado en un emblemático edificio que reúne las características que buscamos en este tipo de alojamientos, comodidad, historia, profesionalidad, calidad, amabilidad.  Seguramente después de su reforma quedará aún más fantástico.


                                                                                                                                                           Inma

 

 

 

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